Las 5 claves de The Witcher III: Wild Hunt

3. Un mundo abierto vivo y cambiante

Desde que se dieron a conocer los primeros detalles de ‘The Witcher III: Wild Hunt’, CD Projekt RED ha confesado que ‘The Elder Scrolls V: Skyrim’ ha sido una gran influencia a la hora de desarrollar el final de la trilogía de Geralt de Rivia. No obstante, la tenacidad del estudio polaco les ha llevado a crear un mundo que supera en un 20% a lo último de Bethesda, ahí es nada.

“Nuestro objetivo es ser mejores, siempre. Siempre hemos tenido la ambición de estar un nivel por encima en cuanto a términos de calidad de construcción, sino también en ser independientes. Eso es muy importante para nosotros”; declaraba uno de los máximos encargados del estudio en una entrevista. Esta característica que les ha definido a lo largo de los años les he hecho plantearse varias metas, pero en especial destacando la de crear una aventura que aúne un mundo abierto como mandan los cánones, pudiendo viajar a cualquier punto que veamos a lo lejos, pero también acompañado de una historia compleja, rica en personajes y adictiva, algo que desde CD Projekt RED aseguran que no ofrece ‘Skyrim’.

En este sentido ‘The Witcher III: Wild Hunt’ promete no defraudar. El título no solo estará plagado de ciudades y pequeñas poblaciones cargadas de personajes que siempre tendrán algo interesante que ofrecernos, sino que parajes tan dispares como cuevas, bosques o mazmorras serán un reto más para nuestro brujo. Para tan magno mundo será necesario desplazarnos ya sea a caballo o inclusive en barco, otras de las novedades que llegan a la saga. Las dos anteriores entregas de la IP se caracterizaban por ser juegos en los que nos encontramos ante zonas con una cierta libertad, con algo de interacción, pero sin llegar a los cánones de considerarlas pseudo-sandbox siquiera. Dicho concepto cambia por completo en ‘The Witcher III: Wild Hunt’, siendo éste uno de los apartados más prometedores, haciéndonos pasar a buen seguro horas y horas delante de la pantalla ya sea cumpliendo misiones o dándonos el gustazo de explorar el mapa.

4. Jugabilidad exigente pero gratificante

Dos de los juegos de rol más exitosos del momento son ‘Dragon Age Inquisition’ y ‘Divinity: Original Sin’; dos obras que a pesar de compartir género, son bien distintos. El primero de ellos, el perteneciente a Bioware nos ofrece un vasto mundo que recorrer, multitud de diálogos y un lore que nos atrapará a nada que nos gusten los mundos de fantasía. A ello hay que añadir una jugabilidad accesible para todos los usuarios, ya sean o no fans del género, lo que convierte a ‘Dragon Age Inquisition’ en uno de los juegos más adictivos en su categoría gracias a su ágil propuesta. En el otro lado de la balanza tenemos ‘Original Sin’, un título que bebe directamente de los RPG clásicos, al más puro estilo ‘Baldur’s Gate’. Pocas ayudas de cara al jugador tanto en el HUD como a la hora de completar misiones, infinidad de líneas de diálogo y un combate que exigirá concentración y por supuesto estrategia.

‘The Witcher III: Wild Hunt’ bien podría situarse entre ambos juegos, aunque claro, salvando las distancias. La saga experimento un cambio en su jugabilidad del primer al segundo capítulo, siendo éste último el que conserve gran parte de la herencia en la tercera entrega. Dicho lo cual, nos encontramos ante una aventura en la que muchas veces pensar antes de hablar decidirá si una misión termina en un enfrentamiento o no pasa más allá de una conversación, siendo de vital importancia recoger la mayor información durante nuestro periplo. A su vez, el sistema de combate lejos de ser un “machacabotones”, tendrá su dosis de acción pero también de estrategia.

No solo será primordial salir a campo abierto o adentrarnos en un bosque con Geralt bien equipado, sino llevar un puñado de ungüentos con los que potenciar las habilidades mágicas o las espadas. Además, una vez estemos frente a un grupo de enemigos o un gran adversario, mantener el timing a la hora de atacar, esquivar o cubrirnos será crucial para el buen devenir del enfrentamiento, en especial ahora que nos encontramos ante un mundo abierto y el peligro se esconde detrás de cada arbusto.

5. Un auténtico juego nextgen

En CD Projekt RED se caracterizan por sacar el máximo partido de las plataformas para las que llegan sus juegos, PC y Xbox 360 hasta ahora. Con ‘The Witcher II’ convirtieron a su RPG en todo un espectáculo técnico que varios años después sigue luciendo de escándalo en compatibles. Mismo caso para la máquina de anterior generación de Microsoft con la segunda entrega de la franquicia, que aunque no llegaba a los estándares de calidad de la versión de PC, sacaba todo el partido al hardware de la sobremesa.

‘The Witcher III: Wild Hunt’ llegará en mayo a PlayStation 4, Xbox One y PC, plataformas de nueva generación y que a tenor de lo visto hasta ahora se convertirá en uno de los primeros títulos puramente nextgen. La iluminación, el texturizado, animaciones o los efectos de partículas son tan solo algunos de los detalles que definirán el RPG de CD Projekt RED a nivel técnico, que únicos a su concepto de sandbox nos atrapará sin remedio. El anochecer, introducirnos en una espesura cargada de niebla o enfrentarnos a varios demonios en el claro de un bosque son algunas de las pinceladas que CD Projekt RED nos ha servido en bandeja por el momento y que como cabría esperar nos han hecho babear.

Aunque de momento se desconoce la resolución y tasa de frames a las que llegará en PlayStation 4 y Xbox One, uno de los motivos por los que el estudio polaco decidió posponer el lanzamiento del juego a mayo es el referente a la optimización. 1080p y 30 frames por segundo es el nivel de calidad que se espera alcanzar en consolas. Por otro lado, en PC se han desvelados los requisitos mínimos y aunque en este caso no coinciden en su día con las desorbitadas especificaciones de ‘The Witcher III’, la tercera entrega de la marca requerirá de una buena máquina para poner en pantalla una calidad notable de efectos, texturas, sombras.