El spoiler que metieron en The Last of Us y del que no te diste cuenta

The Last of Us

A lo largo de los años, pocas obras se han llevado las ovaciones que ha conseguido The Last of Us. Felicitaciones constantes al talento de los desarrolladores que parecían limitarse a la primera parte y que, finalmente, fueron superadas con la segunda. Sin embargo, es la hora de recordar esos momentos más destacados de la primera obra, sobre todo si tenemos en cuenta que tenemos en camino una adaptación de The Last of Us para HBO.

Esta vez vamos a hablar de uno de sus puntos del juego que, de la manera más inesperada, nos adelantaba algo que iba a suceder en la partida. Una escena que tenía en común un mismo hecho: en ninguno de los dos instantes manejamos a Joel como personaje. ¿Te haces una idea? Eso es porque nos encontramos, la primera vez, en los primeros minutos de juego donde manejamos a la hija de Joel, Sarah.

Un pequeño adelanto de lo que viviríamos un poco más adelante en The Last of Us

En esos primeros minutos de juego, mientras buscamos a Joel por la casa, Sarah debe recorrer un par de habitaciones, encontrándose en una con la televisión encendida un curioso cuadro. Puede parecer que no tiene importancia, pero se trata de un guiño a una escena posterior. En este podemos ver a un ciervo rodeado de una escena nevada, algo que más adelante recorreremos junto a Ellie.

The Last of Us

Una mirada a ese mismo cuadro nos hace recordar con todo lujo de detalles la persecución al ciervo y, por supuesto, cómo este se va moviendo entre los árboles para impedir que nos hagamos con él. Sin embargo, resulta curioso comprobar cómo la compañía jugó de algún modo con nosotros, adelantándonos una escena que viviríamos más adelante y que, de algún modo, no llegamos a reconocer, en muchos casos, ni siquiera tras jugar el título al completo.

Lo que más destaca de este hecho es que Naughty Dog sigue demostrando que su obra está cargada de detalles años más tarde de su estreno original. Todo para traernos los recuerdos de una obra que fue capaz de emocionarnos, ponernos en tensión y, sobre todo, hacer que soñásemos durante largos años con el regreso en forma de secuela.