Análisis Klonoa: Door to Phantomile

Uno de estos juegos fue Klonoa: Door to Phantomile, de 1997 para la primera Playstation, cuyo protagonista (¿es un gato? ¿un conejo?) ha sido utilizado muchas veces como mascota de sus creadores, Namco, a pesar de que sólo tiene dos entregas "principales" y tres en portátil en estos 12 años.

Ahora, Namco Bandai lanza un remake de ese primer juego en Wii, con grandes mejoras en el apartado técnico y demostrando que los juegos que sólo usan dos botones pueden seguir siendo tan o más divertidos que los que te obligan a estudir el sistema de control.

Gráficos

Muy buenos. Lógicamente, la mejora respecto a Playstation es brutal, pero no solo eso, Klonoa es uno de los juegos más atractivos visualmente de Wii. Su desarrollo "2,5D" (desarrollo de dos dimensiones con gráficos 3D) permite que los personajes estén muy bien construidos (ahora son poligonales, en el original eran sprites), y muy buenas animaciones.

Los escenarios están llenos de colorido, muy variados y detallados. Los movimientos y giros de cámara son suaves y le dan mucha vistosidad al desarrollo. El efecto de difuminado en los fondos da una sensación de profundidad muy conseguida, y se utilizan otros efectos poco vistos en Wii, como el bump mapping (simulación de relieve en una textura) en algunas superficies y enemigos.

Los "dientes de sierra" no son un problema, al ser un juego más basado en las texturas que en la geometría. Todo se mueve con perfecta suavidad, a 60 frames por segundo constantes. Soporta 16:9 y resolución 480p mediante cable  por componentes. Un apartado gráfico de gran nivel, que demuestra que se han tomado este remake muy en serio. 

Sonido

En Playstation se usaban voces en un idioma imaginario (el phantomilian), ahora se da la opción de jugar con doblaje al japonés, de buen nivel. Los efectos de sonido son los mismos, simpáticos sin más. La banda sonora también es prácticamente la misma que en la versión PSX, pero con mejoras y arreglos que añaden calidad al sonido. Es perfecta para el título.  

Música alegre, con ritmo y muy pegadiza, que me ha recordado a la de los Nights. Desde el tema de la primera pantalla, más de uno acabará tarareando las melodías. Mis favoritas son las de 1-1, 3-1, 4-1 y la del jefe final de 4-2. Creo que en Japón ha salido el disco con la banda sonora, muy recomendable.

Jugabilidad

Muy sencilla, pero efectiva. La historia se va narrando en cortas secuencias, e incluso sin conocer japonés, la trama se entiende. Se accede a las fases mediante un mapa, y podemos volver a jugar cualquier nivel tras completarlo.

En total son 13 fases, llamadas “Visions”, dos en cada mundo (incluyendo jefe de nivel) y la final. Se puede manejar con wiimote+nunchuk, con mando clásico o de Gamecube, pero la mejor opción es usar simplemente el Wiimote en posición horizontal, ya que solo necesitamos la cruceta y dos botones: salto y “disparo”. Como en un juego de NES.