Análisis OutLast

Locura y oscuridad en un centro hostil

Al título le falta algún tipo de mecánica de engaño para esquivar a los enemigos, puesto que en muchos de los momentos en los que somos perseguidos y tratamos de escondernos en la oscuridad, el enemigo acaba dando vueltas cerca de nuestra posición sin deajrnos ningún tipo de escapatoria, por lo que a veces al arriesgarnos podremos ser heridos de muerte y acabar apaleados por uno de los deformes del título. Se podría recoger algo del escenario y tirarlo hasta otro lugar para despistar a los perseguidores, pero no es algo que se eche en falta esencialmente. Escuchar al personaje jadear sin métodos para defenderse es otro de los puntos más interesantes del título, puesto que verle sufrir es otra parte de ‘Outlast’ que hace que nos sintamos bastante incomodos, escuchar al protagonista sufrir sin saber lo que se encontrará a continuación es muy agobiante para el propio jugador.

Los amantes del gore también estarán encantados con el videojuego de Red Barrels, puesto que no faltarán escenas no aptas para estómagos débiles. En la aventura descubriremos órganos que muchos ni conocíamos, puesto que a la desarrolladora no le ha temblado la mano en meter vísceras, decapitaciones y otras secuencias que nos pondrán los pelos de punta. Atención al encontronazos con el Doctor Trager, posiblemente uno de los personajes más escalofriantes que hemos visto últimamente.

No hay que olvidarse de los diálogos que nos ofrecen los pacientes del centro, muchos de ellos se montan su propio monólogo que nos dejarán completamente atónitos, ni los propios personajes que no intentan atacarnos nos dejan un momento de respiro, algunos sueltan algunas frases de verdadero terror. En cuanto a las voces, el título de Red Barrels es en completo inglés, excepto todos los textos que se encuentran en Español.

La duración desafortunadamente no es uno de sus puntos más fuertes, el juego dura aproximadamente unas cinco horas, sin contar que tenemos algunos niveles de dificultad solo para machotes, como por ejemplo el novedoso modo demente, en la que tenemos poca vida, pocas pilas y no hay puntos de control, es decir, si nos matan toca volver desde el principio del juego.

En cuanto al apartado gráfico, ‘Outlast’ presume de correr a 60 fps con una resolución de 1080p con bastante fluidez, pero no nos encontramos ante un portento gráfico. El juego aporta momentos bastante interesantes en términos de texturas, pero nada más.

Como curiosidad, el Dual Shock 4 pone a prueba algunas de sus características en ‘Outlast’. Por ejemplo, la barra de luz cambia de color con la vida del protagonista o cuando utilizamos la cámara en visión nocturna. Por otro lado, el panel táctil sirve para hacer zoom con la cámara deslizando nuestros dedos o bien si lo pulsamos desvelaremos el menú de documentos encontrados en el juego.

El terror llama a tu puerta

Red Barrels, formado por ex desarrolladores de Ubisoft, Electronic Arts y Sony, han creado un verdadero título de terror que revive aquellos grandes momentos que nos ofreció un género que aparentaba estar fuera de servicio hasta el momento

‘Outlast’ llega como título de gratuito para los usuarios de PlayStation Plus y se convierte en un juego terrorífico y que satisfará a los amantes del survival horror gracias a su increíble ambientación y la continua tensión con la que nos mantenemos durante toda la aventura.

Una experiencia muy intensa que se apoya de un artefacto mágico, una cámara de vídeo con visión nocturna, que nos ayudará a encaminarnos en un manicomio repleto de monstruos y seres que no dudarán en atacarnos en el momento de avistarnos.

Hacía muchísimo tiempo que no nos sentábamos delante del sofá con el sistema 5.1 a oscuras en una noche fría y nos movíamos lentamente con un personaje por los corredores de un lugar oscuro, estando tan asustados que no queríamos andar más rápido por si éramos sorprendidos por alguno de los enemigos del juego.

Una experiencia brillante y recomendada para todos aquellos jugadores a los que les encanta pasarlo bien y mal a partes iguales.