Análisis Tearaway

El giroscopio  y el acelerómetro no se han dejado de lado en el transcurso de 'Tearaway'; se utilizarán en ocasiones puntuales para zarandear el mundo de Iota/Atoi a nuestro antojo o para poder encuadrar cómodamente cuando utilicemos la cámara dentro del juego.

Las cámaras incluídas en la portátil (muy poco utilizadas por otros juegos) también tendrán un papel protagonista en la aventura; la frontal de nuestra será la gran artífice de que nos sintamos parte de este mundo tan especial, ya que nos introducirá en la acción trasladando nuestra cara en tiempo real al juego. Nos encontraremos en el Sol, principalmente, pero también saldremos "guapos" en otras partes del juego, como ya iréis descubriendo. Por su parte, la cámara posterior de PS Vita nos servirá para tomar pedazos de nuestro mundo real en forma de instantáneas e introducirlas dentro del juego; como el caso de criaturas que nos piden que adornemos su cuerpo. 

"Un juego de alma indie, pero con factura de gran producción"

El apartado técnico del juego es sobresaliente, con un mundo de papel muy rico y lleno de elementos en todo momento, tanto que en ocasiones llega a pasarnos malas jugadas la estabilidad de la imagen, con bajadas de frames. Pese a este problema puntual, el juego luce tan bien que podría perfectamente pasar por un juego de PlayStation 3. Esperábamos unos escenarios más reducidos y significantemente más vacíos, pero la verdad es que el resultado final nos ha sorprendido gratamente.

No podemos concluir el análisis sin mencionar la banda sonora, de gran factura, con violines, acordeones y vientos como instrumentos destacados. Se ha utilizado varias melodías celtas que terminaremos tarareando y que se han sabido adaptar muy bien a cada momento del juego; subiendo la intensidad de los temas añadiendo carga de instrumentos cuando toca. Muy buen trabajo en este sentido.

Por la originalidad de 'Tearaway', su habilidad para sorprendernos y su capacidad para darle sentido a todas y cada una de las características de la consola, llegamos a los títulos de crédito con la convicción de haber completado uno de los mejores juegos exclusivos de PS Vita hasta la fecha -si no el mejor-. No dejéis de probarlo, porque os sorprenderá su narrativa y su apartado artístico os sobrecogerá. En definitiva, un juego con alma indie, pero de factura de gran producción; lo mejor de los dos mundos, unido, y que afianza todavía más a Media Molecule como uno de los estudios más valiosos dentro del entramado Sony.