Análisis Borderlands 2

Para movernos por el amplio mundo de Pandora dispondremos de nuevo de un vehículo, perdón ¿he dicho un? Quería decir, varios. Así es, el estudio se ha percatado de que nos pasaremos largos minutos viajando de aquí para allá por lo que ha querido ofrecer algo más de diversión introduciendo varios medios de transportes a lo ya típicos viajes inmediatos gracias a las estaciones. En ellas podremos llegar de forma inmediata al lugar deseado y que previamente hayamos visitado, si en cambio queremos subirnos a un vehículo solo tenemos que solicitarlo.

Al clásico “buga” de la primera entrega se le han unido diferentes modelos y que se muestran por ejemplo en forma de un imponente tanque armado con shurikens gigantes, muy apropiado para visitar algunas de las zonas más peligrosas conforme avance la aventura. Durante nuestro periplo por Pandora es de agradecer el gran trabajo realizado por Gearbox en el apartado artístico ( y en el que ahondaremos más adelante) logrando que en rara ocasión nos cansemos de algunas de las localizaciones que estemos visitando; la aventura dará comienzo en un paisaje nevado, pero no tardará en cambiar al clásico ambiente árido propio de ‘Borderlands’ pero también dando paso a frondosas selvas.

Todo este cúmulo de detalles hacen que ‘Borderlands 2’ no resulte un juego aburrido en ningún momento ya que durante las misiones nos detendremos a contemplar el imponente paisaje, nos daremos una vuelta en coche para descubrir mapa o simplemente nos relajaremos en Sanctuary. Si esto ya supone un punto más que positivo para el título, hablemos de las armas; sin lugar a dudas la mejoría más notable y palpable del producto que nos ocupa.

En la entrega original las armas eran muchas y según el fabricante más o menos variadas; en ‘Borderlands 2’ todo se ha magnificado de una manera apabullante en este punto. No solo las armas quedarán diferenciadas según la compañía encargada de “desarrollarlas” sino que entre ellas mismas los detalles visuales estarán a la orden del día. Los rifles francotirador cuentan con mirillas personalizadas; cada pistola o rifle cuenta con ciertas partes que se desplegarán una vez abramos fuego e incluso a la hora de recargar determinado tipo de armamento estallará al ser arrojado contra el enemigo como si de una granada se tratara.

Nos ha sido imposible contar el número de armas que nos han aparecido a lo largo de las más de 30 horas de duración del título.  Podremos conseguir equipo en tiendas, arrebatándoselo a jefes finales o con las llamadas llaves de oro que conseguiréis mediante códigos; creando con ello un afán de coleccionismo muy propio de la saga ‘Diablo’ y que se convierte en la auténtica esencia de ‘Borderlands 2’. Atributos como velocidad de recarga, cadencia de fuego o daño entre otros serán las constantes de elegir con que arma quedarnos y donde en muchos casos elegiremos alguna que nos entre más por los ojos debido a su estética que otra que este ligeramente superior en cuanto a prestaciones, dejando bien claro el mimo que ha puesto Gearbox en este apartado.