Análisis Razer Diamondback Chroma

Un clásico actualizado

Más de 10 años después, Razer reedita el ya mítico Diamondback en su versión Chroma, dotándolo además de nuevas características técnicas pero manteniendo inalterable su esencia que lo diferencian del resto de ratones: la ergonomía.

Dicho lo cual, Razer no ha querido tampoco hacer el Diamondback Chroma un lanzamiento por todo lo alto, y con ello hablamos de una edición que pase por un diseño renovado o que llegue en una espectacular caja. Tanto es así, que aunque el producto está cuidado en lo que a rendimiento se refiere, su embalaje es de los más “austeros” que hemos visto en Razer si los comparamos con otros productos de más alta gama.

¿Qué rendimiento nos ofrece pues el Razer Diamondback Chroma una vez lo tenemos instalado en nuestro PC? Para empezar cabe destacar que estamos ante un ratón ambidiestro, lo que cuál hace que el producto gane enteros. Siguiendo con su ergonomía no tardaremos en darnos cuenta de que el periférico es algo más largo de lo normal, pero también menos ancho que otros productos de su campo. A pesar de este detalle, y si lo comparamos con ratones que a día de hoy apuestan en muchos casos por ser extremadamente grandes, el Diamondback es de las apuestas seguras si buscamos comodidad durante largas sesiones de juego.

Hablando de su rendimiento puro y duro, y por ende también haciendo especial hincapié en sus novedades con respecto a la versión de 2004; el periférico suma dos puntos clave a tener en cuenta por el usuario: el sensor 5G y hasta un total de 16000 dpi. Ambas características nos permitirán sacar el máximo rendimiento en títulos que requieran una gran exigencia con este tipo de periféricos, además de rápidos movimientos de ratón. Probado en juegos como ‘Guild Wars 2’, ‘Diablo 3: Reaper of Souls’, ‘Starcraft 2: Legacy of the Void’ o ‘Call of Duty: Black Ops 3’; el Diamondback Chroma nos parece sin lugar a dudas uno de los mejores ratones publicados dentro de la “colorida” gama de Razer en lo que características técnicas y respuesta se refiere.

No hay que pasar tampoco por alto las numerosas opciones personalizables del periférico gracias al programa Synapse de Razer. En él, y como ya es marca de la casa desde hace un tiempo, podremos dar rienda suelta a nuestra imaginación para dar color al ratón; contando a su vez con un decente número de opciones en lo que estilos visuales se refiere: respiración, arcoíris, permanente… Además, si contáis con otros productos de la serie Chroma podréis sincronizar el Diamondback con periféricos del tipo auriculares o teclado.

Llegamos a la pregunta clave: ¿Merece la pena la nueva versión del clásico de Razer? Si necesitáis cambiar urgentemente el periférico de vuestro PC, queréis apostar por un producto que abogue por la longevidad (gracias también al cable entrelazado), tener una apuesta segura por la personalización visual y rendimiento; sería difícil no recomendaros el Diamondback Chroma. Por desgracia, y como suele ocurrir con la mayoría de periféricos de Razer, el precio puede ser un gran inconveniente; 99,99 euros. Es indudable que hay ratones más baratos en el mercado, pero que ofrezcan un rendimiento y comodidad como el Diamondback Chroma, pocos. 

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En contra