Análisis Killzone: Mercenary

El nivel de rejugabilidad del Modo Campaña es notable, ya que al terminar cada una de las nueve misiones podremos volver a jugarlas con objetivos diferentes especificados en tres nuevos modos: Cobertura, Precisión y Demolición. Si nos vemos atraídos por el reto de lograr estos objetivos, fácilmente podremos doblar o triplicar la duración del Modo Campaña. Destaca también una gran cantidad de contenido extra que podremos desbloquear en forma de cartas coleccionables, cientos de medallas por desbloquear (por muertes, acciones específicas, modo mulijugador, etc.), que se suman a las decenas de trofeos que se nos propone en PS Network. 

ISA o Helghast; algo más complicado que buenos y malos.

El control es uno de los aspectos más cuidados en el título, algo que es vital ajustar correctamente ya que sensaciones incómodas o poco precisas pueden arruinar la experiencia de cualquier FPS jugado con gamepad. El caso de PS Vita es especial, ya que sus dos sticks tienen mucho menos recorrido que los de otros mandos como el Dual Shock 3. Guerrilla ha conseguido un control bastante suave en su ajuste por defecto, aunque ya se sabe que lo que la configuración que para unos puede funcionar para otros puede no hacerlo. Por ello, hemos decidido calibrar la sensibilidad de los sticks y la hemos fijado casi máximo (muy sensibles), pero lo cierto es que por defecto el control ya viene bien ajustado. 

Las características propias de PS Vita, como las dos pantallas táctiles se han explotado bastante bien, como no podría ser de otra manera tratándose de un estudio interno de Sony Computer. Lo que ocurre es que todavía no conseguimos verle la utilidad a la pantalla trasera de la portátil. Bend Studio se encargó de hacer uso de ella en 'Uncharted: El Abismo de Oro' en acciones como escalar y Guerrilla ha hecho lo propio en 'Killzone: Mercenary' con acciones como alejar o acercar el zoom de las mirillas de los rifles de precisión o correr pulsando detrás dos veces. Lo cierto es que su uso no molesta -es difícil activar funciones del control sin querer-, pero no se logra justificar el uso de la parte trasera. 

Funciones exclusivas de PS Vita bien implementadas

Otro caso distinto es el de la pantalla táctil delantera, que se convierte en una extensión útil y lógica de los botones físicos. ¿Cómo? Pudiendo llevar a cabo varias acciones que requieren de gran rapidez como cambiar de arma principal a secundaria o activar los letales gadgets que nos darán apoyo en combate. Solo hará falta tocar un círculo situado en los extremos derecho o izquierdo para activar la acción. Hoy en día, que tan en boca de todos está el debate de los controles físicos frente a los controles táctiles de juegos lanzados para tabletas o smartphones, 'Killzone: Mercenary' y PS Vita demuestran que no hace falta conformarse con una de las dos opciones cuando puedes combinar lo mejor de ambos mundos y sabes cómo hacerlo. A ello ayuda la pantalla OLED de 5" de la portátil.

Utilizaremos la pantalla táctil para el combate cuerpo a cuerpo.

Los controles táctiles serán utilizados para el combate cuerpo a cuerpo, como hemos podido ver en varios vídeos mostrados desde su anuncio en 2012. No van más allá que arrastrar nuestro dedo rápidamente en la dirección indicada en pantalla para clavar nuestro maquete en el cuello de los enemigos o interrogar a los oficiales de turno. Podría esperarse que aparte de este tipo de acciones, se hubiera aprovechado para implementar la tan de moda serie de QTE, como abrir puertas, sortear obstáculos en el último momento, o lo que se os pueda ocurrir. Afortunadamente Guerrilla ha dejado este tipo de interacciones para el combate y el hackeo de terminales, por lo que no se llega a abusar de la pantalla táctil y su uso se hace de manera bastante natural.

En cuanto a las armas, tendremos un variado arsenal que va desde ametralladoras, hasta rifles de precisión futuristas de gran potencia de disparo, aunque hemos echado de menos la posibilidad de mejorar cada arma por separado; le hubiera dado mucho más juego al multijugador. Algo de agradecer es que podremos cambiar cada pieza de nuestro equipo en medio de cada nivel en unos puntos de arsenal de Black Jack, un contratista de armas. En estos puntos podremos intercambiar nuestra arma principal, secundaria, chaleco, granadas y gadgets VAN-Guard, previo pago de un precio relativamente pequeño si ya habíamos comprado el objeto anteriormente. Algunos lo llaman "gastos de gestión"; otros, usura, pero a pesar del pequeño peaje, al fin y al cabo lo importante es que podremos cambiar nuestro equipo para adaptarnos a nuevas zonas dentro de cada nivel, por ejemplo si nos es más cómodo abatir a los enemigos con un rifle de precisión en campo abierto. Habrá muchos puntos de este tipo en cada nivel, así que no temáis por equivocaros con la elección.

Por otra parte, el dinero que vayamos consiguiendo acabando con enemigos y mediante otras acciones nos servirá para comprar armas o equipamiento nuevo, ya sea en medio de un nivel en uno de estos puntos, o al terminarlo.

La tecnología es un elemento muy importante en 'Killzone: Mercenary'

En cuestión de equipo, el elemento que hace la diferencia son los dispositivos robóticos que podremos asociar a nuestro VAN-Guard, nuestro ordenador personal de muñeca. Tendremos a nuestra disposición varios de estos robots, que electrocutarán a los enemigos, les perseguirán en modo sigilo para asesinarles de un plumazo o nos defenderán lanzando misiles si se acercan. Esto le da una gran variedad a la jugabilidad y a nosotros muchas más opciones para sacar las refriegas adelante contra las hordas de enemigos. Los dispositivos tendrán un tiempo para volverse a utilizar cuando sean destruidos (tendrán muy poco blindaje, por lo general) y podrán (y deberán) ser utilizados en el Modo Multijugador.