Análisis Voez

Voez: El ritmo en nosotros

Cuando se creó el género musical, con los años se acabó convirtiendo en un género que experimentó multitud de cambios. Forma parte de ser el culpable de lo que a nivel popular se le conoce como la generación de plástico. En parte por títulos como DJ Hero, Guitar Hero, Rock Band o Dance Dance Revolution. Todos estos títulos disfrutaron de una época en la que se consagraron como juegos de gran éxito y gran rendimiento comercial en su día, pero al final acabaron desapareciendo con el tiempo por múltiples razones. Por ejemplo, la gente ya no podía seguir guardando tantos instrumentos en casa. Demasiados. Y fue el principio del fin para un género que fue en caída. 

Conforme avanzaron los años, diversos experimentos se fueron realizando. Por ejemplo tenemos a Rocksmith, un juego que permitía utilizar una guitarra de verdad para el título y que al final pasaría sin pena ni gloria. Empresas enviadas a bancarrota, videojuegos desaparecidos, estanterías llenas de instrumentos... Ya nada volvería a ser lo mismo. A día de hoy muy pocos son los títulos en el género que se acaban ganando un nombre y la mayoría de los que si lo hacen son títulos que vuelven a las bases y utilizan la tecnología actual para poder ser jugadores. En este ámbito encontramos 'Voez', un título musical que no necesita nada para funcionar y poner a prueba el ritmo en tu interior. Tan solo tu Nintendo Switch. Desarrollado por el estudio con sede en Taiwan Rayark Games, Voez fue desarrollado inicialmente para sistemas móviles Android y Iphone. Con el lanzamiento de Nintendo Switch llegó como título de lanzamiento para la nueva consola de Nintendo y lo hizo con algo de controversia.

Debido a su naturaleza táctil, Voez es un título que tan sólo se puede jugar en modo portátil, aunque nada te impida conectarlo a una televisión. Tan sólo un escueto mensaje nos avisa que el juego es incompatible con el modo televisión porque todos sus controles son táctiles. Avisado esto, Voez es un título musical que nos pone en la piel de dos chicas que quieren formar una banda música con el pretexto de convertirse  en estrellas del pop. Para ello, tocaran y tocaran todo su repertorio incesantemente hasta mejorar cada día más y más.  Como podéis imaginar, esta historia es tan solo una mera excusa para ponernos en situación de lo que nos depara 'Voez': practicar y practicar cada una de las 116 canciones que contiene el título. 

Toca y toca: las canciones y la pantalla

Al iniciar el título y empezar a jugar, tan solo tendremos disponible una canción que nos servirá a su vez de tutorial y es al empezar éste que nos damos cuenta que el título es imposible de adaptarse al juego en el televisor. El juego presenta unos controles táctiles que a primera vista parece que se podrían adaptar al uso de botones pero que conforme vamos jugando a las distintas canciones descubrimos que la adaptación a esto complicarían a sobremanera los controles.  Con solo cuatro tipos de movimientos como son tocar, deslizar, mantener o fregar, el título puede parecer al inicio un juego musical simple, pero nada más lejos de la realidad. La pantalla de juego baila al compás de la música, convirtiendo la pantalla en un constante cambio que además se convierte en una delicia sensorial. Por un momento tenemos cuatro raíles por donde bajan las notas y, al mismo tiempo que la música se acelera, estos mismos raíles se mueven por la pantalla o se multiplican.

En algunos casos están hechos tan solo como alicientes visuales, en otros se convierten en una pista de lo que nos avecina: una vorágine de notas que nos volverán locos. Todo esto es bastante difícil de explicar con palabras, pues es una sensación bastante única. Pero lo que no es único es la razón por la cual seguiremos tocando canciones que están hechas expresamente para el título. Y es que el único propósito del título es ir realizando logros que complicaran bastante rápido nuestros objetivos. 76 de ellos son los que tendremos que desbloquear, que van desde realizar un número concreto de canciones hasta conseguir el rango B en el mayor nivel de dificultad. 

116 canciones pueden parecer muchas, pero es que además cada una de ella tiene tres niveles de dificultad y nueve velocidades de caída de notas diferentes (siendo la velocidad x3 el predeterminado), por lo que tocar más de una vez la misma canción puede ser una experiencia distinta si jugamos con ambos parámetros, dando como resultado un total de 3132 posibilidades.  ¿Y todo por unos logros? Pues podría decirse que sí. Estos logros son a su vez la recompensa, pues cada uno se convierte  en un pedacito de la historia que os nombramos al principio o en una pequeña imagen sobre algo pertinente a la historia. 

El cuidado en un título minimalista

Hablando de las imágenes, no podemos dejar 'Voez' sin una de sus mayores bazas: el aspecto visual. Como hemos adelantado, durante las partidas, cada canción se convierte en un baile de luces y colores que animan a seguir jugando y probando canciones. Pero eso no es lo único en relación al aspecto visual. Voez es un título que está desarrollado con un estilo limpio y minimalista, pero cuidado al máximo detalle. Desde unos menús deliciosamente ordenados en forma hexagonal, hasta cada una de las canciones pues todas tienen una imagen exclusiva que les da personalidad propia a cada una. Cada canción tiene un arte conceptual con su estilo propio que bien podría ser el resumen de lo que representa. Y las hay para todos los gustos: ilustraciones hechas por auténticos artistas que acompañan un estilo que se antoja perfecto para el producto global. 

Voez no es tan solo un juego musical adictivo y de obligada adquisición para los amantes del género, sino que además está muy cuidado en su estilo artístico. Desde los menús hasta cada una de las composiciones exclusivas para el título, el juego musical de Treyark Games es una delicia sensorial. Si bien su estilo más arcade puede echar para atrás algunos jugadores, su gran dificultad supone un gran reto para todos a la vez que se disfrutan de los bailes de luces y colores que el título nos ofrece por el cómodo precio que tiene en comparación con su contenido.