Análisis World of Warcraft: Warlords of Draenor

(Pc, Mac)

Draenor te da la bienvenida, campeón

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Plataforma analizada: PC
01/12/2014 20:50
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Tu propia fortaleza en un mundo salvaje

Tras superar nuestros primeros pasos en el planeta orco, nuestro cometido pasará por el deber de crear un asentamiento en Draenor desde el cual nuestra facción pueda aumentar su poder e influencia para así poder hacer frente a la Horda de Hierro en condiciones. Esto es solo un pretexto para que Blizzard pudiera introducir el interesante sistema de Ciudadelas en 'Warlords of Draenor', algo que creemos gustará mucho a aquellos jugadores que busquen un motivo más para engancharse a la fórmula, sin tener que seguir las mecánicas de misiones de siempre. Como campeón de Azeroth podremos iniciar la construcción de nuestra propia Ciudadela, en la que construiremos edificios y cuyas dimensiones podremos ir aumentando poco a poco. El tener nuestra propia parcela de terreno dentro de un MMORPG es sin duda uno de los componentes más atractivo de cara a los jugadores, aunque Blizzard no se había atrevido a dar el paso definitivo hacia esta especie de "housing" hasta esta expansión. 

Crear nuestra propia Ciudadela significa además tener administrarla, a la vez que dirigir a las tropas de soldados que tendremos a nuestras órdenes. Será nuestra fortaleza personal que tendremos que evolucionar y para ello tendremos que construir diferentes edificios, así como reclutar soldados que se irán uniendo a nuestra causa a medida que vayamos avanzando. Podremos ordenar a estos "seguidores" que realicen varias misiones que llevarán un determinado tiempo para conseguir recursos para nosotros y a su vez estos recursos utilizarlos para ampliar nuestra Ciudadela. Nuestra fortaleza requerirá un mantenimiento por nuestra parte, en el sentido que tendremos que pasarnos por ella de vez en cuando para ver cómo van las cosas y dar nuevas órdenes para asegurar la prosperidad y suministro de recursos constante. Cuando lleguemos al nivel máximo, se activarán las invasiones enemigas, que tendremos que repeler; para ello tendremos que ayudarnos de nuestras tropas e incluso amigos y asi evitar que nuestros preciados recursos caigan en manos ajenas.

World of Warcraft: Warlords of Draenor

Las Ciudadelas nos permiten personalizar nuestra pequeña parcela dentro de 'World of Warcraft' y suponen una nueva e interesante manera de jugar a este MMORPG -una más-, aunque pasar por ellas no es obligatorio si no estamos interesados. El mero hecho de que no podamos construir todos los edificios y que tengamos que decantarnos por unos o por otros hará nuestra Ciudadela única y diferente a las de los demás.

La creación y gestión de las Ciudadelas supone una nueva e interesante manera de jugar a este MMORPG

Como es lógico, la quinta expansión nos tiene preparadas muchas nuevas mazmorras de grupo llenas de recompensas para los jugadores. Por lo que hemos podido probar, en general son bastante fáciles si tenemos un mínimo de preparación previa y se nota que en parte están pensadas para no dar demasiados problemas a los jugadores menos experimentados. Para los más veteranos que quieren un reto a la altura, siempre podremos optar por el Modo Heroico, con mejores recompensas pero que exige un conocimiento mucho más profundo de la mazmorra y sus jefes, además de sabe compenetrarnos con nuestros compañeros de grupo.

Un mundo vivo artísticamente

'World of Warcraft' ha sido un proyecto que siempre ha sabido mantener un gran balance visual para llegar a un gran abanico de jugadores (con equipos modestos) pero a la vez poder contentar a jugadores con equipos punteros. Blizzard ha conseguido afianzarse en este punto intermedio gracias a un sobresaliente diseño artístico, muy vistoso, que logra que no echemos de menos una mayor carga poligonal. En 'Warlords of Draenor' se nos muestra un nuevo territorio, Draenor, lleno de detalles y color, pero a la vez nada recargado; a través de nuestros ojos los parajes nos han parecido una auténtica maravilla en la que perderse. Lógicamente estamos hablando de un mundo de fantasía en el que se huye del fotorrealismo, pero no por ello deja de sorprendernos que todo se genere con el motor original ideado por Blizzard hace más de 10 años.

World of Warcraft: Warlords of Draenor

Pese al tremendo trabajo artístico, técnicamente la nueva expansión es muy continuista y sigue la filosofía de poder funcionar prácticamente en cualquier equipo de la actualidad. Encontramos fallos característicos de la franquicia como bastante popping, con multitud de elementos apareciendo de la nada según avanzamos, texturas no muy definidas y en general elementos con baja carga poligonal en los entornos, producto de un motor actualizado hasta la saciedad. Pero hay que entender el gran abanico de jugadores al que está dirigido 'World of Warcraft' y que no todos tienen acceso a los mejores PC del mercado.

