'Company of Heroes 2'

¿Desembarco de Normandía? Una fiesta de disfraces comparado con el sangriento frente oriental.

La Segunda Guerra Mundial es uno de los contextos más utilizados (sino el que más) en el mundo de los videojuegos durante los últimos 15 años. Ha sido escenario, sobre todo, de géneros como los shooter en primera persona (hoy en día más enfocados a conflictos modernos), los simuladores de aviación y la estrategia en tiempo real, género al que pertenece el título que nos ocupa. Ciertamente, se ha sobreexpuesto el conflicto, lo que ha provocado que desde hace tiempo el público haya perdido en gran medida su interés en él, aunque aún quedan algunos proyectos que apuestan, y muy fuerte, por el conflicto más universal. Ese el el caso de 'Company of Heroes 2'.

La primera parte de esta franquicia, cuyo desarrollo corría a cargo del estudio Relic Entertainment, nos ponía al mando del ejército estadounidense en su incursión europea hacia el Tercer Reich y es considerado como una de las piedras angulares de la estrategia para PC desde que salió a la venta en 2006 a esta parte. Asimismo, ostenta el record de juego de estrategia con mayores puntuaciones en Gamerankings.com 

Controlar la temperatura corporal de nuestras tropas evitará que mueran congeladas.

En esta segunda entrega se deja de lado el frente occidental para cambiar a un escenario totalmente distinto: el Frente Oriental, que enfrentó a las inexpertas pero numerosas tropas soviéticas contra los bien armados ejércitos alemanes. La campaña comienza en medio de la Operación Barbarroja, mediante la cual los nazis pretendieron en 1941 invadir la Unión Soviética en una campaña relámpago, haciendo caer todo el peso de su fuerza militar. Este hecho rompía añícos el pacto de no agresión entre los dos países e introducía a la URSS en la Segunda Guerra Mundial. El modo campaña nos llevará a comandar el ejército rojo desde los primeros días, atrincherados viéndolas venir ante el ejército alemán, aunque poco a poco conseguiremos hacer retroceder a las tropas enemigas y hacernos paso hasta el corazón de la fortaleza enemiga: Berlín. Como muchos saben, uno de los factores determinante para el desenlace que se vivió en este frente fue las durísimas condiciones climatológicas que el invierno ruso tenía guardadas para un ejército alemán armado hasta los dientes, pero poco acostumbrado a esas bajas temperaturas.