
Impresiones
El próximo 8 de octubre, Samus Aran regresa a consolas Nintendo con su primer juego 2D original en muchos, muchos años y lo hace a lo grande.
Te contamos qué hay que saber sobre Metroid Dread y por qué pensamos que va a ser uno de los juegos del 2021 a través de varios puntos clave. ¿Es lo que estábamos esperando los fans tras Metroid Fusion?
Metroid 5; con este título provisional nos sorprendió Nintendo en el tráiler de presentación del pasado E3 2021. ¿Estábamos ante las primeras imágenes de Metroid Prime 4?¿Pero por qué llamarlo “5”? Tras la (deliberada) confusión inicial, se reveló que estábamos ante el sucesor argumental directo de Metroid Fusion (2002, Game Boy Advance) y por extensión, del legendario Super Metroid (1994, SNES). La saga 2D continúa su camino paralelamente a la subsaga Prime.
Metroid Dread continúa exactamente donde lo dejó Metroid Fusion hace casi 20 años, con Samus estrellando un laboratorio de pruebas biológicas espacial contra el planeta SR388, hogar del Parásito X. Después de los eventos de Fusion, la Federación Galática recibe una transmisión que revela la existencia de parásitos X en el planeta ZDR, donde transcurre Metroid Dread. La federación envía 7 robots E.M.M.I. al planeta, pero pierde el contacto con ellos, por lo que envía a Samus a investigar.
Al llegar al planeta, la cazarrecompensas descubre que los androides están fuera de control, tomándola como un enemigo. Por lo que hemos podido ver en los primeros minutos de juego, sin entrar en spoilers, parece que Metroid Dread será clave para colocar algunas piezas del puzle de la saga y descubrir más sobre algunos de sus actores clave, como la civilización chozo.
Metroid Dread hace bien muchas cosas, pero para uno de los pilares históricos de Nintendo solo con eso no vale; hacen falta factores diferenciales, hace falta innovar para seguir marcando el camino. ¿Cómo lo hace la nueva entrega? Con la introducción de los EMMI, los robots indestructibles que han protagonizado todos los tráilers del juego hasta ahora.
Los androides enviados por la Federación Galáctica están fuera de control y no pararán hasta acabar con Samus; buscan a la cazarrecompensas y nos persiguen hasta que salimos de su "zona de acción". Los EMMI son un soplo de aire fresco en Metroid Dread por lo que hemos probado e intercambian las fases de calma y exploración por momentos de tensión y suspense en los que hay que actuar rápido y terminar nuestro trabajo para salir cuanto antes de su radio de acción (hasta que seamos suficientemente fuertes para acabar con ellos).
Nuestras sensaciones tras jugar a Metroid Dread durante aproximadamente una hora son bastante familiares y eso es bueno. Todo tiene un aspecto nuevo que se ve mejor que nunca, pero el reto clásico de Metroid sigue intacto: mapas laberínticos, backtracking para rescatar powerups inaccesibles, aprendizaje de nuevas habilidades, gestión de munición y vida…
Parece que la vida es un poco más fácil pudiendo congelar nuestra partida para continuar exactamente donde lo dejamos o que el control de Samus sea más preciso y eficaz que nunca. Sin embargo, más allá de eso no nos parece que se haya suavizado la exigencia de anteriores entregas; el avance por los escenarios en Metroid Dread es igual de críptico (y gratificante) que siempre y no hay nadie ahí que nos diga dónde se encuentra nuestro próximo objetivo. Toca volver a tirar de mapa a cada paso, poner marcadores en zonas clave y explorar hasta el último rincón de cada escenario.
No parece fácil contentar a todo el mundo con una saga con 35 años de historia; Metroid siempre tendrá una deuda eterna con su pasado y su base de jugadores de toda la vida. Por eso no se le puede exigir a Metroid Dread que reinvente el género metroidvania, cosa que no hace, pero sí pedirle que añada capas de brillantez a los sólidos cimientos que lo sustentan todo. Por lo que hemos visto, parece que estamos justo en este último escenario.
Antes de ponernos a escribir estas impresiones, era obligatorio meter el cartucho de Metroid: Samus Returns en nuestra polvorienta 3DS para recordar qué tal le fue a MercurySteam con su primera toma de contacto con la licencia Metroid. Lo cierto es que el remake nos pareció soberbio en su día, pero hemos recordado su mayor inconveniente: el control.
No es que el estudio lo hiciera mal, es que Nintendo 3DS tenía muchas limitaciones y la falta del segundo stick de las primeras versiones condenó al juego a un control realmente incómodo que cansaba las manos. Lo peor de todo era que para el disparo guiado de Samus, había que fijarla con el gatillo para poder apuntar con el stick, lo que marcaba el ritmo del juego y la movilidad del personaje.
