Análisis Crysis 3

"La campaña ha resultado mucho más reducida en comparación con lo que esperábamos"

Si uno de los alicientes de la segunda entrega era su trama, que se caracterizaba por acompañar a las mil maravillas los momentos de acción, y dar algún que otro giro bastante interesante a la historia, esta tercera parte carece de todos esos ingredientes. El argumento resulta mucho menos interesante y creíble, conformándose con cumplir, con unos diálogos poco interesantes entre los personajes y sobre todo un desarrollo mucho menos épico que en la segunda parte.

La campaña, que está centrada en siete zonas diferentes, ha resultado mucho más reducida en comparación con lo que esperábamos, sin grandes alicientes para rejugarla, a menos que seamos muy fans de la historia de Prophet. Aún así, hay que dejar claro que la duración es muy relativa y varía enormemente según nuestro modo de jugar, como sucede en todos los ‘Crysis’ hasta el momento. Puede oscilar desde las cinco horas, si decidimos por ir a lo loco y avanzar a toda velocidad dejando a los enemigos atrás; o doblarse perfectamente si decidimos optar por un modo de avance más pausado y estratégico, aprovechando todo lo que nos ofrece el nanotraje combinado con las posibilidades de los escenarios, que no son pocas. El juego ofrece una horquilla de diversión muy amplia para muchos estilos de juegos distintos; es uno de los aspectos que más nos gusta de todos los ‘Crysis’, sin duda.

Como veis, el aspecto técnico del juego es asombroso, como de costumbre en la serie.

Sin entrar en aspectos técnicos de los que os hablaremos más adelante, comentar que la ambientación de los escenarios del modo campaña es soberbia en una ciudad derruida y tomada por la naturaleza. Lo que más nos ha llamado la atención es la hostilidad que se percibe en esta Nueva York destruida por los años de conflicto, algo que desde los primeros niveles apreciamos: no somos para nada bienvenidos. Este aspecto ayuda mucho a la credibilidad de la historia de un Prophet que ha estado “ausente” durante tanto tiempo.

La jugabilidad de ‘Crysis 3’ mantiene su gran seña de identidad intacta: el nanotraje, como no puede ser de otra manera. No ha cambiado en líneas generales y nos sigue ofreciendo el práctico camuflaje óptico, la supervelocidad, el blindaje para protegernos de caídas o de enemigos descargando su cargador sobre nosotros, la superfuerza y un visor que nos servirá tanto para planificar nuestra estrategia fijando blancos como para ver en la oscuridad con la nanovisión.

Recordamos que la utilización de estos poderes queda totalmente subordinada al nivel de energía de nuestro nanotraje. Cuando tenemos un poder activado, la energía comienza a disminuir; si caminamos utilizando el poder, baja más rápidamente y si corremos, desciende frenéticamente. Además, en el caso del camuflaje óptico, si disparamos con armas de fuego, se desactiva, a menos que utilicemos el arco, como comentábamos. Todas estas limitaciones confieren al juego un componente estratégico muy importante, haciendo que, por ejemplo, tengamos que calcular concienzudamente las distancias que cubrimos con el camuflaje activado o decidamos disparar con el arco a un enemigo para no delatar nuestra posición descubriéndonos al resto de la patrulla.

El juego se aleja de los escenarios inmensamente abiertos de la primera entrega.

La utilización de todos los poderes es la misma que la que se mostró en ‘Crysis 2’, muy intuitiva y que nos permite cambiar de uno a otro muy rápidamente. El comienzo del juego sirve como tutorial para que los nuevos no se pierdan, pero si hemos jugado a la segunda parte, no tendremos ningún problema para hacernos con los controles.

En cuanto a las armas, tendremos a nuestra disposición, como siempre, un arsenal muy variado, con fusiles, armas cortas, lanzagranadas, lanzacohetes e incluso armas alienígenas muy divertidas y cómo no, muy “marcianas”. La modificación de todas ellas es muy sencilla y rápida para que no se rompa el ritmo del juego.

A pesar de todo el arsenal pesado a nuestra disposición, el arma que jugablemente marca un antes y un después es el arco, protagonista en ‘Crysis 3’ como deja claro la portada del juego.