Análisis Virtua Tennis 4

El sistema de progresión incluido, que nos premia con acceso a nuevas prendas, complementos y especialidades como tenista, redondean la experiencia, y otorgan una sensación muy gratificante que nos incitará a querer acceder a los más variopintos conjuntos de nuestro vestuario y a mejorar y convertirnos en los reyes indiscutibles de un estilo de juego, ya sea el de golpes agresivos, voleas cercanas a la red o contraataques, por citar algunos ejemplos.

Lamentablemente no todo es bueno, y hemos de reconocer que, aunque completo, adictivo y gratificante, la dificultad roza por momentos lo absurdo, y en nuestra primera temporada completa, compuesta de cuatro fases alrededor de todo el mundo, podemos llegar a situarnos entre los mejores tenistas del globo sin haber perdido ningún partido (y por ende ningún torneo). Además, el sistema usado para mejorar nuestra fama acaba tornándose simple, y le hubiera venido bien dar más opciones y capacidad de decisión al jugador.

Hora de alardear de PsVita

El modo Aplicaciones VT se estrena en esta nueva edición y nos propone todo tipo de minijuegos con los que admirar o trastear con las características de la consola, ya sean las pantallas táctiles, el sensor de movimiento o las cámaras. Un total de cuatro modos a los que se puede tildar de muchas maneras, pero no hacerlo de originales sería faltar a la verdad.

Partido RV nos permitirá jugar un partido en primera persona, movimiento la cámara por medio de la inclinación de nuestro sistema PlayStation Vita, y pudiendo disfrutar así de los partidos desde el punto de vista del jugador. No es una idea mal llevada a cabo pero sí acaba resultando pesada y poco atractiva, básicamente porque es difícil calcular nuestra posición en el campo y el golpe adecuado.

Toque VS permite jugar a dos jugadores con una misma consola enfrentándolos con una cámara aérea y obligándoles a hacer uso de la pantalla táctil delantera y del multi-touch. Es un modo muy de agradecer, intuitivo y, aunque costará dominarlo y ser preciso con nuestros golpes, recurriremos con asiduidad a él de tener a un amigo, hermano o compañero al lado aburrido de mirar como nos divertimos nosotros, una idea que nos ha sorprendido y que más de un juego debería intentar implementar, ya que resulta más que acertada.

La cámara de la consola también tendrá su utilidad en Cámara VT, una especie de modo foto en el que podremos poner a tenistas en entornos cercanos y ajustar todo tipo de parámetros, la imaginación de cada uno es el único límite, además, no estaremos limitados por las tarjetas de realidad aumentada, ya que no las necesitaremos para hacer uso de esta aplicación.

Por último, Mueve el barco, es un minijuego que nos obligará a hacer uso del sensor de movimiento, inclinando un barco mientras apuntamos y disparamos a nuestros objetivos. No tiene mayor complejidad que los 9 a los que podemos acceder en el apartado de minijuegos.

No son aplicaciones que vayamos a frecuentar con asiduidad (excepto Toque VS) pero que vienen bien para intercalar de vez en cuando con el Campeonato mundial o la modalidad online, un soplo de aire fresco que merece la pena probar y al que acudiremos cuando otras opciones nos saturen más de la cuenta. Un acierto. Además, a esta serie de aplicaciones se le suma la posibilidad de hacer uso de las funciones táctiles en cualquier partido y modo de juego.

Un online descafeinado

El modo online es una de las grandes decepciones del título y una de las principales pegas que se le pueden poner al mismo para acceder al notable alto-sobresaliente, no tanto por el número de opciones de las que hace gala como por el marcado y continuo lag que impregna todos los movimientos que llevemos a cabo.

Nada más entrar en el apartado "En red" podremos elegir si jugar en línea o creando/uniéndonos a una sede Ad Hoc (lo más recomendable de tener a alguien con la consola cerca y de querer evitar el lag), y una vez dentro de cualquiera de las opciones podemos optar por una partida igualada, una afín a nuestros deseos (modo ideal para jugar con amigos) o por echar un vistazo a las estadísticas y marcadores (mundiales, personales y de todos nuestros amigos).

El gran dato a destacar es la clasificación mundial existente, en la que empezamos en el grado G5 e iremos de ir jugando y ganando partidos contra rivales más y más difíciles en cada ocasión hasta llegar al rango A. Un equilibrio de partidas bien logrado y un sistema de progresión que mantendrán pegado a la consola a más de uno durante interminables horas de práctica, refinamiento y mejoría.

Aunque lo ideal es hacer uso del modo fiesta, Sega no se ha olvidado de aquellos lobos solitarios que quieran jugar solo contra desconocidos para ascender de rango y mejorar su técnica, y ha incluido un sistema de mensajes para que podamos enviar todo tipo de frases al empezar un partido, ganar un punto, o, por ejemplo, perderlo, pulsando un solo botón, algo que no queda mal como alternativa y complemento a usar con desconocidos.