Análisis Damnation

Existe otra variante: nuestros contrincantes pueden quedarse atrapados en paredes, árboles o farolas, sin duda trampas mortales de la naturaleza todas ellas. Eso sí, las fuerzas están equilibradas, pues nuestros compañeros serán más inútiles que un alerón en un seiscientos. En la mayoría de casos se quedarán quietos, dispararán al aire, ni siquiera nos seguirán (para que, si se pueden teletransportar) y, para colmo, en los combates difíciles pasaremos más tiempo curándolos que luchando. El modelado de los personajes no pasa de correcto. Las animaciones son muy robóticas, cosa que se entiende en los enemigos mayoritarios (son una especie de robots tipo Bender de Futurama mezclado con el protagonista de Haze pero con gorro de cowboy), pero los enemigos humanos e incluso nosotros mismos nos movemos de esa forma tan antinatural. Todas las animaciones, que incluyen un amplio abanico (saltar, escalar, trepar, etc.) son extremadamente falsas. Por suerte no hay bajadas de frame notables o constantes (pero las hay, y bastante fuertes a veces) y por lo tanto toda la acción es más o menos fluída. En resumen, Damnation consigue una buena ambientación, pero la IA, las carga poligonal y la gran cantidad de bugs estropean muchísimo la experiencia. Sin duda es un título que da buena imagen pero que al jugarlo bien nos damos cuenta que es posiblemente de lo peor de Xbox 360 de este año graficamente hablando.

Jugabilidad

Hablemos primero de la vertiente plataformera. El control es tosco, poco preciso, lo que causará más de una muerte involuntaria. La acciones son básicas pero a veces el juego no responde como debería y caeremos al vacío por ello. En otras ocasiones apretaremos el botón pero la acción no se ejecutará, con su consiguiente jaleo en la jugabilidad y probablemente una nueva caída al vacío. Es bastante complicado poner al personaje en la posición adecuada para el salto, ya que da la sensación de que el mando es demasiado "bestia" para controlar el personaje. Para que me entendáis, es como intentar urgarse en la nariz con un cuchillo jamonero. A pesar de ello, podremos encadenar algunos movimientos bastante espectaculares si tenemos suerte de que nada falle. Lo que pasa es que en ocasiones el personaje podría cojerse a un saliente y no lo hace, saltar cierta distancia y tampoco lo hace, y así un largo etcétera. También lo contrario: por culpa de la cámara, algunos salientes en principio inalcanzables de golpe son accesibles.  A pesar de que se nos dé cierta libertad de movimiento, al final tendremos que ir por los senderos que nos tengan preparados.

En el tema de los tiroteos, la dificultad se ve aumentada por culpa de lo complicado que es apuntar. Por suerte los enemigos se quedarán quietos para que les hagamos un nuevo agujero en la cabeza, pero es complicado apuntar con el pad que, como ya hemos comentado, tiene un control brusco y nos costará horrores ser certeros en el disparo. Suerte tenemos de que los enemigos son imbéciles, porque llegan a cubrirse y con la puntería sobrenatural que poseen este título podría ser el MDK de nueva generación. Bueno, pido perdón a MDK. No existirán diferencias notables entre armas, excepto las evidentes entre rifles, escopetas y pistolas. No utilizaremos mucho los movimientos de evasión, ya que con moverse de un lado al otro siguiendo la sardana de nuestros enemigos será suficiente para esquivar las balas. Podremos disparar estando colgados de tubos, cuerdas, escaleras y demás, pero tampoco usaremos mucho esta habilidad, solamente cuando los scripts del juego nos lo pidan (así a ojo, diría que unas cinco o seis veces durante toda la aventura). Otra de las habilidades de nuestro personaje es usar una visión mágica que nos permite ver donde están los enemigos en cada uno de los niveles. Tiene un ratio limitado pero es útil para saber que cantidad de enemigos hay y por donde es mejor comenzar el ataque. La verdad es que es un sistema útil, bastante bien pensado pero del que muchas veces pasaremos. A su favor hay que decir que en los tiroteos se pueden llegar a formar unos buenos "cacaos" y puede ser excitante intentar divisar a los enemigos que faltan por abatir.

Mención a parte para los niveles en moto, que son numerosos y a la par injugables. No tienen nada de divertido y el único reto que proponen es aguantar el terrible manejo de estos transportes. Podremos usar el turbo y subir por las paredes, y si jugamos en cooperativo nuestro compañero podrá disparar desde detrás (aunque de poco sirve ya que iremos a toda leche). Suelen hacerse largas, desesperan mucho, son aburridísimas y pintan más bien poco en la aventura. Tienen algo de lógica solo si pensamos en la magnitud de los escenarios, pero es una mala manera de solucionar las distancias. En definitiva, un juego que es "aprendiz de todo y profesional de nada". Como plataformas es tosco e impreciso. Como shooter, igualmente impreciso pero además simple, aunque añade la gracia de la vista mágica. Y como juego de conducción...me voy a callar. Con eso basta.