Análisis Demon's Souls

Nos encontramos en el reino de Boletaria, un reino que ha sido sumido en las sombras y absorbido por los demonios por culpa de un pacto del rey con estos seres del inframundo. Nosotros seremos aquel guerrero, mago o arquero que derrote a todos los demonios (monstruos del tamaño de rascacielos) y salve al reino de la oscuridad en la que está sumida. [gametrailers]43990[/gametrailers] Para ello tendremos un mundo/lugar llamado Nexus, que será un sitio de conexión con el resto de mundos a los cuales seremos teleportados con solo tocar un altar.

Este punto recuerda muchísimo a la saga Monster Hunter, donde teníamos la villa junto el campamento para hacer nuestras compras y demás y de allí ir a cazar a los distintos monstruos, aunque en este caso serán demonios.

Algo que sí sobresale es la atmósfera que nos encontraremos en los distintos lugares de Boletaria, así como también sus personajes. Una atmósfera oscura y tétrica que recuerda vagamente a ese estilo tan característico de Diablo.

Jugabilidad

Demon's Souls no deja de ser un Action-RPG como puede serlo un Zelda u otro juego del estilo, por lo que la premisa básicamente será la de atacar/defender apretando los botones necesarios para ello. Sin embargo, atacar sin ton ni son de poco servirá si no sabes defenderte o esquivar los ataques, y es que como ya hemos apuntado anteriormente la dificultad es bastante alta y a la que un enemigo te engancha da gracias si consigues salir vivo de allí.

Aunque eso sí, una vez consigues manejar mejor al personaje la dificultad disminuye un poco, aunque cualquier error puede hacértelo pagar muy caro. Las esquivas, defenderse, atacar, correr e incluso ser golpeado consume una barra de estamina que se va recuperando cada cierto, aunque cuando nos defendemos esta barra sube muy lentamente, con lo hay que pensar muy bien cuando usar cada acción por eso la dificultad y la destreza del jugador irán ligados de la mano permanentemente.

Algo que no ha terminado de convencer es como se han implementado las armas a distancia como los arcos y las ballestas. Las ballestas para empezar no tienen el sistema de mira del que disponen los arcos para apuntar, algo totalmente incomprensible, con lo que su utilidad es más bien dudosa teniendo que utilizar la opción de fijar objetivo, algo que solo se puede usar cuando ya estas muy encima del enemigo.

Por otra parte los arcos son más útiles, pero los pequeños “glitch” que hay en la IA de los enemigos que en ocasiones se quedan quietos cuando los acribillamos a flechazos, hace que la dificultad de matar algunos enemigos se reduzca hasta casi parecer de risa.

Por supuesto dependiendo de la profesión que hayamos escogido también dispondremos de una buena cantidad de magias, milagros, espadas, hachas, lanzas, anillos, etc. y es que la variedad de objetos que nos encontramos es muy grande aunque cuando pasamos a hablar de los escudos y armaduras se nota la falta de variedad de estos.

La IA enemiga como ya hemos dicho antes puede ser capaz de lo peor, pero también de lo mejor. Y es que los pequeños bugs que nos encontramos en ocasiones, incluyendo que en ocasiones vemos algún que otro adversario saltando al vacío, se compensa con épicas batallas que nos pueden llevar varios minutos entre bloqueos, esquivas y pociones.

Las luchas con algunos Black Phantoms, que explicaré más adelante que son, controlados por la máquina que parece que estén manejados por otros jugadores viendo sus movimientos. El sistema de muerte, en el que profundizaremos en el apartado multijugador, es bastante peculiar.

Se podría decir que nunca hay un Game Over, de hecho no se podría decir, sino que no lo hay. Si estamos vivos y morimos nos convertiremos en un alma o fantasma que nos penalizará con una pérdida del 50% de la barra de vida además de otras cosas que explicaremos en el modo multijugador.