Análisis Dead Rising 4

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Dead Rising 4: Frank está de vuelta

Frank West vuelve a Willamette con un objetivo claro: llevarse la exclusiva de un nuevo brote de zombis y, de paso, salvar al mundo

Plataforma analizada: Xbox One
12/12/2016 00:00
Capcom retoma su magnífica saga de zombis con una nueva vuelta de tuerca, ofreciendo un título más accesible y sin límite de tiempo, pero no por ello menos desafiante. Una ciudad a nuestros pies, un arsenal inabarcable y un periodista con muy mala leche son los ingredientes indispensables del nuevo Dead Rising 4.
Dead Rising 4

Dead Rising 4: 10 años de muertos vivientes

Hablar de Dead Rising es utilizar palabras mayores. Hace 10 años Capcom se sacó de la manga un juego de zombis en el que un peculiar periodista quedaba encerrado en un centro comercial plagado de muertos vivientes y tenia un límite de tiempo para poder escapar con vida de allí. La premisa que siempre caracterizó a la saga Dead Rising fue esa lucha constante contra el reloj, deber gestionar los recursos de forma inteligente, evitar en la medida de lo posible los enfrentamientos contra oleadas de zombis y llegar a tiempo al punto de extracción.

Pues bien, lamento decirte querido lector que todo eso ha desaparecido. Quedan ciertas reminiscencias de lo que la saga fue antaño, pero Dead Rising 4 abandona por completo ese concepto y se centra en un estilo más arcade y simple, ahondando aún más la brecha aparecida en Dead Rising 3.

De vuelta a Willamette

Quizá por pura nostalgia, quizá por falta de ideas, lo cierto es que nos encontramos en un punto muy similar al que estábamos hace 10 años. Tras protagonizar un incidente en una base paramilitar, Frank West, nuestro amado protagonista, se oculta de la opinión publica bajo el seudónimo de Hank East hasta que un agente de la división de zombis del ejército de los Estados Unidos le reclama para investigar un brote en el centro comercial de Willamette tras el Black Friday. Nuestra misión es simple, averiguar qué está ocurriendo en el centro comercial y hacerlo antes que Vick, una antigua alumna que ha decidido superar a Frank consiguiendo la mejor exclusiva. Y eso no lo puede permitir el bueno de Frank.

Imagen asociada al video 36382

Durante nuestra aventura visitaremos los lugares más emblemáticos de Willamette y conoceremos a multitud de personajes secundarios que, por desgracia, no tienen el carisma necesario para quedarse grabados en nuestra memoria. Personajes sosos, vacuos, desdibujados, simples, solamente nos asignaran encargos y nos darán algunas pistas por radio para saber lo que debemos hacer en nuestro afán por desentrañar el secreto que se oculta tras el nuevo brote de zombosis.

Y es que tristemente 'Dead Rising 4' es un juego de recaderos, donde vamos continuamente de aquí para allá haciendo lo que nos piden unos desconocidos y masacrando a los zombis que nos cruzamos por el camino. ¿Aburrido? La verdad es que no. Es más, durante el tiempo que he preparado este texto he pasado más tiempo matando zombis por placer que cumpliendo las misiones principales del juego. Y es que es bastante más divertido.

Saca al psicópata que llevas dentro

Con Dead Rising 4 me ha pasado algo que no me ocurría desde DOOM. He disfrutado como un enano masacrando miles de zombis con el enorme arsenal que tenemos a nuestra disposición. Todo puede ser un arma; ordenadores, papeleras, lamparas, extintores y, evidentemente, las armas propiamente dichas como machetes, hachas, rifles de asalto etc. Además el juego permite, en otro de sus delirantes aciertos, combinar varios elementos para crear nuevas armas. Por ejemplo podemos mezclar una almádena con un par de granadas a cada lado para que, al golpear el suelo, cree explosiones en racimo. O mejor aún, podemos juntar un machete con una botella de nitrógeno líquido para crear una espada de hielo. ¿Y si os digo que podemos mezclar petardos con los virotes de una ballesta y tener un arco explosivo como el de Gears of War?

He disfrutado como un enano masacrando miles de zombis

Todo este arsenal puede usarse en un sistema de combate tremendamente simple y que acaba por hacerse repetitivo. Tenemos un botón de golpe débil y otro de golpe fuerte, además de poder apuntar y disparar con armas a distancia y tener otro botón para lanzar armas arrojadizas. Nada más, no hay ningún sistema de combos más allá de ejecutar un movimiento especial cuando llenamos el indicador de combo. El combate se basa en aporrear los mismos botones una y otra vez. Entendemos que Frank es un periodista no un marine, pero vistos sus conocimientos sobre alquimia y química podrían haber añadido un sistema de combate mínimamente profundo.

Dead Rising 4

Afortunadamente no sólo podremos matar a los zombis con armas, también se ha puesto mucho énfasis en las fases que conducimos vehículos. El control es claramente deficiente, pero la matanza que hacemos y los trozos de zombi en el parabrisas bien merecen el esfuerzo.

