Análisis Ryse: Son of Rome

Foco es a lo que el tiempo bala en 'Max Payne'; presionando 'RB' Marius golpeará el suelo con su escudo ralentizando la acción, momento que aprovecharemos para liarnos a espadazos con nuestros enemigos.Empleando puntos de habilidad aquí obtendremos más cápsulas para Foco así como una ligera reducción de su consumo una vez activado. Gastar puntos en Ganancia nos permite obtener una mayor experiencia a la par que rellenar la habilidad de Foco mucho antes. Por último, Combate se centra en ampliar el inventario para llevar más proyectiles, así como entrar antes en el modo Águila.

Además de las habilidades, 'Ryse: Son of Rome' nos plantea recibir diferentes bonificaciones una vez completemos con éxito las ejecuciones. Las podremos activar mediante la cruceta del mando eligiendo entre cuatro tipos: Salud, Foco, PE y Daño. Salud nos otorgará rellenar nuestra barra de vida tras aniquilar a un enemigo, mismo resultado con la categoría de Foco. Si seleccionamos PE, la experiencia recibida será mayor; mientras que con Daño nuestro poder aumentará considerablemente durante un tiempo. Cada una de estas opciones pueden ser mejoradas con puntos de experiencia, quedando divididas en dos tipos, 'ejecuciones sencillas' y 'dobles'; según abatamos a los enemigos de uno en uno o hasta en grupos de dos. Por desgracia la utilización de las bonificaciones está bastante descompensada siendo la opción de 'Salud' la más recomendable y útil.

En dificultad Normal hemos de decir que en nuestro caso nos han sobrado puntos de experiencia por doquier, teniendo desbloqueadas todas las habilidades al máximo así como las ejecuciones; todo ello sin emplear la bonificación de PE. Y es que como hemos dicho en líneas anteriores, 'Ryse' es uno de esos títulos a los que si se les quiere sacar el mayor provecho posible merece ser jugado en dificultades altas.   

Como ya hemos mencionado anteriormente entre combate y combate también deberemos realizar otras tareas. En los escenarios tendremos repartidos diferentes documentos y crónicas que podremos recoger a modo de coleccionable y que si bien su incentivo es la de picarnos el gusanillo por explorar los niveles, éstos no se prestan a tal acción debido a su excesiva linealidad y que incluso a pesar de ser conscientes del "pasillo" en el que nos encontramos, el programa nos recuerda el camino a seguir. Ciertas acciones que llevaremos a cabo durante la campaña nos recuerdan los orígenes de 'Ryse'. Kinect será un elemento también a utilizar y cuya integración funciona a las mil maravillas. Podremos pedir que nuestros aliados utilicen la catapulta o según el momento de la trama que los soldados liberen a los presos de las jaulas.

Acciones que se realizan de manera rápida y que no nos han dado problemas. Para los más reacios a utilizar el dispositivo, basta con mantener presionado 'LB' cuando aparezca en pantalla para llevar a cabo la acción, aunque esto implica algo más de lentitud.  Entre otras circunstancias y derroteros del guión deberemos de avanzar con nuestro grupo en la conocida formación tortuga cubriéndonos con los escudos para evitar las flechas enemigas y disparando lanzas a los bárbaros. En estas pequeñas secciones notamos una vez más que 'Ryse: Son of Rome' estaba pensado para Kinect, aspectos como que la acción avanza sobre raíles inclusive sin que tengamos que mover el stick hacia delante son solo algunos ejemplos de ello.

El título también incluye una modalidad multijugador y en la que ya sea en solitario o con un amigo podremos vernos involucrados en combates en el siempre espectacular Coliseo. La mecánica es bien sencilla, antes de cada combate podremos elegir un dios y que nos proporcionará una bendición (característica y poder especial a utilizar), ya en la arena deberemos de superar diferentes rondas que vienen acompañadas de enemigos y pequeñas misiones a cumplir como liberar prisioneros entre otras. Terminado el combate recibiremos experiencia y oro con el que mejorar a nuestro gladiador con equipo y habilidades. Para ello podremos ir acumulando dinero con el fin de comprar sobres que nos proporcionen un mejor equipo para cabeza, torso y armas o bien mediante el sistema de micropagos agasajarnos unas cuantas monedas para canjear en el juego. Al igual que el modo campaña, el sistema jugable es el mismo lo que a la larga se acaba haciendo bastante monótono y aburrido, indicativo de que a pesar de que la propuesta online sería estirar algunas semanas la vida del producto, no tardaremos en dejarlo abandonado tras completarlo total o parcialmente.

Crytek lo ha vuelto a hacer: apoteósico apartado audivisual

Crytek es un estudio que durante los últimos años puede generar algunas dudas en la propuesta jugable de sus títulos, en especial su franquicia 'Crysis'; pero lo que nadie puede negar es que siempre consiguen estar a la vanguardia del apartado técnico y con 'Ryse: Son of Rome' lo vuelven a demostrar.

El juego muestra un conglomerado de detalle de texturas, efectos e iluminación como hacía mucho tiempo que no veíamos y que incluso iguala y supera en muchos aspectos a 'Crysis 3' en su versión PC con calidad máxima; en especial por este último apartado. Y es que la iluminación desarrollada para 'Ryse' os dejará escenario tras escenario y minuto tras minuto con la boca abierta. La luz de antorchas o el sol, los reflejos en las diferentes superficies hacen del título una auténtica obra maestra a nivel visual y que una vez más certifica que en Crytek están a otro nivel en lo que a desarrollo gráfico se refiere.  Es más, seguramente algunos de vosotros os quedaréis pasmados en los primeros instantes del título al no diferenciar cuándo estáis frente al juego en sí y una secuencia cinemática.