Todo eso es historia en Metroid Dread. Gracias al segundo stick de Nintendo Switch, ahora el control es mucho más fluido que nunca y da igual la cantidad de habilidades que vaya sumando Samus a su arsenal, las partidas son mucho más ágiles. A ello contribuye además, la acertada decisión de añadir un barrido a las habilidades por defecto de Samus que nos permite atravesar huecos, esquivar y embestir enemigos. Este nuevo “dash melee” se une a la vuelta del contraataque que ya vimos en Samus Returns (tan útil para recuperar vida y munición).
La elección de Nintendo Switch para la nueva entrega 2D de Metroid no es casualidad y las posibilidades de sus controles son solo una parte. Lógicamente, la potencia técnica es igual de relevante; Metroid Dread es un proyecto que lleva hibernando durante desde los tiempos de Nintendo DS, esperando el momento perfecto para darle luz verde. Ese momento ha llegado con el compañero de viaje adecuado (MercurySteam) y en la plataforma perfecta.
Quizás el gran "culpable" de que hayamos tenido que esperar casi 20 años desde Metroid Fusion es Yoshio Sakamoto, productor, director y figura clave en la historia de la saga. La visión del creativo japonés para Metroid Dread era demasiado ambiciosa para llevarse a cabo en Nintendo DS o 3DS, lo que ha retrasado su lanzamiento hasta 2021.
Nintendo Switch parece que le sienta como un guante a Metroid Dread. Gráficamente el juego luce increíble en alta resolución y la fluidez de movimientos de Samus (nuestra sensación es que corre a 60 cuadros por segundo) es inédita en una entrega 2D de la saga. La consola es capaz de mover sin problema las cinemáticas, que se intercalan con las secciones jugables; unas secuencias que le dan un ritmo genial al desarrollo y a la narrativa del juego. El alma híbrida de Nintendo Switch nos parece otro factor fundamental; juego portátil y Metroid 2D es una mezcla que casa a la perfección.
El estudio español ya dejó grandes sensaciones con el remake de Metroid II: Return of Samus para 3DS, demostrando que tenía muy buenas ideas que aportar a la saga. Sin embargo, tras el anuncio de Metroid Dread y la revelación de que el desarrollo también corría a cargo de Mercury, todas las piezas empezaron a encajar.
Tras las buenas críticas del remake de 3DS, Nintendo ya podía dejar tranquila en manos del estudio la esperada nueva entrega 2D de la saga; nada menos que el sucesor de Super Metroid y Fusion: “Metroid 5”. A pesar del buen trabajo, parece que Samus Returns fue una suerte de ensayo antes de lo que tenemos entre manos.
Con Nintendo Switch, se nota que MercurySteam ya no tiene las manos atadas y que puede llevar a la pantalla un espectáculo 2.5D mucho mayor en todos los sentidos con Dread. El control es lo que cualquier fan de la saga hubiera deseado y el apartado artístico brilla con luz propia gracias a las posibilidades técnicas de Switch. El equipo de desarrollo se ha soltado la melena, algo que se nota, por ejemplo, con los espectaculares enfrentamientos con los jefes que se han añadido (a años luz de Samus Returns).
Metroid Dread es, por delante de Pokémon Perla Reluciente/Diamante Brillante, la mayor apuesta de Nintendo para el final de 2021 en Switch. Hablamos del “juego de las navidades” de una consola en su mejor momento, con más de 90 millones de unidades vendidas en todo el mundo. No perdamos de vista lo que ha sido tradicionalmente Metroid dentro del universo Nintendo: una saga de nicho, pese a su enorme calidad.
A algunos nos extrañó el movimiento de Nintendo el pasado mes de junio, con el anuncio del juego en el E3. A mi personalmente me dejó fuera de juego que la compañía pusiera un peso tan grande en los hombros de este lanzamiento, en lo que parecía un "aperitivo de lujo" antes de Metroid Prime 4. ¿Quizás había malinterpretado la envergadura del proyecto? Pues parece que sí.
La realidad es que personalmente tenía una idea totalmente distinta de Metroid Dread antes y después de probarlo por primera vez y de comprobar de primera mano la envergadura del nuevo proyecto de Sakamoto, Nintendo EPD y MercurySteam. La realidad (de momento y a falta de terminar el juego) es que he tenido la sensación en todo momento de tener entre las manos una superproducción a la altura de algunos otros clásicos de Nintendo Switch a nivel de recursos no veo que tenga nada que envidiarles.
Mi única duda a despejar ahora es si todo el desarrollo del juego estará a la misma altura de las buenas impresiones que me ha dejado esta primera toma de contacto. Lo veremos en pocos días.
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