Análisis Dragon's Dogma

Por desgracia el trabajo de Capcom en este aspecto no ha conseguido cuajar todo lo que debería dentro de un género en el que es de vital importancia sentirnos protagonistas de una aventura épica en la que el resto de personajes también tiene algo que aportar. Nos sentiremos meros recaderos del Duque de la ciudad, pero también seremos víctimas de los tablones de anuncios de la posada donde las misiones pueden ir desde recoger 25 calaveras pasando hasta por recoger el elixir en un bosque perdido de la mano de Dios y cuya posesión se encuentra a manos de una bruja.

Nuestra única motivación para seguir adelante en el juego es la de conseguir un mejor equipamiento y sobre todo saber que tipo de criaturas nos aguardan más allá de Gran Soren, pero eso es un apartado que profundizaremos en jugabilidad.

Jugabilidad: Una de cal y otra de arena

Sin duda el gran protagonista del juego y en el que encontraréis fácilmente el 80% de la diversión que es capaz de ofrecer el RPG de Capcom.

El juego nos propone desde el primer momento crearnos nuestro personaje. Para ello podemos elegir varios modelos predeterminado por si el hacer uno desde cero os da pereza, pero para aquellos que queráis disfrutar de vuestro alter ego en Dragon´s Dogma tenéis una increíble variedad de opciones con las que alternar el peinado, los rasgos faciales (nariz, boca, cejas, ojos, etcétera) , la altura, el peso, la voz, la complexión física de piernas, brazos cintura, voces,  la forma de andar y en general una ingente cantidad de alternativas que harán las delicias de los que pasen unos cuantos minutos creando al que será el protagonista de la aventura.

El editor de personajes es completo a más no poder.

Una vez confeccionado el aspecto del Arisen, deberemos elegir una clase entre las tres disponibles: Luchador, Strider y Mago. Cada una de ellas se adaptará mejor o peor según nuestra forma preferida de afrontar el reto, pero lo que si está claro es que durante las 8 o 9 primeras horas de juego el título supondrá un desafío dada la baja calidad de los materiales de nuestro equipo, sobre todo aquellos que os decantéis por controlar las habilidades mágicas; así que no os desesperéis si morís varias veces al principio.

A medida que ganemos experiencia y cumplamos misiones, obviamente podremos mejorar la calidad de las armaduras y armas adquiriendo otras mucho mejores; pero también ganaremos puntos de vocación (PV). Esto nos servirá para dos cosas: decantarnos por otra clase o bien ampliar el número de habilidades conocidas por nuestro personaje.

En el primero de los casos y una vez conseguido el nivel necesario, podremos tener acceso a varias clases de personaje que sustituyen o mejoran la que ya hemos elegido. Sin duda esto es un punto a favor dado que nos ahorra el tener que empezar otra partida para poder manejar otro estilo de juego. Entre las nuevas opciones encontraremos el caballero místico, arquero mágico, ranger, asesino y hechicero. Algunas de ellas como el caballero místico por ejemplo mezclará lo mejor del mago unido a la fuerza del luchador y otras como el asesino será la unión perfecta de la lucha cuerpo a cuerpo y distancia.

Los peones son una elección clave para el buen devenir de la aventura.

El poder elegir estás sub-clases es totalmente libre siempre y cuando tengamos PV disponibles. Por otro lado estos puntos nos servirán también para comprar habilidades ya sean activas para las armas principales y secundarias así como otras pasivas que mejorarán nuestras dotes en el combate nocturno por ejemplo.