The Witcher 3: Wild Hunt

Un mundo abierto que explorar

Hace unos días tuvimos la ocasión de visitar las oficinas de Microsoft de mano de Bandai Namco, editores de la esperada nueva obra de los polacos CD Projekt: 'The Witcher 3: Wild Hunt'; allí nos esperaban varios de sus desarrolladores, inmersos estas semanas en un tour por toda Europa para mostrarnos las primeras horas del RPG de mundo abierto. Las tres horas en las que hemos podido ponerle las manos encima a lo nuevo de Geralt de Rivia nos han servido para entender de primera mano el grado de inmersión que nos espera a partir del próximo 19 de mayo y de paso charlar con algunos de sus desarrolladores, conversación que podréis leer al final de estas líneas.

'The Witcher 3: Wild Hunt' supone todo un salto de posibilidades respecto a las anteriores aventuras de Geralt de Rivia, y tiene todas las papeletas para convertirse en la vía de entrada a la saga de CD Projekt para muchos aficionados al rol occidental que todavía no la conocían. Pese a tratarse de uno de los mejores RPG de la pasada generación, el impacto de 'The Witcher II' fue bastante tímido, con una gran concentración de sus jugadores en PC, un primer acercamiento a Xbox 360 y su ausencia en PS3. La segunda entrega jugable de 'The Witcher' a muchos nos sirvió para descubrir el fascinante mundo de Geralt por primera vez, pero hay que ser conscientes de que muchos se quedaron fuera de la ecuación. También hay que recordar que 'The Witcher II' fue un RPG mucho más lineal y acotado de lo que hoy es 'Wild Hunt', que es un proyecto mucho más amibicioso que también incluye PS4 en sus planes, con el claro objetivo de aterrizar en la nueva generación a lo grande y dar a conocer la franquicia a muchos más jugadores.

El salto más evidente que vemos en 'Wild Hunt' es la extensión de terreno libre que tenemos por delante para explorar como brujos. Disponemos de un hilo principal narrativo que podemos decidir seguir al pie de la letra, pero a nuestra disposición hay todo un horizonte de pueblos y pequeñas ciudades en las que podemos ofrecer nuestras habilidades para facilitar la vida a los cientos de personajes; a cambio de una cierta suma de dinero, claro. Geralt es un experto cazador y en general un buen solucionador de problemas, algo de lo que tendremos que sacar partido en nuestros viajes, muchas veces para poder seguir con la historia principal y otras simplemente para ahondar en los problemas y subtramas de la región mientras nos enriquecemos y mejoramos las habilidades de Geralt.

El mundo abierto que tenemos a nuestro alrededor está realmente vivo. Muestra de ello es la gran cantidad de pueblos, bestias y NPC que nos encontraremos, formando parte de un ecosistema y un contexto que existe por sí mismo mientras nosotros simplemente pasamos por allí. En este sentido, no somos más que un brujo bastante particular del que muchos han oído hablar (pero muchos otros no...); un antihéroe perteneciente a una clase de la que muchos desconfían y con la que otros no quieren tener nada que ver. Geralt, consciente de que no siempre es bienvenido, se dedica a cumplir los encargos que le van saliendo sin armar demasiado ruido, preocupándose de sí mismo y de sus intereses. Todo un lobo solitario. En el transcurso de nuestra partida nos hemos enfocado en seguir la trama principal del juego, buscar a Yennefer, una misteriosa mujer para los lugareños, pero una vieja conocida y personaje clave para Geralt. Será en estos primeros compases de la aventura la búsqueda de Yennefer lo que articule nuestras aventuras.

El gigantesco proyecto de unos polacos

Hace tan solo unas horas el propio estudio CD Projekt ha fijado la duración del título en unas 200 horas, algo que no nos sorprende debido a la gran facilidad que tenemos para perdernos y seguir nuestro propio sendero (o colina). No encontraréis tiempos de carga de por medio entre zonas; en 'The Witcher III' todo el mundo está conectado por una mapeado gigantesco que podemos atravesar como queramos con nuestro caballo Sardinilla, solo limitados por la dificultad y el nivel de los peligros de cada zona. En este sentido 'Wild Hunt' se desmarca de 'Dragon Age Inquisition' y va más allá; el juego de EA si bien nos mostraba zonas gigantescas que explorar, estas estaban interconectadas por puntos de unión y pantallas de carga. Con lo nuevo de CD Projekt sí podemos afirmar que estamos ante un verdadero título de mundo abierto.

Para surcarlo con garantías, aparte de utilizar los diferentes puntos de viaje rápido que encontraremos, será fundamental hacer uso de Sardinilla, nuestra montura. El caballo de Geralt realmente nos ha convencido; con unas animaciones muy fluidas y realistas y yendo más allá de poder cabalgar o trotar; cuando queramos partir de un punto a otro, Sardinilla seguirá el camino automáticamente y no tendremos que guiarlo con el stick. También esquivará los árboles cuando exploremos el bosque a todo galopar. Es algo muy útil ya que pasaremos horas y horas encima suyo viajando de un punto a otro, tratándose de momentos donde se agradecen mecánicas de este tipo que hagan los trayectos más cómodos. 

Tratándose de un RPG de este calibre, 'The Witcher III' no podía dejar de cuidar la interacción de Geralt con los demás personajes y así ha sido. Las conversaciones entre nuestro protagonista y los NPC están llenas de diferentes posibilidades, pudiendo siempre marcar la personalidad y el carácter que queremos que Geralt exprese a los demás. Todavía no hemos podido ver mucho de las consecuencias de nuestras decisiones o nuestra manera de expresarnos, pero tras conocer que podremos enfrentarnos a más de 30 finales diferentes, parece seguro que las ramificaciones sobre las que nos podremos mover serán múltiples. En las conversaciones estáticas podremos sacar información de los NPC, llevarlos a nuestro terreno, conocer más de la intrahistoria del juego o simplemente echar una partida al metajuego de cartas que se han sacado de la manga los chicos de CD Projekt.