Análisis Resident Evil: Operation Raccoon City

Un modo Historia para echar la tarde. Solo una

Con esto ya tenemos suficiente para comenzar la mediocre Campaña del juego. La historia, aunque conocida, podría pintar bien a primera vista por la posibilidad de rellenar huecos o darnos otros puntos de vista a lo sucedido, pero el pensamiento se desmorona al descubrir que se relata de forma pobre y con unos diálogos e intersecciones cinemáticas bastante mal construidos. Además, los personajes protagonistas que controlamos no tienen historia, pasado o algún rasgo personal diferenciador que nos empuje a buscar respuestas en la trama. Y ya para rematar la jugada, este modo de juego se extiende por tan solo 7 niveles que se pueden terminar, sin demasiado esfuerzo, en unas 4-5 horas.

Lo que no he comentado todavía, y por eso lo hago ahora, es que a pesar de que tenemos que elegir a un personaje al principio, el juego se desarrolla en equipos de cuatro, donde los tres “lobos” restantes los maneja la IA o hasta tres compañeros, si es que elegimos jugar en cooperativo por internet (no hay posibilidad de hacerlo en local). Sabiendo esto, seguro que ahora cobra más sentido en vuestras cabezas el hecho de que haya tanta variedad entre los distintos personajes, y añade interesantes tintes tácticos al shooter. Obviamente, sobra decir que la partida es mucho mejor en cooperativo, y más si os comento que la IA no es mala, sino lo siguiente, y no solo para los enemigos, sino también para los aliados, lo cual tiene mucho más delito, porque los convierte más en un lastre que en una ayuda.

Mirando otros aspectos de la jugabilidad que no sea la horrenda IA, nos encontramos con un control que destaca como uno de los puntos fuertes del juego, proporcionando una adaptación instantánea para los habituales de los shooters y bastante sencilla para los que no son tan habituales. También se hace uso de un sistema de cobertura que, aunque no es tan completo como el de otros juegos tipo Gears of War, sí que se antoja suficiente para lo que en realidad se va a utilizar, porque aquí la gracia del juego no está en cubrirse, sino en ir a por todas de cara.

Como en todo "Resident Evil" que se tercie, nos encontramos con que la escasez de munición va a ser una de las tónicas del juego. Hay que administrarla de la mejor forma posible porque será difícil encontrarla, y porque a veces la cantidad de enemigos es tal que no llega para todo. Lo mismo ocurre con la forma de curar la salud, que se lleva a cabo a través de las clásicas plantas verdes, que tenemos que utilizar in situ y que no podemos llevar encima. Como novedad (en la saga, que no en el mundo de los videojuegos), podemos caer infectados y convertirnos en zombis. Un indicador en la pantalla nos mostrará el tiempo que nos queda a nosotros o a los miembros del grupo para la transformación, y habrá que buscar un antídoto lo antes posible para no tener que sucumbir o liquidar a uno de nuestros compañeros.