Watch Dogs 2

Adiós Aiden y Chicago, hola Marcus y San Francisco

Desde que supimos de la nueva localización del juego de piratas informáticos de Ubisoft, un servidor que tiene su residencia habitual en San Francisco, no puede ocultar su entusiasmo por pasearse por las calles reproducidas por la compañía francesa. Aunque los 25 minutos que ha durado la demostración de 'Watch Dogs 2' no han sido suficientes para saciar completamente la necesidad de conocer más detalles, tenemos que reconocer que nos han bastado para confirmar el cambio de rumbo de una franquicia que apareció de forma prometedora y que terminó diluyéndose tras el lanzamiento de la primera entrega.

Chicago deja paso a la ciudad californiana de San Francisco con una reproducción bastante fiel, algo a lo que ya nos han acostumbrado en la serie 'Assassin's Creed' dejando atrás la discutible réplica de la urbe en 'Driver: San Francisco'. Aunque la mencionada metrópoli es la que se lleva prácticamente la mayor parte de la acción, según hemos comprobado en el mapa, también visitaremos otras localizaciones como Oakland (Este), el condado de Marín (Norte) y Silicon Valley (Sur), punto vital en la actividad tecnológica mundial.

En nuestra demostración aparecemos en la famosa Coit Tower, uno de los puntos con mejores vistas de la ciudad desde la que podemos disfrutar del archiconocido Golden Gate Bridge, la Prisión de Alcatraz (ahora convertida en reserva natural además de atracción turística), el Bay Bridge, otro puente de la ciudad o el siempre concurrido Pier 39. Precisamente en este último hemos estado de compras, o lo que es lo mismo, personalización de la vestimenta de Marcus (gorro, camiseta, pantalón y zapatillas). Aunque hay una gran cantidad de variantes todas ellas siguen un corte hipster/techie/hip-hop muy diferente al mostrado por Aiden Pearce. La apariencia no es la única diferencia entre ambos protagonistas, también difieren en la personalidad de la que han sido dotados. No obstante y para hacernos una idea de la profundidad, tendremos que esperar a conocer los secretos de Marcus jugando varias horas.

Controla la información, por las buenas o por las malas

En los primeros minutos de 'Watch Dogs 2' nos hacemos con los controles aunque si habéis jugado la primera entrega os resultarán bastante familiares a pesar de que se incluyen novedades jugables que terminan por aprovechar cada botón/función del gamepad. Así pues, entre otras cosas hemos aprendido a hackear coches de diferentes forma, dependiendo de si solo queremos crear una distracción, colocarlo como obstáculo, conducirlo… Ahora también podemos hacernos con el control de otros vehículos como grúas o elevadores, drones...

Acabada la diversión, comenzamos con las cosas serias y es que Marcus recibe una misión a través de una aplicación de su smartphone (la cual seleccionamos entre otras tantas). Tras activar el Modo Hack (pantalla gris con objetos y marcadores brillantes) descubrimos que alguien está haciendo una llamada que podría ser interesante, así que hackeamos su smartphone y esto nos pone sobre la pista de algo que está alterando las señales telefónicas en esa zona. Entonces decidimos hacer uso de nuestro dron y el Modo Hack para determinar qué está ocurriendo en la Coit Tower. Ahí encontramos un transmisor, que nos lleva directamente al Pier 39 (en realidad nos lleva un coche que hemos robado), donde parece que están los malos de la película. Llegados al hogar de cientos de leones marinos, conseguimos algo de sea dinero (hackeo) y de paso nos burlamos de los turistas con algunos  molestando mensajes. Con el dinero robado entramos en la tienda, y personalizamos a Marcus a nuestro gusto.

A pocos metros el Pier 39 se encuentra la base enemiga, así que lo primero que hacemos en escanear el panorama para elegir estrategia. En este sentido, según nos comenta nuestro guía en Ubisoft, siempre podremos elegir tres vías para abordar cualquier situación. La primera es la directa o como comúnmente haríamos en un shooter, solucionarlo todo a tiros. La segunda, sería en Modo Sigilo, donde vamos noqueando al personal o haciendo uso de las conocidas pistolas eléctricas. Por último, el plan fantasma, es decir, controlar nuestros gadgets para que hagan la mayor parte del trabajo. Tras analizar la situación y siendo una de las novedades, decidimos usar nuestros gadgets, en particular, el coche remoto (que ya vimos en la demo presentación en la conferencia de Ubisoft). De hecho, esta opción es la que aporta mayor profundidad y dinamismo al juego según nos comentó uno de los desarrolladores que teníamos a nuestro lado.

Los amigos nunca vienen mal

Tras el éxito de la operación, decidimos volver al Pier 39 para celebrarlo pero por el camino nos encontramos en nuestra partida con otro jugador (se distingue por un contorno morado). Decidimos hacernos amigos y emplearnos de forma cooperativa en una nueva misión. Por tanto, se acabó el matchmaking, se podrá jugar con quien quieras y cuando quieras.

Esta misión nos lleva hasta la ciudad vecina de Oakland y allí tenemos que introducirnos en otra “base enemiga” para extraer ciertos datos. Con la ayuda de nuestro compañero y el uso de todas las habilidades que tenemos a nuestro alcance salimos airosos de la misión. No obstante, en esta segunda prueba decidimos usar una estrategia diferente a la anterior. El plan trazado es acercarse de forma sigilosa hacia los dos guardias que custodian el objetivo y acabar con ellos brutalmente. Nuestro compañero nos va informando sobre la situación del canino que merodea la zona y de los guardias e incluso hackea sus smartphones para provocar distracciones que nos permitan acercarnos hasta ellos sin ser detectados. Una vez en el interior de la estancia podemos acabar con ellos a golpe de bala, pero preferimos usar la bola de billar que llevamos atada al extremo de una cuerda.

Aunque no lo hemos mencionado, lo ideal es que hubiéramos aprovechado nuestra misión cooperativa en Oakland para desplazarnos en coche hasta esta ciudad y conducir por el Bay Bridge. Sin embargo, por razones de tiempo (ya os podéis imaginar la vorágine de un E3) saltamos directamente haciendo uso de un acceso rápido y es que todas las tiendas nos servirán como puntos de desplazamiento.

Un mundo que necesitamos seguir explorando

La parte técnica de 'Watch Dogs 2' sigue siendo la más difícil de evaluar debido a la escasez de tiempo que pasamos con los juegos en este tipo de ferias y es difícil aventurarse a emitir un veredicto. Más aún si sabemos que hasta el mes de noviembre no estará en las estanterías. Como os podéis imaginar aún está por pulir técnicamente, tal y como nos comentó el desarrollador que nos guió durante toda la demostración.

Lo que si han dejado claro los chicos de Ubisoft Montreal es que han escuchado a la comunidad y parecen haber dado un giro acercándose a un estilo, si nos permitís la expresión, Grand Theft Auto. A ello tenemos que sumar un patio de juego con un emplazamiento envidiable, un marco narrativo alrededor de política, grandes corporaciones y robos de identidad, nuevas mecánicas de juego, uso de gadgets avanzados pero a la vez que los vemos en nuestra vida cotidiana y un personaje principal que podría sintonizar más con la muchachada.

La pequeña porción del pastel que nos han dado a probar nos ha gustado, pero teniendo en cuenta la historia de su predecesor, es un juego que miraremos con lupa. No obstante, si no caen en la repetitividad y juegan correctamente con la nueva dirección, podríamos estar ante el 'Watch Dogs' que todos esperábamos cuando pusimos los ojos en esta licencia hace ya varios años.