(360)
La violencia y la sangre seguirán presentes con gran protagonismo, y con un brutal toque gore en la fase en la que tendremos que combatir a un gigantesco monstruo desde sus mismas entrañas, mientras intentamos literalmente no ahogarnos en sangre. Los personajes siguen estando perfectos, con el propio estilo del juego, alejado ciertamente del realismo, pero sin llegar al dibujo exagerado. Uniformes, armas y rostros tienen tantos detalles y efectos que vale la pena a veces pararse a examinarlos con tiempo. Eso sí, no lo intentéis con los enemigos pues, aunque también llevan un grandísimo trabajo detrás, nos matarán al instante en el que nos paremos a mirarles las cicatrices.
La banda sonora del juego mantiene respecto al primer Gears of War tonos lentos y militares, con un aumento intenso en los enfrentamientos con Locust. Los efectos especiales también tienen una elevada calidad, notable en detalles como nuestro caminar por distintas superficies, el entorno a nuestro alrededor, los reconocibles gruñidos del enemigo y cómo no todo el catálogo de armas, cada una con sus propios sonidos de carga y disparo. Todo en excelente entorno envolvente que disfrutado en 5.1 hace la experiencia inmejorable.
Además, Gears of War 2 sigue siendo el juego de XBOX360 mejor doblado al castellano, con una caracterización de voces personalizada a cada personaje. Nuestro protagonista sigue siendo un ronco tipo duro que, de cada 5 palabras que escupe, 6 o más son tacos.
Se mantiene la anterior interfaz intuitiva de la primera parte, salvo el botón de dar órdenes, que ahora sólo sirve para localizar a nuestros compañeros. Este apartado, en el plano de personajes humanos, sigue siendo muy fácil de aprender, pero con una curva de dificultad más ajustada, dado que cuenta con que hayamos jugado a la primera entrega. Por eso, para jugadores noveles es más que recomendable la fase de entrenamiento al inicio de la aventura. Está separado el plano humano porque si de algo se caracteriza este Gears of War 2 es de la cantidad de “vehículos” que manejamos.
En esta ocasión buena parte del desarrollo es conduciendo un tanque y manejando sus torretas, a bordo de barcos Locust, Brumak que son gigantescos monstruos a cuyos lomos manejaremos misiles y metralletas y, finalmente, una increíble persecución montados en un Reaver, un bichejo volador con el que nos enfrentaremos a alta velocidad contra un montón de enemigos dispuestos a abatirnos. El control de estos medios de transporte es desigual en muchos aspectos, si bien el tanque y el Reaver son sencillos y bastante rápidos una vez los dominemos, el resto son lentos y en ocasiones tan potentes que el enemigo no supondrá reto alguno.
La interacción con el escenario tampoco variará demasiado. Nos limitaremos a recorrerlo y activar algunos mecanismos, con la excepción de una grúa hacia el final del juego, cuyo resultado deja bastante que desear. Como novedad podremos utilizar los objetos que nos encontremos por el camino como mesas o estanterías para volcarlos y utilizarlos para cubrirnos en algún tiroteo.
En cuanto a las armas, se mantienen todas las anteriores y se utilizarán en mayor número de ocasiones la famosa por su brutalidad motosierra de nuestra Lancer (arma oficial de los Gear). Hay algunas novedades. Por ejemplo, haremos más uso de las torretas, con el detalle de que ya no tendremos munición ilimitada sin cesar, sino que contarán con un sistema de recalentaminto que nos obligará a esperar a que se enfríen para poder seguir disparando otra ráfaga. Además se añaden armas nuevas como pesados morteros o letales lanzallamas.
Gears of War 2 engancha, de eso no cabe duda. Si bien, repite el mismo ¿fallo? que su predecesor. Cuenta con 9 – 13 horas de juego real, que traducido a jugadores medio -avanzados serían unas 2 – 3 semanas dedicándole no demasiadas horas al día. La ventaja respecto al primer Gears of War es que se ha mantenido el tiempo de duración, pero incrementando el ritmo de la acción. Esto se ha conseguido en parte eliminando a los Berseker, titanes del anterior juego, inmunes a las balas, que requerían nuestra habilidad para esquivarlos y dispararles con el martillo del alba en el momento preciso.
Junto a ellos, también desaparecen en esta entrega los Krylls, pájaros de la oscuridad que atacan ante cualquier ausencia de luz y que nos obligaban a escoger bien el camino a trazar, pararse para buscar más luz, así como limitaba enormemente los enfrentamientos en la calle cuando era de noche. Junto a estas ausencias, también hay que destacar la variedad de escenarios y situaciones, que crean una historia más completa y divertida en el sentido de que no nos aburriremos en ningún momento, pues no todo será ir de un lado a otro con nuestro arma preferida, también deberemos aprender a manejar cada uno de estos “vehículos” para poder seguir adelante.
Finalmente, los jefes finales también han sufrido un ligero cambio. Se mantienen las hordas incansables que nos atacan durante el final de algunas fases, pero también deberemos enfrentarnos en todo tipo de entornos contra monstruos gigantescos o contra experimentados militares Locust como Skorge, con quien combatiremos sierra contra sierra.
La sensación de adrenalina constante se mantiene y supera con creces al primer Gears of War. Su corta duración hace que pidamos más y más conforme avanzamos por cada fase, dejándonos al final del juego con una adicción incontrolable a volver a jugar una y otra vez.
Lo mejor
Gears of War 2 es una continuación más que digna
El juego tiene ya su propio estilo
Lo peor
No supone una revolución en la dinámica del juego, ni en los gráficos
Algunas interacciones y mayor variedad de escenarios
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