Análisis Touhou Genso Rondo: Bullet Ballet

En primer lugar debemos hablar del concepto mismo que ofrece el juego, y es que el género en sí no es demasiado conocido en nuestras tierras, aunque podremos usar como base a los tradicionales e icónicos “mata-marcianos” para orientarnos.  Partiendo de esta premisa, hay que tener en cuenta que ‘Touhou Genso Rondo’ es ante todo un danmaku, siendo traducido como bullet hell o infierno de balas en nuestras tierras, género basado en esquivar oleadas de disparos mientras  intentamos acertarle al contrario.

 En este término cabe hacer mención a la jugabilidad que ofrece el título, siendo así que entraremos en batallas enfocadas en escenarios  donde manejaremos a nuestro personaje en batallas 1 vs 1, quien tendrá diversas opciones para disparar  ráfagas de luz con el fin de reducir la barra de vitalidad del enemigo. Todo ello teniendo que hacer frente a los ataques enemigos, lo que nos obligará a esquivar mientras disparamos, así  como al límite de tiempo predeterminado para cada partida.

No obstante, y centrándonos en primer lugar en los escenarios, tenemos que adelantar que  estos se encuentran limitados por paredes invisibles,  así como estos no presentan ningún tipo de interacción con los personajes, viéndose a estos desde una vista cenital con un paisaje de fondo en el que se podrán mover libremente de forma plana, lo que ocasiona que a la larga estos pasen a tener nula importancia, siendo más bien una excusa donde los personajes pelean.

Los personajes y los ataques denotan un diseño bien cuidado, en contraposición a unos escenarios sosos y vacíos

En su contraparte, el cuidado en el diseño se lo han llevado tanto los personajes disponibles como los ataques que estos podrán efectuar en los escenarios, mostrándonos todo un espectáculo de luces y colores que tendremos que usar de la manera más inteligente según nuestra posición para poder alzarnos con la victoria.

Sin embargo, es justamente la cantidad de ataques y opciones la que pueden lastrar la experiencia jugable, ya que, sin quererlo ni beberlo, la pantalla se llenará de números, mensaje y derivados que nos indicarán diferentes acciones que se han llevado a cabo,  convirtiéndose esto en un engorro que apenas podremos seguir debido al dinamismo de las batallas, ya que los rivales apenas nos darán tiempo para tomar aire, sin mencionar el límite de tiempo, el cual, pese a parecer excesivo, puede volverse en nuestra contra sin que nos demos cuenta.

Respecto a los combates, debemos decir que estos presentan toda clase de opciones, ya que o bien podremos atacar a distancia, sin ningún tipo de límite en el recorrido de éstos, o bien podremos atacar a corta distancia, para lo cual nos guiaremos por barreras que rodean a nuestro personaje, las cuales indican el alcance que tienen para asestar golpes a los enemigos.

Asimismo, no sólo tendremos que tener en cuenta nuestra barra de vitalidad, sino que también tendremos que poner los ojos en la barra de carga, la cual nos permitirá efectuar ataques especiales de una forma más o menos eficaz según la energía que hayamos acumulado durante la batalla, cambiando el escenario a una pantalla diferente donde el personaje que no activó la habilidad debe derrotar al contrincante mientras este le lanza un ataque tras esto. Esto será primordial, ya que, en caso de que la pelea esté igualada, podría suponer la derrota o victoria para el jugador.

En cuanto a los modos de juegos que ofrece, podremos distinguir en primer lugar el Modo Historia, el cual no termina de ser explotado como debería, presentándonos una historia sin demasiado transfondo y muy superficial que se convierte simplemente en una excusa para ir saltando de escenario en escenario según vayamos ganando batallas. Como dato extra, debemos decir que, al igual que el resto del juego, esta se encuentra localizada en perfecto inglés, aunque bastante sencillo de entender y sin demasiadas complicaciones a la hora de jugar.

Los modos para Un Jugador acaban volviéndose monótonos y repetitivos

Por otro lado, contamos con el modo arcade, en el cual, como bien indica su nombre, tendremos que entrar en batalla una detrás de otra, sin narrativa en sus intermedios, a fin de establecer nuestros propios records, mientras que el modo Boss Rush nos pondrá frente a los enemigos en sus fases especiales, debiendo vencerlos a todos sin caer debilitados.

Asimismo, el modo multijugador nos ofrecerá  la oportunidad de jugar en modo local, lo que sin duda le da  un extra de diversión al título al romper con la monotonía que supone de por sí los modos de un solo jugador.

Respecto a este último término, cabe en primer lugar destacar que el título es rejugable hasta la saciedad, siendo esta su función principal, ya que en todo momento podremos acceder a los diferentes modos de juegos e iniciar la historia con cualquiera de los personajes que conforman el elenco.

No obstante, en contraposición a esto, encontramos que el título destaca por su monotonía, con enemigos que no cambiarán en exceso entre una batalla u otra, de forma que una vez no hayamos enfrentado a todos, no notaremos diferencia alguna en las revanchas, haciéndonos ver que en una sola pasada del modo historia ya habremos cubierto todo lo que tiene que ofrecer el título.

Para nuestra fortuna, cada uno de los personajes seleccionables, quienes serán nuestros enemigos en caso de no haber sido elegidos, presentan una diversidad en sus modos de atacar y defenderse, así como en la estrategias que siguen, pero la escasez de estos, apenas superando la decena, provoca que nos encontremos con la monotonía mencionada hasta el punto de que ya sepamos la forma que tiene cada uno de actuar.

Frente a este problema, encontramos a su vez una banda sonora que cumple con los mínimos requeridos, pero que, por desgracia, no pueden apreciarse debido a que la concentración se centrará en lo que se ve en la pantalla debido al frenetismo.

Finalmente, nos encontramos con un grave problema en lo que respecta al control del título, el cual se presenta tosco a la hora de apuntar, así como para defenderse, voltearse, entre otras tantas acciones, lo que ocasiona que en diversas situaciones nos veamos disparando al vacío rezando para que acertemos algún disparo.

En conclusión, debemos decir que, pese a contar con un concepto interesante, su adaptación no ha terminado de llevarse por buen puerto, dándonos un título que parece más enfocado a máquinas arcade que a consolas debido a su falta de profundidad. Es de agradecer por parte del estudio desarrollador que hayan querido expandir la franquicia a otros continentes a fin de que un nuevo público pueda encontrar nuevas formas de entretenimiento, pero eso no quita que el juego presenta demasiados flecos para ser tenido en cuenta si no eres fanático, sobre todo para aquellos que vayan a jugarlo en solitario.