A principios de los 90 Sonic y Super Mario rivalizaba por convertirse en el rey indiscutible de los videojuegos entre los más jóvenes. SEGA y Nintendo peleaban de todas las maneras posibles para que sus personajes fueran aún más visibles. Anuncios de TV por doquier, apariciones en programas de máxima audiencia, así como revistas de la época. No obstante, SEGA quiso ir un paso más lejos: crear un Sonic gigante que se paseara por las calles de Nueva York en el día de Acción de Gracias.
En aquella época SEGA y Nintendo buscaban mil formas de llevar sus personajes a todos sitios
Dicho y hecho. En 1993 SEGA daba el pistoletazo de salida a una versión de Sonic nunca antes vista. Con varios pisos de altura que nada tenían que envidiar a un rascacielos de la Gran Manzana, el erizo azul se paseaba por las calles para asombro de los niños y adultos.
Por desgracia, poco duró la alegría. La magnitud de aquel Sonic era tal que 'pasearlo' por las avenidas era francamente complicado debido a la altura de postes de luz y farolas. Tanto es así, que el globo acabó pinchando con uno de los postes, cayendo en picado sobre la multitud de la calle. El accidente terminó dejando a dos personas en el hospital.
En internet no existen vídeos del momento exacto en el Sonic termina sobre la multitud, pero sí de los 'restos' del personaje de SEGA ya en la acera de la ciudad en una escena a medio camino entre la tristeza y el horror.


