Análisis Metro: Last Light

(Ps3, 360, Pc)

Página 2

Plataforma analizada: PC
31/05/2013 00:05

La hora más oscura

Tomando nuevamente el papel de Artyom, quien ahora es toda una personalidad en el nuevo asentamiento ubicado en el D6, 'Metro: Last Light' nos sitúa directamente semanas después de la destrucción del nido de los Oscuros. Sin embargo, esta vez lo hace para iniciar una trama totalmente desligada del argumento de la segunda y por ahora última novela de la serie, ofreciendo una línea temporal alternativa pero en la que Glukhovsky ha colaborado activamente.

Todo se inicia con el avistamiento de una cría de Oscuro que logró sobrevivir a la destrucción de su raza y la consiguiente misión de caza y captura. Un trabajo aparentemente rutinario y sin complicación, pero que como cabría esperar terminará por torcerse hasta extremos inimaginables. No tardaremos en vernos involucrados de pleno en las luchas de poder que amenazan con llevar el conflicto interno a todos los rincones del metro, abriéndonos camino a través de estaciones tanto aliadas como hostiles e incluso avanzando por la inhóspita superfície cuando no se presente alternativa.

Metro: Last Light

Un hilo argumental que se inicia de forma realmente potente tras una memorable introducción y unos primeros compases sobrecogedores, gracias a los cuales 'Metro: Last Light' deja muy claras ya de inicio sus principales fortalezas. Su soberbia ambientación y su inteligente uso de la oscuridad como forma de transmitir la opresión de la vida subterránea, además del contraste con la desolación que impregna la superfície, hacen imposible no meterse de lleno en la trama desde el primer contacto.

En el plano meramente jugable, lo nuevo de 4A Games plantea una fórmula sobradamente conocida para aquellos que disfrutaron de su primera entrega, combinando momentos plagados de acción tal y como mandan los cánones de todo buen FPS con secciones mucho más pausadas, en las que el sigilo y la planificación son la única opción viable y a la vez la más gratificante. A ello se le suman algunos toques de terror en forma de entornos opresivos y enfrentamientos con bestias agresivas nacidas de la radiación, dando así lugar a un cóctel de varios subgéneros bastante acertado.

Es en la acción directa, de entrada, donde 'Metro:Last Light' presenta mayores cambios con respecto a su predecesor, probablemente para apelar a una audiencia más amplia. Lejos de la angustia por la falta de munición y la sensación de indefensión que Artyom sufría constantemente en 'Metro 2033', nuestro joven protagonista se presenta ahora como un auténtico hombre ejército, capaz de despachar enemigos y alimañas a patadas. Por nuestras manos irán pasando sin cesar todo tipo de armas más o menos trilladas por el paso de los años que abarcan categorías básicas como pistolas, fusiles, rifles de precisión y escopetas, además de algún juguetito explosivo o alguna que otra arma algo más peculiar.

Metro: Last Light

El manejo es sencillo, directo y sin demasiadas florituras, convirtiendo así a 'Metro: Last Light' en una experiencia mucho más accesible a todo tipo de jugadores en comparación a 'Metro 2033'. Cada tipo de arma contará con su propia munición teóricamente inferior, aunque al mismo tiempo con todas ellas podremos hacer uso de las codiciadas balas militares, mucho más poderosas. Sin embargo, en un mundo en el que el dinero ha perdido todo valor y la propia vida está en juego casi a diario, éstos codiciados cartuchos son la moneda de cambio con la que se comercia en todo el metro. En consecuencia, y teniendo en cuenta que las angustias pasaron a mejor vida con la secuela, malgastarla sería como quemar billetes y no es algo que vayamos a hacer.

Con estas preciosas balas preferiremos en cambio comprar nuevo armamento, munición corriente, algunos explosivos e incluso diversas mejoras para nuestro arsenal en los escasos comerciantes que deambulan por las estaciones más pacíficas, si bien es verdad que la mayoría de todos estos víveres podremos también conseguirlos de forma más satisfactoria por otros métodos.

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Lo mejor

La puesta en escena, sencillamente soberbia

Gran nivel técnico y de detalle, con un genial uso de la iluminación

Buena combinación entre la acción directa y la infiltración

Alcanza momentos de gran epicidad y tensión

Lo peor

La IA es en diversos momentos bastante mejorable

Pese a las mejoras introducidas, las mecánicas de sigilo siguen algo cojas

Tanto la trama como el desarrollo se deshinchan un poco tras un gran inicio

Las batallas finales, terriblemente diseñadas

¿Cómo analizamos?