Análisis Blazblue Cross Tag Battle

(Pc, PS4, Switch)

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Análisis Blazblue Cross Tag Battle

Arc System Works siempre han sido sinónimo de calidad y BlazBlue una de las joyas de su corona. Por desgracia su última entrega, Cross Tag Battle, se carga todos los elementos característicos de la franquicia y los diluye en un título innecesario.

Plataforma analizada: PS4
29/06/2018 17:11
La conocida franquicia de Arc System Works vuelve y lo hace con unos invitados de lujo traídos de sagas de la talla de Persona, Under Night In-Birth y RWBY. Lamentablemente se deja por el camino el gameplay característico de la saga por su casualización extrema.
Imagen asociada al video 39011

BlazBlue Cross Tag Battle: Another fight is coming your way

Arc System Works hizo lo que nadie creía posible. En un mercado de fighting dominado por Tekken y Street Fighter, éstos chicos se animaron a crear una nueva franquicia llamada Guilty Gear enfocada hacia los hardcore gamers. Más tarde replicaron el éxito con BlazBlue. Tan bien les funcionó la fórmula que recientemente se estrenaron con un asombroso éxito en la archiconocida saga Dragon Ball con Dragon Ball FighterZ, un juego excelente que requería de mucha especialización en el gameplay dada la profundidad de sus mecánicas.

Esperábamos que algo similar ocurriese en los siguientes trabajos de Arc System Works, lamentablemente en esta ocasión nos tememos que no han estado a la altura de sus últimos títulos y BlazBlue Cross Tag Battle es un título menor cuyo mayor aliciente es el fan service por el cruce de franquicias.

Dando pasos atrás

BlazBlue Cross Tag Battle llega muy escaso de modos de juego. El modo Historia, quizá el más atrayente modo offline, se compone de una serie de capítulos en el que descubriremos que ha ocurrido para que los universos de los juegos confluyan y podamos probar a personajes de cada una de las franquicias. La trama se nos cuenta a modo de viñetas, muy descafeinadas, que tratan de dar sentido a un hilo conductor sin pies ni cabeza. El repertorio de modos offline apenas se completa con un modo Táctico que nos servirá cómo tutorial, un modo Práctica, un modo Survival, y un modo Versus para hacer partidas sueltas contra la CPU o un amigo.

Blazblue Cross Tag Battle

Ragna es el protagonista del modo historia

El modo online por su parte también llega muy pobre. Sólo podremos jugar partidas clasificatorias informal escogiendo a nuestros 2 personajes. Nada más. Tampoco hay ningún tipo de tabla de clasificación, torneo, partida rápida ni nada de lo que estamos acostumbrados a ver en los juegos de lucha actuales. Otro paso atrás hacia la simplicidad extrema que lastra continuamente al título.

Jugabilidad apta para cualquiera

Si hay algo que siempre se les ha achacado a los juegos de lucha es la dificultad -o no- de comprender sus mecánicas y enlazar los combos. Como se suele decir en estos juegos, si un novato machacando botones puede ganar, es un mal juego. Esa premisa se aplica, más que nunca, en este caso. BlazBlue Cross Tag Battle lleva implementado un sistema de autocombo similar al que vimos en Dragon Ball FighterZ, pero en este caso aplicado a todos los combos. En la aventura de Goku y compañía se podían hacer autocombos con los combos más sencillos y con un daño por impacto reducido. En BBCTG todos los combos pueden hacerse machacando el mismo botón y todos ellos causan daño masivo. Los Resonance Blaze y los Astral Finishes, que son los movimientos finales ejecutados por ambos personajes, apenas tienen impacto en un juego que castiga a quién quiere profundizar en sus mecánicas y no vivir de machacar un solo botón.

Muchos de vosotros quizá penséis que los autocombos pueden desactivarse, que es una suerte de modo “Stylish” cómo en anteriores entregas. Lamentablemente no, aquí no hay un modo “Technichal” para profundizar en sus mecánicas y convertirse en un buen luchador, por lo que el juego acaba convirtiéndose en un machacabotones sin sentido en el que enlazar autocombos uno tras otro. La guardia se ha simplificado, ya no hay sprint, los personajes se mueven siempre corriendo y el Tag, es decir, el intercambio de personajes, es tremendamente lento y engorroso.

Dejadez y desdén

Si algo denota este BlazBlue es una dejadez preocupante a la hora de dar forma al título. Si a su pobre gameplay le sumamos un apartado técnico justito que muestra personajes muy pixelados y con una falta de resolución preocupante, apenas nos queda ninguna seña de identidad de la saga. Y los personajes invitados tampoco demuestran mucho cariño en su inclusión en el juego. El equipo de RWBY nos llega a medias con la falta de Yang, personaje que en cambio sí estuvo presente en la beta o el de Persona 4 llega con altibajos.

Blazblue Cross Tag Battle

La resolución de los sprites en movimiento es muy pobre

También se ha recortado en sprites y animaciones de anteriores títulos con los personajes de BlazBlue, ya que ello implicaría hacer nuevas animaciones para los personajes invitados y eso es un trabajo que no querían hacer. Podemos apreciar el copy paste en todos los escenarios disponibles y en la BSO del juego, no sólo no hay nada nuevo sino que tampoco se ha hecho el más mínimo cambio o arreglo.

Conclusión

BlazBlue Cross Tag Battle no es un BlazBlue. Sus mecánicas de combate, santo y seña de la saga, se han destruido por completo por introducir un sistema de autocombos que arruina la experiencia y convierte el juego en un machacabotones al uso. La pobre implementación de los personajes invitados, el copia pega de assetts de anteriores títulos y el recortado masivo de modos de juego le pasan factura a una entrega innecesaria. Una mancha en el historial de la franquicia y una oportunidad perdida para cualquier jugador, especialmente aquél que disfrute de un juego de lucha profundo y competitivo.

5

Lo mejor

Ver en un mismo título a personajes de franquicias tan dispares

Los sprites mantienen el estilo característico de la saga

Recomendado para gente que se inicie en los juegos de lucha

Lo peor

Jugabilidad destruida por completo por los autocombos

Pocos modos de juego offline

Modo online con una sola modalidad

Reutilización de sprites, escenarios, música y efectos

Modo historia con una trama absurda

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