Análisis Hitman: Absolution

La muerte como forma de vida

Como decíamos anteriormente, 'Hitman: Absolution' mantiene la esencia de la saga y su jugabilidad en gran parte. Los conceptos que nos sonarán son muchos, algunos iguales y otros mejorados. Podremos caminar sigilosamente y ocultarnos tras las paredes para esperar el momento oportuno y cruzar un pasillo. También será posible acabar con nuestros enemigos por detrás y ocultar su cadáver, con la novedad de poderlo hacer ahora en armarios y contenedores y no tener que dejarlos en el suelo, a la vista de todo. Y, cómo no, la opción de disfrazarnos como nuestros enemigos sigue siendo un pilar fundamental de la jugabilidad.

Disfrazarse sigue siendo crucial para infiltrarse

El caso es que esta opción también se ha perfeccionado. Antes, los disfraces nos servían para ocultarnos en la lejanía, y a partir de la segunda entrega, acercarnos a un enemigo era casi sinónimo de ser descubiertos. Ahora los enemigos sólo nos descubrirán si vamos vestidos como ellos. Es decir: los guardias reconocerán que no somos sus compañeros si vamos vestidos de guardias, pero si pasamos ante ellos vestidos como cocineros no sabrán que somos unos impostores. Incluso al ir vestidos igual con ellos, tenemos la opción de disimular con la barra de instinto, una barra que pone en el asador los mejores recursos de 47 como perro viejo que es. Más adelante detallaremos su uso y si es acertada su inclusión o no.

El caso es que todas las posibilidades de los anteriores juegos están presentes en éste, incluyendo las muertes "accidentales" (vamos, el clásico "que parezca un accidente"). Además, se han añadido otras posibilidades como lanzar objetos para despistar a los guardias. Los sonidos jugarán un papel fundamental en la jugabilidad, ya que también existirá la opción de encender las alarmas de los coches y de ese modo desviar de su ruta a los enemigos y colarnos por detrás. Muchas opciones, todas pensadas para abrir multitud de caminos y maneras de actuar.

Volvemos a la barra de instinto, la incursión más sonada de este título y quizás el punto más importante de la jugabilidad. Esta barra pone a nuestra disposición toda la experiencia del asesino, que a partir de la misma será capaz de detectar a los enemigos de una sala, determinar sus rutas y encontrar pistas sobre objetos que podríamos utilizar para lograr nuestro objetivo. Una suerte del modo Detective de Batman: Arkham City, para entendernos. En primera instancia, ese será el uso que tendrá esta barra, que utilizándola para estos menesteres no se gastará, pero de la cuál no dispondremos en el nivel de dificultad "purista", el más alto.