Xbox One X y cómo Microsoft sirvió en bandeja el E3 2017 a PlayStation

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Hacemos balance de lo que ha supuesto la conferencia de Microsoft, con especial sensibilidad al hueco en el mercado que tendrá su nueva consola

13/07/2017 19:35
Los de Redmond lo intentaron, pero a pesar de sus propuestas y anuncios a bombo y platillo de ‘World Premiere’ la compañía dejó un sabor agridulce tanto en el usuario que espera, o no, Xbox One X.
Xbox One

Los Angeles. 23:00 hora española. Los aficionados a los videojuegos estábamos pegados a la pantalla de nuestro PC o televisión con la incógnita en mente de cuál sería el futuro de Microsoft. Es curioso pensar en el devenir de una compañía y no precisamente en lo que nos deparará nuestra Xbox One en lo que a lanzamientos se refiere, pero lo cierto es que la conferencia de los de Redmond era puro morbo.

Todos sabíamos que la denominada Project Scorpio debía ser sólo una parte del evento, no todo el pastel. En ese aspecto cumplieron y con creces. Bautizada como Xbox One X, la nueva y flamante máquina de Microsoft llegará a las tiendas con lo prometido: la consola más potente del mercado, resolución a 4K, un amplio catálogo de títulos y periféricos compatibles… pero a un precio indigno para el momento que vive Microsoft.

La agonía por conocer cuánto iba a hacernos rascar nuestro bolsillo Microsoft se alargó un total de 95 minutos. Hasta entonces y como si de adrenalina se tratara, la compañía nos bombardeó con un juego detrás de otro. Gran movimiento por parte de la empresa, pues tuvimos la oportunidad de ver Forza Motorsport 7, Metro Exodus, algún independiente interesante, Assassin’s Creed Origins… todos y cada uno de ellos bajo el sello ‘Exclusivo’ o ‘World Premiere’.

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Pero como la adrenalina, sus efectos son temporales. A medida que la conferencia se fue desarrollando no tardamos en darnos cuenta de que realmente el 90% de los títulos presentados, por mucho que se ejecutarán en una Xbox One X a resolución 4K y el HDR activado, podrán ser disfrutados en Windows 10 (PC) o PlayStation 4.

Si atónitos asistíamos a un festival de juegos que podremos disfrutar en otras plataformas, para desgracia de aquellos que se aferraron a Judas Tadeo como un clavo ardiendo, la guinda sobre el pastel la puso la propia Microsoft con el momento más esperado: Xbox One X costará 499 dólares. Un dato - palabra perfectamente sustituible por bala - que entró en la sien de los espectadores como un terremoto, sacudiendo nuestras mentes como si de un guión de David Lynch se tratara. Eso sí, el único lugar en el que no hizo acto de presencia fue en el escenario de Microsoft y sus enormes pantallas, posiblemente para evitar ser carne de memes.

Microsoft ha quedado reducida a ser una compañía que año tras año transmite la sensación de agotamiento. Sus conferencias no sirven más que para dar alas y ahorrar tiempo a Sony de cara a su evento en el E3 de turno. Sombras de Guerra, Assassin’s Creed o Metro Exodus son juegos, entre otros, que Sony no ha necesitado tirar de ellos para su presentación pues ya están confirmados en PlayStation 4.

Fran

Tras casi 24 horas desde la conferencia de Microsoft, creo firmemente que ni la llegada de Anthem de forma exclusiva a Xbox One hubiera salvado los muebles. Una parte de mi cree que los de Redmond ya piensan en el E3 2018 con sus grandes franquicias - sí, otra vez - abanderando el recinto y alguna que otra sorpresa ‘made in Redmond’. ¿Es mi pensamiento racional el que habla? No, en absoluto.

No cuando tenemos una consola que, por mucho producto Premium del que quieran hacernos creer que se trata Xbox One X, no hace más que dividir a la comunidad dado la desmesurada diferencia de potencial y precio entre el modelo estándar y el futuro, por no hablar de los exclusivos y nuevas franquicias. Basta que Sony durante su evento muestre sus apuestas ya anunciadas el año pasado con God of War, Spiderman, Days Gone o Detroit para recordarnos que a día de hoy PlayStation 4 es la máquina en la que encontrar una mayor cantidad de títulos en los que calidad y variedad están a la orden del día; independientemente de que transmita la sensación de ser una empresa llevada por empresarios y ejecutivos en su más pura definición de la palabra y no "jugadores".

La conferencia de Microsoft e inclusive su nueva consola no ha hecho más que dar alas a Sony en el E3 2017

No es un divorcio con Xbox. No es una carta de despedida hacia la compañía con la que, personalmente más a gusto me siento, pero no se puede defender lo indefendible cuando una compañía no hace más que tirar piedras contra su propio tejado. Juegos a 4K, 30fps, Microsoft pensando en las actualizaciones de títulos thirdparty en Xbox One X… pero se olvida realmente de lo importante…

… los juegos, franquicias e imaginación de los desarrolladores que te hagan comprar una consola porque sólo ahí podrás disfrutar de esa aventura.