Análisis Resistance 2

Gráficos

Más grande, más largo, mejor. Este es el resumen del aspecto que presenta Resistance 2; las texturas tienen la mayor calidad que hemos podido ver en todo el catálogo de Ps3, siempre bien definidas e integradas. Los escenarios abarcan bastas extensiones de terreno, donde deambulan miles de enemigos y algunos pocos que ocupan, como miles de los otros, por lo que podríamos definirlo como un juego de escalas épicas y todo a un framerate totalmente estable.

Este es, sin duda, el punto álgido de Resistance 2; probablemente es el juego con el mejor ratio calidad/fps del mercado -y no estamos hablando de unos gráficos normalitos- sino de la más alta calidad. Enemigos muy definidos, balas silbando por todos lados, explosiones, compañeros acompañándote, hierba moviéndose a tu paso o el agua ondulando que se estremece ante el ataque de un disparo perdido. Todo esto forma la experiencia gráfica más completa que he podido experimentar en una consola.

Un párrafo aparte se merece el sistema de partículas que se puede apreciar cuando los enemigos, digamos, explotan, recordándonos a FEAR los desmembramientos y lluvia de casquería varia estará a la orden del día y dado que tenemos a una ingente cantidad de enemigos por delante el camino no quedará precisamente limpio, esto le da al juego otro punto más de inmersión, le da realismo sin tener que adentrarse en la exageración, han conseguido el punto adecuado de cruda realidad.

Pero no todos son Quimeras con cara perfectamente definida. En su intento por tener un juego de esta magnitud, se han atrevido a mostrar escenarios situados a grandes alturas, con todos los inconvenientes que esto representa; el suelo, varios centenares de metro más abajo, se presenta como una gran textura que desvirtúa totalmente el trabajo conseguido por las elegantes estructuras que habitan los cielos. Esto es quizás el único punto negativo, realmente negativo, en cuanto a gráficos se refiere; ésto y los típicos fallos de sombras bailarinas en las caras o el excesivo perfilado de los personajes.

Jugabilidad

Se han remapeado los controles y se han adaptado a las nuevas situaciones con las que nos encontraremos. Ahora, básicamente, usaremos dos gatillos y los sticks, siendo todos los comandos muy intuitivos; se ha optado por dar mucha importancia al sprint, el cual se sitúa en el mismo botón que agacharse (claramente inspirado en el Gear of War), permitiéndonos ir avanzando de cobertura en cobertura, sin liarnos con los controles y mostrando unos efectos al esprintar que nos da un extra de emoción al juego.

Hay momentos que, con la tensión que tienes acumulada por radio, te piden que te das prisa e instintivamente empiezas a esprintar por los pasillos sin tener en cuenta los posibles bichos que te puedas encontrar y, dependiendo de la situación, vas disparando directamente mientras corres. Adrenalina en estado puro.

Una vez nos hacemos con el control de Nathan, nos enfrentaremos a uno de los periplos más intensos que nos podemos encontrar en un videojuego. Oleadas y oleadas de quimeras nos presionarán hasta nuestro limite; el juego no nos permite un descuido y nos encontramos ante las muertes más baratas del sector, un descuido y estarás tirado en el suelo, no hay sitio para la duda.

Quiero dejar claro, que esto no quiere decir que el juego sea excesivamente complicado; en nivel normal, quizás se sitúa un poco por encima del estandar pero que dado a que se ha eliminado la barra de vida en el modo un jugador la cosa se suaviza bastante, si nos dan nos ponemos a cubierto.

Luego tendremos más niveles de dificultad tras pasarnos el medio y, como regalo, nos encontraremos con un sorprendente modo Arcade, en el cual contaremos con unas determinadas vidas para poder pasarnos el juego, como dice el nombre, al más puro estilo recreativa. Sin duda alguna un detalle que se aprecia.

Si bien los combates normales se suelen hacer monótonos por la actitud de los enemigos, dada la variedad de escenarios, armas y enemigos, esto no será problema, ya que no es lo mismo enfrentarnos a un centenar de minúsculos alienigenas que nos escupen y aparecen por todas las esquinas, que ir a enfrentarnos a un dron de combate totalmente blindado, a una mole de 3 metros con escudo protector, a un escuadrón de quimeras fuertemente armadas o a una avalancha de Grim que requerirán toda nuestra munición para tumbar al último, teniendo que llegar a rematar a varios a base de culatazos.