El mundo de los videojuegos nunca deja de avanzar, sino que siempre encuentra nuevas formas de sorprender a los jugadores, dando formas a los estilos de juego, a los géneros o incluso creando nuevas formas de poder disfrutar de estas propuestas. Una de las grandes novedades que se convirtió, de algún modo, en un arma de doble filo para muchos jugadores, fueron las figuras coleccionables.
No, no hablamos de las figuras que poder añadir a nuestra colección simplemente con intención de decorar. Hablamos de esas figuras que nos ofrecen cambios en los juegos y que a día de hoy conocemos muy bien gracias a los amiibos de Nintendo o, en su día, con las figuras de Disney Infinity. Para algunos jugadores estas figuras son realmente llamativas y un motivo para seguir ampliando su colección mientras que otros lo ven como un problema.
Aunque parece imposible no querer sumar a nuestra colección estas figuras, de algún modo puede llegar a ser razonable puesto que en ocasiones estas figuras llegan a precios desorbitados. Este primer caso se presenta con una figura de Disney Infinity que ha llegado a superar los 500 euros en eBay, algo raro si tenemos en cuenta los precios a los que podemos comprar otras. Pero, ¿cuál es su peculiaridad?
Un cambio de planes que la ha llevado a convertirse en una rareza
La figura que se ha convertido en un elemento de coleccionismo no apto para cualquier bolsillo es la de Peter Pan 3.0 de Disney Infinity. Esta es realmente rara y muy valiosa, pero no porque esté hecha de un material especial. La razón por la que esta se ha vuelto tan cara es que en 2016 Avalanche Software cerró, lo que dio como resultado la cancelación de Disney Infinity 3.0 y, con ello, que la figura de Peter Pan nunca llegase a las tiendas.
Eso no ha impedido que algunos coleccionistas tuviesen la oportunidad de hacerse con los pocos modelos que sí llegaron a crearse. Y si bien hay quienes lo guardan en su colección como una pieza realmente preciada e imposible de retirar de su colección, otros aprovechan esta rareza para venderlas por precios realmente elevados, dando así lugar a una pieza de coleccionismo que, aunque deseada por muchos, puede no ser apta para todos.