Análisis Virtua Tennis 4

En profundidad

El modo Arcade nos hará disputar un total de cinco encuentros en los principales torneos del deporte (con nombres distintos debido a la ausencia de licencias) haciendo uso de una dificultad progresiva y conforme a la que hayamos elegido antes de empezar. Un modo que frecuentaremos debido a que ofrece diversión y entretenimiento sin ningún tipo de filtro, y nos incita a volver puntuando nuestra actuación y permitiendo que la comparemos con la de nuestros amigos en el LiveArea del juego (la pantalla desde el que iniciamos el mismo).

Entrenamiento se torna algo sencillo e inservible y, aunque a lo largo de 5 lecciones trata de enseñarnos a dominar la potencia del golpe, nuestra colocación, las correctas devoluciones, los mates y la diferencia entre ataque y defensa, no nos enseñara nada acerca de los golpes liftados, los globos, las dejadas y los supergolpes, algo imprescindible y vital en cada partido, y que no encontraremos en ningún lado, haciéndonos pasar por un proceso de prueba y error durante nuestros primeros minutos con el juego.

Los minijuegos vuelven una vez más y se convierten en un modo muy atractivo para cambiar de aires, alternar con partidos serios y picarnos con las puntuaciones de nuestros amigos. Variados, interesantes y muy divertidos son un total de 9, y nos pondrán en situaciones que van desde recoger dinero por la pista hasta jugar al póquer con la pelota, pasando por tiro al plato, faltas de fútbol con aires tenísticos, salvar patitos que nacen en la cancha... etc.

Todo tipo de lugares o personalidades emblemáticas

En Exhibición podremos disputar partidas individuales o dobles eligiendo el nivel de la inteligencia artificial, los personajes, la pista y otros elementos como el número de juegos, sets, el tipo de Tie Break y la posición en la que haremos el servicio. Debemos mencionar aquí los 29 escenarios de los que hace gala el título (algunos por desbloquear de inicio), y los 24 personajes (con varios bloqueados en un primer contacto también y sin contar los que creemos).

Nombres del momento como Djokovic, Nadal, Federer, Sharapova o Williams se ven las caras con leyendas del deporte como Edberg, Courier y Becker en pistas de césped, tierra batida, cemento y sintéticas situadas alrededor de todo el mundo. Los estilos de los personajes están bien diferenciados, y deberemos dominarlos y ponerlos en práctica para cargar la barra de supergolpe (haciendo estúpido jugar en la red con un tenista de golpes de fondo), pero los escenarios, más allá de las diferencias visuales apreciables a simple vista entre todos ellos, no aportan demasiado a la jugabilidad.

No son cifras despreciables pero tampoco impresionantes, y menos en lo que a escenarios se refiere. 

La próxima superestrella del tenis

El modo Campeonato mundial destaca por encima de los demás y se convierte por méritos propios en el único que logra mantenernos pegados al juego durante periodos de tiempo de considerable duración. En él tendremos que dotar de vida a un personaje, preferiblemente parecido a nosotros, y atribuirle todo tipo de rasgos por medio de un completo editor. Tendremos que elegir de detalles que van desde su nombre hasta su fecha de nacimiento, pasando por su nacionalidad, altura, peso, peinado, tono de piel, musculatura y algunos elementos más característicos, como el tono de voz de cara a los gritos y las posturas que adoptará para sacar, volear o recibir.

En esta ocasión, y para que nos identifiquemos aún más con el personaje que creemos, se ha incluido la opción de hacer uso de la cámara de la consola para, por medio de una foto tirada a nosotros mismos, obtener la cara de nuestro jugador. Una opción muy llamativa que acaba siendo relegada a ser probada una vez y no más (al menos por persona) debido a los resultados obtenidos, que, aunque provocarán carcajadas en un primer momento, acabarán haciendo que nuestro alter ego lleve constantemente gafas de sol y otro tipo de elementos que oculten su rostro, y no, no precisamente porque seamos feos, si no por los estrambóticos resultados que pueden darse.

Creado nuestro personaje tendremos que ir subiendo poco a poco los peldaños de una inmensa escalera, el ránking de la SPT (sí, STP y no ATP, una vez más nos quedamos sin licencias oficiales), aunque por suerte ésto no será ni mucho menos aburrido, al contrario, se tornará verdaderamente divertido y adictivo. Deberemos labrarnos un nombre, y ésto no se logra solo participando en torneos y partidos amistosos, también deberemos entrenar duro, descansar cuando nuestra resistencia roce mínimos alarmantes, acudir a todo tipo de actos publicitarios y realizar donaciones de mayor o menor envergadura a la beneficencia.

La presentación de “Campeonato mundial” es poco menos que llamativa, y con vistosos menús las cosas se desarrollan por medio un tablero como si de un juego de mesa se tratara, habiendo también pequeños trucos, buenas y malas rachas y una serie de normas a las que pronto nos adaptaremos.