Análisis Condemned: Criminal Origins

Cuando Xbox 360 salió al mercado en 2005, muchos acusaron al catálogo inicial de estar repletos de first person shooters. La verdad es que un poco de razón no les faltaba. Sin embargo, entre tanto shooter, había un juego de acción en primera persona un tanto atípico, una experiencia aterradora donde apenas se hacía uso de las armas de fuego. Efectivamente,  se trata de "Condemned". ¿Lo conocíais? No pasa nada, aquí estamos para subsanar eso.

Historia

En medio de un periodo de  decadencia, la ciudad de Metro City vive devastada y sumida en el caos más absoluto debido a un extraño y desconocido fenómeno que está convirtiendo a la gente en dementes ultraviolentos. Si, amigos, un periodo en el que la policía es escasa y esta muy ocupada. Uno de esos policías es el agente Ethan Thomas, nuestro protagonista, el cual se encuentra inmerso en la persecución de un peculiar asesino en serie. En dicha persecución, dos compañeros policías de Ethan mueren asesinados y los cuerpos de seguridad acusan nuestro policía de asesinato.

A pesar de convertirse injustamente en fugitivo, Thomas contará con la ayuda de Rosa, una forense del cuerpo que, coteja las pruebas para ofrecerle nuevas pistas en su empeño de perseguir al llamado "Asesino en serie X", un asesino en serie de... asesinos en serie.

Aunque podría parecerlo, la historia de Condemned va más allá de ser una mera excusa para ubicarnos en la propuesta de niveles oscuros planteada por Monolith.  El juego posee suspense y un propósito bien arraigado para continuar avanzando. Existen giros argumentales interesantes pero no podríamos decir que sean demasiados sorpresivos.

Uno de esos giros, al final, nos permitirá disfrutar de un desenlace distinto de acuerdo a la decisión que tomemos. Aunque es un recurso que implementado a esas alturas del juego carece de sentido. Sin embargo, al acabar el título, sea cual sea el final, tendremos una buena sensación general de todo lo que ha pasado ante nuestros ojos mientras sujetábamos el mando entre las manos.

Jugabilidad

A estas alturas, describir la jugabilidad de un FPS puede ser completamente monótono. Afortunadamente, Condemned tiene ápices de originalidad que sacan de la tangente la habitual rutina de avanzar y disparar. Más que nada porque, en este juego, disparar es una rareza. Prácticamente, todo el trayecto a lo largo del martirio de Ethan Thomas lo haremos a mamporrazo limpio con lo que nos vayamos encotrando por el camino como tablas, bates, tuberías, herramientas, etc. Vamos, lo que los anglosajones llaman armas de melée.