Análisis Shin Megami Tensei: Devil Survivor Overclocked

Dependiendo del demonio rival y sus características, nuestras habilidades podrán hacer mayor o menor daño. Por ejemplo, algunos son más propensos a recibir más daño con un ataque físico, otros soportan peor el hechizo eléctrico como Zio o hechizos de fuego como Agi. Los grupos de enemigos siempre están dirigidos por uno de los tres personajes, que al derrotarlo, el grupo de enemigos suele desaparecer, aunque el resto sigan con vida. Por ello, los enemigos, si ven que su líder está en peligro, suelen protegerlo y recibir el daño que fueras a producir. Es importante identificar bien al grupo de enemigos y valorar si son personajes que podrían cubrir a su líder, para atacar primero a ellos y no perder tiempo con el jefe. Otros, por ejemplo, tras el combate pueden restablecer vida al resto de unidades de su grupo. De esta manera, en el combate, debemos atacarles primero a ellos, debilitándolos para que luego no puedan curar a sus aliados.

Como veis, son muchas las variantes que hay que tener en cuento, no solo en los combates, también en el movimiento de los personajes por el tablero. Hay ataques de protección, otros que alteran tu estado, otros que atacan a los tres enemigos a la vez. Un buen número de posibilidades, que hacen de los combates un juego muy estratégico, perfecto para cualquier fan del género RPG más clásico.

Conforme derrotemos a criaturas, podremos ganar experiencia. Esta experiencia sirve para subir de nivel los personajes, y en algunos casos, poder configurar aspectos estadísticos como el ataque, la vida o la magia. Finalizar el combate con éxito también nos reportará dinero.

La casa de subastas demoníaca

El dinero que generamos tras una pelea sirve, esencialmente, para comprar aquellos demonios que vamos venciendo. Todos y cada uno de los demonios que venzamos en una de las batallas, con su mismo nivel y habilidades, aparecerán luego en una especie de casa de subastas, en donde podrás pujar por ellos o pagar el dinero máximo y conseguirlos sin otros postores. Estos demonios están categorizados con estrellas y, cuanto mejor sean, más tendremos que ofrecer o pagar por ellos.

Hadas, ogros, brujas, robots y gárgolas son algunos de los demonios que podremos obtener por dinero. Conforme avancemos en la historia, enemigos más difíciles veremos en los combates, pero también mejores demonios podremos comprar, lo que equilibra un poco las cosas y nos permite realizar equipos más perfeccionados y potentes. Pero el verdadero truco del juego y del sistema de batallas de 'Shin Megami Tensei: Devil Survivor Overclocked' no es la consecución de poderosos demonios mediante las subastas, sino la mezcla de los mismos.

En el apartado fusión del menú, los jugadores podrán mezclar y remezclar demonios a su antojo. De esta forma, podremos realizar un demonio poderoso de dos demonios más débiles y baratos. Un demonio al que además podremos personalizar sus habilidades, heredando algunos ataques de sus dos demonios base o generando ataques por medio de la fusión. Se trata de probar y mezclar demonios, para conseguir criaturas cada vez más potentes, con mejores ataques y habilidades, y con más poder de ataque o vida.

Con el paso de los días, podremos conseguir mejores demonios en la casa de subastas y, por lo tanto, conseguir mejores mezclas en la fusión. Es importantísimo dedicarle el tiempo necesario a la creación de monstruos, sin ella no tendrás ni una sola oportunidad en alguno de los escenarios del juego. Algunas de las fusiones estarán bloqueadas al principio, mientras que otras tienen un coste de dinero, siendo muchas veces totalmente prohibitivo para un jugador que comienza la aventura.

Poco trabajo en la versión para Nintendo 3DS

Como vemos, se trata de un juego con un carácter propio muy marcado y tradicional, que ya por su propia naturaleza podría no resultar demasiado atractivo para un amplio número de personas, a excepción del fan de este género. Pero es que además, una de sus mayores debilidades, es el nulo trabajo que se ha hecho en la portación para Nintendo 3DS con respecto al original.

Aunque gráficamente parece estar algo más limpio, siguen siendo los mismos spriters de siempre, en una consola que, a todas luces, puede mejorar mucho el aspecto de un juego como este. La acción sigue generándose en la pantalla inferior, no adaptando la imagen a la pantalla panorámica y 3D de la consola. Por si esto fuera poco, aunque los menús están adaptados, las batallas no pueden ser controlados mediante la pantalla táctil, teniendo que utilizar obligatoriamente los botones de la portátil.

Se podría pensar que ya que no adaptan la imagen a la pantalla superior, quizás cabría la posibilidad de controlar la batalla con la pantalla táctil, pero no. Después de todo, estamos ante una portación que, sinceramente, tampoco iba a generar el dinero suficiente como para justificar una inversión amplia de tiempo en la adaptación de ciertas funcionalidades a la consola.

El resultado es un juego muy entretenido para los fans del RPG estratégico más clásico, pero algo soso y aburrido para el resto de jugadores. Un juego denso, en el que el trabajo realizado ha sido poco con respecto a la versión original, pese a haberle añadido un octavo episodio (que siempre es de agradecer). Aunque resultón, es un juego que técnicamente se queda muy cojo, un título anticuado dentro del catálogo de Nintendo 3DS por no aprovecharse de alguna de sus más importantes funciones.

Desde luego, si eres fan de la serie o del género, te gustará, pero el resto de usuarios deberían probarlo antes de comprarlo. No es plato de buen gusto para todo paladar, sobre todo si no está acostumbrado a este tipo de juegos de estética, historia y jugabilidad tan japonesa. No es una decepción, ni mucho menos, pero da la sensación de que se podría haber hecho mucho más.