Análisis Thief

El enfrentamiento directo debería de ser la última de las opciones por la que decantarnos

Desde nuestra más sincera opinión, os instamos a que intentéis jugar a 'Thief' en su primera partida en dificultad 'Maestro' ya que la experiencia de sentirnos como auténticos ladrones se dispara. Será de vital importancia conocer qué tenemos a los lados, detrás y por supuesto salidas de escape en caso de que la situación se ponga más tensa de lo normal. La luz es nuestra principal enemiga, la oscuridad la mejor aliada que tendremos durante la aventura; este ha de ser vuestro lema y debéis grabároslo a fuego. Con esta idea en mente tendremos que recurrir a todas las argucias posibles para evadir tanto antorchas, lámparas o farolas que pueblan los escenarios. Para ello Garret se valdrá de su habilidad para deslizarse, con tan solo pulsar un botón recorreremos un par de metros en un visto y no visto. A su vez, mantenernos agachados o asomarnos a las esquinas, entre otros movimientos, se presentarán vitales para pasar totalmente desapercibidos. 'Thief' es un juego de corte realista en lo que a movimientos se refiere, por lo que no esperéis un gran repertorio de "piruetas" por parte de su protagonista; tendremos que mantener un ojo puesto en los enemigos que se pasearan por la pantalla así como en el indicador de luz situado abajo a la izquierda. Éste se tornará de color blanco cuando seamos totalmente visibles, un contorno blanco sobre un fondo oscuro indicara que estamos ligeramente localizables para los personajes, mientras que cuando la esfera sea negra, la oscuridad y Garret serán uno.

La historia de 'Thief' queda narrada de manera episódica, siguiendo una mecánica muy marcada. Al completar un nivel, por motivos del guión apareceremos en la torre del reloj, nuestro hogar. En ella además de descansar podremos exponer, como si de un museo se tratara, objetos de carácter único que hemos ido recopilando durante las diferentes misiones. También contaremos con la gran ayuda de un baúl que se encargará de guardar a buen recaudo todos y cada uno de los útiles con los que nos equipararemos. Una vez fuera del remanso de paz que supone la torre, llegaremos al centro de la ciudad, el Mercado de Piedra. Éste será tanto el nexo de unión para las misiones principales, las secundarias así como contactar con aquellos personajes que siempre tendrán algo interesante que ofrecernos. Así pues, el título de Eidos queda dividido en diferentes zonas, interconectadas entre sí y que deberemos de recorrer de manera individual, sin opción al viaje rápido. Con esto no solo se gana en realismo, sino también en buscar tesoros ocultos, acceder a lugares que pueden contener alguna que otra sorpresa y por supuesto avanzar en la historia. No os dejéis llevar por la linealidad de las calles y pequeños espacios abiertos que veremos en La Ciudad; hasta la más recóndita esquina, balcón o portal puede suponer encontrar recursos, algo que escasea y deberemos aprovechar. Al concluir cada nivel nos aparecerán en pantalla numerosos datos en relación al estilo de juego que hayamos empleado, ya sea pasando totalmente desapercibido o eliminando guardias, varios desafíos a superar tales como saquear un número concreto de bolsillos así como estadísticas sobre el tiempo invertido para superar con éxito la misión, botines encontrados, etcétera.

La Ciudad nos ofrecerá también enclaves de corte siniestro y que os pondrán los pelos de punta

Hemos mencionado la presencia de personajes y misiones secundarias; uno de los elementos que nos ayudarán a mejorar no solo al personaje en lo que a habilidades se refiere, sino también el equipo. La Reina de los Mendigos será uno de ellos, reconocida como toda una personalidad en La Ciudad, ella será la encargada de ofrecernos previo pago un punto de concentración con el que aumentar la destreza de Garret. Hasta ocho serán las habilidades que podremos optimizar para que a nuestro protagonista le sea un poco más fácil la ardua tarea de adueñarse de lo ajeno: Intuición, destreza, sentido, combate, velocidad, eficacia, tirador y sigilo. Así pues podremos mejorar la velocidad con la que robamos a los enemigos o abrimos cerraduras, movernos sin hacer ruido cuando pasamos sobre superficies como cristales, reducir el consumo de concentración, entre otras posibilidades. Cada una de ellas será mejorable hasta un total de dos veces, consiguiendo diferentes bonificaciones con cada punto desbloqueado. Además de la Reina de los Mendigos, otros personajes nos prestarán su ayuda, a lo largo del Mercado de Piedra, entre otras localizaciones, nos encontraremos con mercaderes que dependiendo del nivel de dificultad escogido, nos ofrecerán a cambio de oro diferentes suministros como flechas de todo tipo, botiquines, amapolas u objetos con los que sin ellos no podríamos acceder a ciertos lugares.

Las misiones secundarias forman otra las partes importantes en el juego, uno de los elementos imprescindibles si queremos ir sobre seguro en la aventura. Presentadas por diferentes personajes como Basso y otros que quedarán marcados en el mapa, éstas seguirán la tónica habitual del manual del ladrón: apropiarnos de objetos usando la mayor discreción posible. Gracias al dinero que saquemos al completarlas aumentaremos las posibilidades de sobrevivir y con las que ir bien preparados durante el desarrollo. Y es que saber qué objeto utilizar en cada momento se vuelve una de las constantes en el título de Eidos. Ya hemos mencionado que los recursos serán un bien escaso por lo que habrá que mirar al dedillo cuándo emplear esa flecha de agua para apagar antorchas o las que nos faciliten ascender a lugares altos por citar algunos ejemplos.

Deberemos de saber usar cada uno de los objetos dado que los recursos es uno de los bienes que escasean

Todo este conglomerado de situaciones, elementos y posibilidades conforman un todo, un todo que se traduce en una amplia gama de opciones a la hora de superar los niveles. Ese es uno de los detalles en los que más destaca 'Thief'. Si bien el combate directo es la última opción que deberemos de sopesar dada la gran facilidad con la que seremos derribados, el concepto infiltración está implementado a la perfección, ágil e intuitivo; factor que queda potenciado gracias a que nosotros tendremos la última palabra sobre cómo llegar al punto de destino. ¿Preferimos buscar la manera de acceder hasta la casa de turno mediante los tejados, camino siempre más difícil de localizar, pero más viable... u optar por las siempre peligrosas calles? En vuestra mano está la decisión.