Subiendo de nivel

Se ha incorporado un sistema de niveles en el que ganaremos puntos de habilidad que luego podemos gastar en mejoras para nuestro protagonista. Recuerda sobremanera al sistema de progresión de Sombras de Mordor pudiendo mejorar el rendimiento de cada tipo de arma por separado además de las estadísticas de nuestro afable reportero. Todo ello permite que la matanza indiscriminada también sea prolífica y nos permita conseguir un par de habilidad buenas para la siguiente misión.

También es de agradecer el sistema de refugios y sus mejoras. Cuando liberamos un refugio, los supervivientes montarán allí una pequeña tienda en la que podremos adquirir mapas, planos de armas, arsenal de todo tipo e incluso vestimenta para personalizar a nuestro personaje. A medida que vayamos salvando a los NPC’s que vayan apareciendo estos refugios irán subiendo de nivel y nos permitirán adquirir más y mejor equipo.

El problema radica en que es un sistema desbalanceado ya que resulta tremendamente fácil despejar refugios y salvar supervivientes y las armas que estos nos ofrecen son demasiado fuertes para los enemigos mas potentes del juego. Si bien los bosses de la trama principal suponen cierto reto, la verdadera decepción llega con los psicópatas de turno. Ya sabéis, esos supervivientes que se han vuelto majaras (más aún) y se enfrentan a nosotros disfrazados de caballeros medievales, con un ejército de soldados o incluso disfrazados de papá noel. En anteriores entregas estos personajes eran tremendamente interesantes y todo un reto superarlos pero en Dead Rising 4 resultan demasiado sencillos de despachar y las recompensas por matarlos son tan altas que matando a uno tendremos recursos suficientes para matar a los 5 siguientes.

Dead Rising 4

Esto merece un selfie

Uno de los grandes aciertos de esta vuelta de Frank West es la inclusión de la cámara como elemento clave en el juego. En no pocas ocasiones deberemos realizar pequeñas investigaciones haciendo fotos a planos, rastros de sangre y demás en un sistema que recuerda bastante a la investigación de la saga Batman Arkham pero quedando varios peldaños por debajo. También encontramos una referencia clarísima en el uso de la bengala de la cámara para poder ver en la oscuridad, una mecánica icónica del primer Outlast.

Y, la que es para mi la mejor novedad pese a ser un simple añadido. Los selfies. Tenemos la posibilidad de tomarnos una selfie en cualquier momento y poner diversas caras, es simple, pero con algo de imaginación da lugar a fotografías realmente divertidas.

Dead Rising 4 ha salido al mercado en un momento difícil dados los exclusivos de peso aparecidos en Xbox One los últimos meses. Pero dejando de lado las comparaciones, hay que reconocer que el motor gráfico rinde a muy buen nivel y mantiene una tasa de frames estable pese a mostrar centenares de zombis en pantalla con una gran resolución en texturas. Todo ello se acompaña con un apartado sonoro capitaneado por un gran doblaje al inglés (con subtítulos en español) y una banda sonora sorprendentemente buena y acertada, especialmente con el leit motiv navideño. Al fin y al cabo, a quien no le gusta masacrar zombis al ritmo de jingle bells.

La ambientación navideña, con sus propios villancicos, le da un toque único a la masacre que vivimos.

En Capcom Vancouver no han querido dejar cojo a Dead Rising 4 en cuanto al juego con amigos, por lo que han añadido cuatro casos que pueden ser jugados en multijugador cooperativo. Nuestros objetivos serán similares a los de la campaña principal pero debiendo lidiar con el hándicap de colaborar con otras personas. No es un modo muy original y, aunque rejugable, aburre por su simple propuesta y por no tener mayor aliciente que mejorar las puntuaciones conforme vamos mejorando a nuestro personaje online con un árbol de habilidades similar al de la historia principal.

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Dead Rising 4 se presenta como un juego entretenido, cachondo y disparatado, con una historia olvidable, una mecánica de combate simple y un Frank West que supone una caricatura de sí mismo. No es el juego del año, pero entretiene lo suficiente como para que siempre tengas el gusanillo de destripar a unos millares de zombis más.

7

Lo mejor

Frank West es el protagonista que la saga necesita

La ambientación navideña es todo un acierto, desde la banda sonora hasta las armas

Un arsenal muy amplio y con posibilidades de crear nuevas armas

Masacrar zombis nunca fue tan placentero

El cachondeo imperante en el juego

Lo peor

La trama es simple a más no poder

La saga se ha casualizado demasiado, no nos supondrá ninguna complicación acabarlo

No hay personajes interesantes más allá del protagonista, quién encima supone una caricatura de sí mismo

El sistema de combate es tosco y poco profundo

Se vuelve repetitivo a las pocas horas

¿Cómo analizamos?