Aunque 'World of Warcraft' no luzca gráficos de última generación -tampoco nunca ha sido intención-, el ecosistema del juego se ha ido modificando y actualizando para poner el conjunto al día poco a poco. Los últimos años son testigos de ello, con una expansión como fue 'Cataclysm', que transformó profundamente todo Azeroth o la introducción de varias razas como los goblins o los huargen, cuyos modelados estaban mucho más detalladados que los anteriores. Con 'Mists of Pandaria' y la introducción de la raza pandaren se evidenció que ya era hora de una actualización profunda del aspecto de algunas razas como enanos, humanos u orcos, cuyas texturas y modelados no habían resistido muy bien el paso de los años. Este esperado cambio ha llegado por fin con 'Warlords of Draenor', con una profunda puesta al día de las razas más veteranas del MMORPG, aunque se han respetado profundamente los diseños originales para que el cambio no produzca un choque con estilo artístico tan característico de 'WoW'. En esencia los personajes están cargados con texturas más definidas y muchos más polígonos, pero el cambio ha sido natural y bastante sutil. Los más rezagados en actualizarse están siendo los Elfos de Sangre, introducidos en 'The Burning Crusade', para cuya actualización Blizzard todavía necesita unas semanas más (se espera su renovación muy pronto). 

World of Warcraft: Warlords of Draenor

Una tierra inhóspita por explorar

Como sabéis, en esta ocasión la aventura que viviremos transcurrirá en Draenor, el planeta natal de los orcos donde como héroe de Azeroth tendremos que asentarnos. Tal y como se relató en los hechos de 'The Burning Crusade', Draenor quedó destruido y su aspecto profundamente cambiado debido a un cataclismo y a la acción demoníaca de los ejércitos de la Legión Ardiente. En esta ocasión tendremos la oportunidad de visitar el planeta antes de que esto ocurrieda y comprobar cómo eran originariamente las zonas devastadas de la primera expansión. El cambio es radical, mostrándonos una tierra salvaje con preciosos parajes que nada tienen que ver con lo visto en Terrallende. Todas las zonas han sufrido profundas modificaciones, aunque otras como Nagrand -la única que más o menos mantenía su aspecto original en 'The Burning Crusade'- se han respetado bastante.

De momento solo hemos arañado la superficie de esta prometedora expansión, que promete alargar todavía más la longeva existencia del exitoso MMORPG. Aunque avancemos con relativa facilidad hasta el nivel 100 estos primeros días tras el lanzamiento, el futuro más próximo nos tiene preparadas novedades muy interesantes, como la introducción de las nuevas raids y por supuesto, la nueva temporada de PvP; para más adelante llegarán las grandes actualizaciones con el lanzamiento de los grandes parches de contenido, como es costumbre. Solo podemos llegar a la conclusión de que 'Warlords of Draenor' tiene mucho que ofrecer dentro de su cascarón antes de que los jugadores previsiblemente puedan perder el interés inicial. Veremos por cuánto tiempo consigue Blizzard mantener en la cresta de la ola este 'Warlords of Draenor' y si los grandes añadidos, como las Ciudadelas, consiguen calar en la rutina del jugador habitual. 

World of Warcraft: Warlords of Draenor

Todavía mucho por descubrir

Más de tres millones de copias vendidas en su lanzamiento apoyan la idea de que estamos ante una de las mejores expansiones de 'World of Warcraft' lanzadas hasta la fecha, y que mejor ha sabido atraer a los jugadores -tanto nuevos como aquellos que dejaron las tierras de Azeroth hace años-. Los años no han pasado en balde, pero pese a que su propuesta se ha visto superada por otros MMORPG en cuanto a mecánicas mejoradas, 'World of Warcraft' sigue sabiendo perfectamente cómo atraer a millones de jugadores gracias a una mezcla muy atractiva.

Si nunca nos hemos perdido por los montes de Kalimdor, la tierras inexploradas de Pandaria o los páramos desolados de Terrallende, ahora tenemos una oportunidad inmejorable, sobre todo porque al aterrizaje de los novatos se le ha puesto una alfombra roja con muchas facilidades y un efoque narrativo muy atractivo. Por otra parte, si un día partimos de Azeroth sin billete de vuelta, quizás el regreso a la raíces de la saga con esta trama llena de jefes orcos legendarios, pueda ser lo que necesitábamos para decidirnos.

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8.8

Lo mejor

Una experiencia de subida de nivel más entretenida y narrativa

Poder visitar todo un planeta como Draenor, tan importante para el lore de WoW

El impresionante diseño artístico

Lo peor

Algunas mecánicas heredadas desde hace 10 años que deberían revisarse de una vez por todas

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