Juegos de navegador: ¿Son tan cutres como se cree?

En la actualidad, cada vez hay más opciones para jugar y menos tiempo para dedicarle a cada juego. Hace unos años solo teníamos las plataformas clásicas de sobremesa, el PC y las consolas portátiles, pero con la llegada de los smartphones, tablets y la mejora de la conexión a internet en todo el mundo las posibilidades para poder dedicar un rato a nuestro hobby preferido han aumentado muchísimo.

Los videojuegos de navegador surgen como consecuencia de esos avances técnicos en la red, que permitían una mayor subida y bajada de datos y, por ello, la posibilidad de jugar online sin necesidad de instalar nada más que unos cuantos plugins o el Adobe Flash en nuestro ordenador.

El MMO de navegador 'Crystal Saga', uno de los más conocidos en la red

Todo empezó con algunas páginas webs que alojaban minijuegos en flash. Desde simulación, a plataformas, de temática deportiva o de puzles, pero siempre muy limitados en cuanto a duración y posibilidades. Es increíble pensar en cómo hoy tenemos la posibilidad de jugar a MMO en nuestro navegador habitual con tan solo una cuenta de usuario y una conexión aceptable.

Sin duda el apogeo de este tipo de juegos para navegador ha estado en las redes sociales. Nunca antes un videojuego ha llegado a tanta gente. Jugar era y es tan sencillo como abrir Facebook, pinchar en un juego y comenzar tu partida, existiendo la posibilidad de jugar además con otra gente o en solitario y de forma gratuita.

'Dungeon Blitz', uno de tantos juegos de Facebook

Hay que reconocer que precisamente de este boom que se produce en las redes sociales viene parte de la mala fama de la que hoy día gozan los juegos para navegador. No pretendo engañar a nadie: ha habido y hay títulos malos, muy malos, pero también los ha habido y los hay muy buenos. Lo que es innegable es que este tipo de juegos han supuesto una parte muy importante en la historia del mundo videojueguil principalmente por dos cosas: porque son accesibles para todo el mundo y porque son una gran oportunidad para los nuevos desarrolladores. Me refiero con esto al mundo indie, a esos pequeños estudios independientes que pueden darse a conocer de forma fácil a través de videojuegos en la red, algo que hace diez años era impensable.

Soy jugador, sé que es difícil dedicarle tiempo a un juego de navegador cuando tienes otros de estudios más conocidos, que has pagado y que tienes que amortizar. Que al menos sirva este artículo para que veáis que “juegos para navegador” y “calidad” son conceptos perfectamente compatibles. Aquí tenéis las que para mí son las cinco características que hacen especiales a estos juegos respecto a los convencionales. ¡Empezamos!