Batman: Arkham Origins

La noche en que se gestó la pesadilla de Arkham

Nos encontramos con un Batman más novato, más inclinado al uso de gadgets y por supuesto, más bestia tanto a la hora de combatir como a la de tratar a los enemigos vencidos. Toda la nobleza que caracteriza al Caballero Oscuro ha desaparecido para dar paso a un ser casi salvaje, inmisericorde con sus enemigos. Batman no muestra ningún ápice de piedad con los enemigos derrotados, parece que no quiere mostrar fisura alguna en su comportamiento. ¿Qué lleva a Batman a descender al límite de lo inhumano? Está claro, la recompensa puesta por su cabeza. Esta nueva personalidad parece exigencia del guion, y bienvenida es, por descontado. Con esta recompensa, Batman deja claro que no se va a andar con galanterías para defenderse de sus agresores.

Como hemos dicho antes, la historia se sitúa varios años antes de Arkham Asylum, cinco para ser exactos. Es invierno en Gotham, pero no se respira el tradicional ambiente navideño. Solo hay miedo, muerte y silencio. La acción transcurre en la zona antigua de la ciudad, la que varios años después se convertirá en la prisión Arkham City. Nos encontramos ante una zona mucho más abierta, sin amurallar y más accesible, sin tantos recovecos. En la primera zona mostrada, Mattes nos muestra como recorrer la ciudad con Batman, bien a pie o planeando y haciendo uso del gancho. Cuanto toquemos tierra y demos con un grupo de enemigos, el sistema de combate será idéntico al visto, sin cambios radicales. Se mantiene el botón de ataque básico, el de contra-ataque y el de aturdir levemente para sacudir con más ganas.

Antes de pasar al siguiente nivel, comentar que en cualquier momento podremos hacer uso del Bat-Avión para ir a la cueva de Batman. El control es automático por lo que no tendremos acceso directo a su uso, una breve secuencia y estaremos bien en la zona antigua de Gotham o en el escondite del murciélago. Esta es una de las novedades introducidas en Origins. Dentro de la Bat-Cueva podremos por ejemplo cambiar a Batman de atuendo, entrenar el combate básico en una arena virtual, usar el ordenador para rastrear enemigos y dar con ellos o pasar el rato. Tras dos entregas, ya era hora de que la famosa base oculta del Caballero Oscuro hiciera acto de presencia, gracias Montreal, los fans estarán encantados.

Tras dar por finalizada dicha demostración vamos con un nivel completamente inédito hasta la fecha. En el pasado, uno de los enemigos que nos hacia tornar la cabeza y marearnos era el Espantapájaros, ahora viene otro para hacer lo mismo. En la presentación, Ben nos mostró un nivel basado en el mundo del País de las Maravillas de Alicia. Sí, el Sombrerero Loco hace acto de aparición en Arkham Origins para intentar desestabilizar mentalmente al Caballero Oscuro. Olvidaos del clásico y colorido mundo de presentado por Disney y la obra de Lewis Carrol, no tiene nada que ver. Wonderland es un lugar peligroso, con un toque steam-punk que lo dota de un estilo grotesco y que le sienta muy bien la verdad. Es muy parecido a los mundos de pesadilla imaginativa creados por el Espantapájaros.

En cuanto a la forma de moverse por el escenario, ahora nos encontramos en una zona más cerrada, más directa. Tendremos que ir avanzado a lo largo del nivel superando obstáculos y trampas. Nuestro objetivo en esta misión es rescatar a Alicia, que ha sido secuestrada por el chiflado Sombrerero. No es la verdadera Alicia por supuesto, es una simple chica de Gotham que se ha visto inmersa en una situación muy peligrosa. Cuando lleguemos al final del nivel, daremos buena cuenta del Sombrerero Loco con una paliza que le ajuste los tornillos y rescataremos a la pobre joven, que irá ataviada con el traje original de la protagonista de la obra literaria. Tras dar carpetazo al segundo nivel vamos con el tercero y último de la presentación, sin duda el más espectacular en cuanto a presentación cinematográfica.

Ponemos rumbo al barco de uno de los villanos más conocidos de Gotham, Oswald Cobblepot o más comúnmente conocido como El Pingüino. Nada más entrar en una sala llena de esbirros y de uno de los jefes del cotarro del crimen, las palabras empiezan  a sobrar. Una retahíla de puñetazos, patadas y contrataques empiezan a caer a vertiginosa velocidad sobre el grupo de matones. No se han enterado de lo que les ha pasado, tan solo se ven retorciéndose de dolor en el suelo de la sala afincada en el barco. Turno de ir a por el objetivo principal, el Pingüino. Aquí saltamos a una secuencia cinemática donde Batman usa todo su arte para sonsacar al pájaro toda la información que necesita.