Análisis The Surge

The Surge - Un viaje a un futuro desolador

Las influencias de The Surge son muy obvias, y es que pese a aportar algunos elementos propios al género, se nos hace imposible no acordarnos en más de una ocasión de la magnífica obra de From Software. Hay que recalcar, que esto no tiene por que ser malo, al contrario, en una industria que le da cada vez más facilidades al jugador, siempre se agradecen propuestas como estas que exigen lo mejor del usuario.  

El mundo de The Surge es un mundo envejecido y cerca del colapso, donde los avances tecnológicos implementados por la corporación CREO han hecho que muchos puestos de trabajo sean ocupados por robots, y para los puestos de trabajo en los que aún es necesaria la presencia de humanos se están empezando a utilizar exoesqueletos mecánicos que se conectan con el sistema nervioso, con tal de mejorar el rendimiento de los trabajadores. En este contexto, nuestro protagonista, un hombre confinado a una silla de ruedas, se dirige en su primer día de trabajo a someterse a la intervención que le unirá con el exoesqueleto, sin embargo algo sale mal, y cuando despierta el mundo ya no es el mismo. A partir de este momento nuestro protagonista deberá enfrentarse a un entorno hostil y desconocido, y es aquí donde entran los dos puntos más importante de la faceta jugable de The Surge: El combate, y la exploración. 

El sistema de combate que propone The Surge, es prácticamente calcado al de los Souls, es decir, un sistema de combate que nos invita a pensar cada movimiento, a decidir cuando es mejor atacar, cuando es mejor defenderse y cuando es mejor esquivar, y es que los enemigos son despiadados, y hasta el enemigo más básico, si viene en grupo puede hacernos un verdadero "traje".  A la elevada dificultad de los combates, hay que añadir el hecho de que si morimos, perderemos toda nuestra "chatarra tecnológica", (la cual, servirá de moneda de cambio para usarla en los centros de salud, donde podremos  subir el nivel de nuestro exoesqueleto, adquirir y mejorar equipo,etc...) y para recuperarla tendremos que volver al lugar donde nos mataron, pero eso sí, tendremos que llegar antes de que acabe el tiempo, y si este se acaba o nos matan antes de recuperarla, perderemos nuestra chatarra para siempre. 

Un juego a contrarreloj

Este detalle de tener un tiempo límite pare recuperar tu chatarra, hace que nos apuremos un poco más y que el juego se vuelva más dinámico. Otro detalle aparte del que acabamos de mencionar y que lo diferencia un poco de la saga Souls es el hecho de que podamos decidir a que parte del cuerpo del enemigo atacar, creando así nuevas situaciones en un combate, que se vuelve aún mas estratégico. Cuando nos enfrentemos a un enemigo, podremos ver que una parte de su armadura es más débil, y por lo tanto, sabremos de que manera es más fácil matarlo, sin embargo, el botín que nos llevaremos no nos será de gran ayuda. Sin embargo, si atacamos a las partes donde su armadura es más dura, y conseguimos cercenar esa extremidad nos llevaremos "como premio" una arma más efectiva que la nuestra, o una parte de la armadura que proteja más de la que llevamos nosotros. 

Esta nueva mecánica que han implementado los chicos de Deck 13, es realmente interesante y da mucho juego, ya que aunque lo más sencillo seria luchar aprovechando los puntos débiles de nuestros enemigos, en muchas situaciones nos encontraremos inmersos en peleas sin aprovechar dichos puntos débiles porque lo que nosotros realmente queremos es esa arma o armadura que el rival posee. Como consecuencia, muchos combates a priori sencillos acaban aumentando su dificultad ,y por ende, es más posible que acabemos muriendo. 

Precisamente, es la implementación de estas pequeñas variaciones en el sistema de combate respecto a lo visto en los juegos de la saga Souls, lo que le aporta algo de frescura a la formula y evita que estemos todo el rato pensando que estamos jugando a una copia, con una ambientación diferente, de la obra de From SoftWare. 

Dificultad desquiciante

Los enemigos (los cuales se regeneran cada vez que morimos, o cada vez que usamos un centro de salud) a los que nos enfrentaremos a lo largo de la aventura, han sido más variados de lo que en un principio podía esperar, y la realidad es que algunos están tan bien diseñados, que solo con su aspecto ya puedes intuir que el combate no va a ser nada sencillo. En cuanto a su inteligencia artificial, si bien no es la más puntera a la que me he enfrentado en un videojuego, si que es cierto que nos obliga a estar muy atentos, y a pensar muy bien nuestros movimientos para evitarnos disgustos, pero pese a lo muy preparados que estemos, tenemos que estar mentalizados de que vamos a morir, y mucho, ya que el juego es realmente muy difícil. 

Quiero recalcar, que normalmente, que un videojuego tenga una dificultad elevada no es algo negativo, al contrario, para muchos jugadores es un aliciente, pero en este caso la dificultad no es que sea muy elevada, es que es realmente injusta, en ocasiones rozando lo absurdo.  La verdad es que con The Surge he llegado a extremos de apagar la consola, querer lanzar el mando por la ventana, maldecir una y otra vez al enemigo por matarme o a mi personaje por no ser lo bastante hábil. En resumen, es una experiencia que puede llegar a ser muy desquiciante, y que debido a su desesperante nivel de dificultad, no recomiendo a personas impacientes o que nunca hayan probado un juego de este tipo (hay otros títulos más accesibles si alguien quiere iniciarse en este sub-género).  

Eso sí, la satisfacción de vencer a un rival con el que llevabas literalmente horas enfrentándose, es enorme, y sientes que, ahora sí, estas listo para enfrentarte a lo que sea...hasta que te encuentras con el siguiente enemigo y la realidad te da una bofetada.  En The Surge nunca estás lo suficientemente preparado, y si te confías o te creces, el juego se encargará de ponerte en tu lugar antes de que te des cuenta. 

The Surge y su ambientación única

Otro aspecto que cabe recalcar es su genial ambientación, y es que, aunque nos pueda parecer que ya hemos visto mil veces las típica ambientación futurista-realista, la verdad es que The Surge consigue que la suya se sienta única, y que realmente sintamos que estamos ante algo diferente al resto. Mención aparte para sus escenarios, que se interconectan de una manera muy orgánica entre ellos, fomentando la exploración y la repetición de niveles. Sin duda uno de los puntos fuertes del juego pese a lo intrincadas y confusas que pueden llegar a ser algunas de sus secciones. Si a esto le añadimos una banda sonora a la altura, y unos efectos de sonido brillantes, que hacen que sintamos una mayor crudeza en cada combate, podremos extraer que Deck 13 no ha dejado ningún detalle en el aire, y ha puesto mucho mimo a su nueva aventura. 

Los chicos de Deck 13 pueden estar muy orgullosos de The Surge. Es un juego que no es excelente en ninguno de sus apartados, y pese a no lograr alcanzar el nivel de la saga Souls, logra alcanzar un nivel muy destacable. Es cierto que su dificultad en algunos puntos roza lo imposible, llegando a ser verdaderamente desquiciante en algunos momentos, pero también es cierto que la sensación de superación y progresión es muy gratificante.  El hecho de que el estudio haya decidido implementar algunas pequeñas variantes a su sistema de combate, sumado a su atractiva ambientación, hace que nos encontremos ante un producto muy notable.