Análisis Gears of War 3

Sonido

Si por algo se ha hecho notar Gears Of War a lo largo de los años ha sido por su apabullante sonido, la fuerza con la que transmite esa crudeza de los combates mientras las balas silban a nuestro alrededor es solo la punta del iceberg, llegando a estar tan cuidado este apartado que incluso por el sonido podremos saber cuando y como recargar nuestro arma en el momento adecuado.

Los efectos sonoros apenas han sufrido cambios dejando intacto un campo que para muchos ha supuesto una de las razones por las que adquirir un sistema 5.1  y convertir Gears Of War en toda una experiencia.

Gracias a la gran cantidad de escenas cinemáticas con las que cuenta el juego el doblaje se ha convertido en un protagonista, más allá de las palabrotas y distintas puyitas que pudieran lanzarse los personajes entre sí, dotando a estos de unas cuantas líneas de guión muy bien caracterizadas. Si bien no es un doblaje que pueda pasar a la historia y que sea digno de una película si es de agradecer que una vez más se haya hecho el esfuerzo de doblarlo a nuestro idioma. A pesar de ello sigue contando con algunos pequeños fallos que se arrastran desde las entregas anteriores y aquí se han pulido un poco más pero aun así se siguen percibiendo; este es el caso del descontrol de volumen que hay en torno a los videos de las escenas cinemáticas con respecto a las que luego observamos in-game, estando muy descompensando el volumen de los personajes entre sí.

La banda sonora ha sido compuesta de nuevo por Steve Jablonsky quien ya participó en las anteriores entregas. El acompañamiento musical de Gears Of War 3 no es que sea precisamente el más indicado para llevar en nuestro mp3 o teléfono móvil, pero consigue ambientar de forma grandiosa la acción que se desarrolla cada momento en la pantalla, consiguiendo cotas de una epicidad asombrosa y siendo un protagonista más en situaciones de un dramatismo considerable.

Este "chiquitín" es lo más tranquilo que veréis en el modo campaña comparado con el resto

Jugabilidad

Llegamos al punto fuerte de Gears Of War 3, la jugabilidad; la  cual ha recibido ligeras mejoras y limado ciertas asperezas que lo hacen aun un más una obra maestra. Estos cambios vienen principalmente porque Epic Games se ha preocupado hasta el último momento de escuchar a cada uno de sus fans sobre las diferentes posibilidades que se podrían implementar, lo que convierte a Cliff Bleszinski y todo su equipo en algo digno de alabar.

El padre de la criatura

A simple vista llama la atención en esta tercera entrega, y con tan solo unos cuantos minutos te sirve para darte cuenta, que los combates han ganado mucho más en dinamismo. Gran parte de la “culpa” la tienen los Lambent ya que su forma de reaccionar en la batalla hace que esta sea aun más frenética que en los juegos anteriores obligándonos a movernos por casi todo el escenario, dejando atrás los fuegos cruzados estáticos de Gears Of War 2 donde nuestro equipo parapetado descargaba las balas a los Locust que tenía en frente. Aquí esto ha cambiando por completo, teniendo que buscar una cobertura constantemente y no siempre esta nos ayudará  pues cierto tipo de luminoso (Lambent)  no dejará de lanzarnos bolas de fuego que irán directas hacia nosotros por lo que el saltar, correr y cubrirnos será una constante durante todo el juego, algo que se agradece bastante y lo hace aun más divertido.

Son precisamente los Lambent quienes que te instan a llevar una concienzuda táctica de combate en los niveles más altos de dificultad; algunos de ellos veréis que cuentan con partes luminosas amarillas por lo que si optamos por disparar a estas, al enemigo le saldrán unas mortíferas pinzas que acabarán con todo lo que tengan a su alrededor; pero en vista de la amenaza que supone el realizar esta acción si decidimos abrir fuego contra su cabeza el Lambent no solo explotará sino que su testa reptará por el suelo cual serpiente en busca de un objetivo para segundos después detonar.

Como recordaréis en las entregas anteriores los Locust salían de agujeros en el suelo los cuales podrían desaparecer si lanzábamos una granada; pues bien, aquí casi tendremos que hacer lo propio con los Lambent, a diferencia de que ellos saldrán de unos tallos que se encuentran situados en unas inmensas ramas, es ahí donde deberemos disparar primero si queremos ahorrar algo de munición para el combate y que la amenaza sea algo menor.