Análisis Street Fighter IV

El apartado sonoro no se queda a la zaga: golpes, gemidos, conversaciones, etc., todo genialmente producido. Algunas tortas duelen solo de oírlas, y los ruidos de movimientos especiales como los Hadouken o las bolas de fuego le dan más fuerza a estos efectos.

El doblaje se ha cuidado al máximo, a pesar de no venir doblado al castellano. Esto es lo normal en los juegos de lucha, y quizás incluso la mejor opción pues puede que quedara algo ridículo si estuviera doblado. Pero este es un debate en el que no me gustaría enfrascarme. La cuestión es que las voces de todos los personajes están excelentemente representadas. Podremos elegir, tras nuestra primera victoria en el modo historia, que personajes queremos que hablen en japonés y cuales en inglés.

Eso si, cada luchador hablará con el acento de su país (unos con más acierto que otros). Sin duda, un trabajo excelente en la faceta sonora. Tendremos versiones modernas de las canciones clásicas de algunos luchadores. Las nuevas canciones, incluidas las de personajes nuevos, se acoplan genialmente al conjunto y son irresistiblemente pegadizas. La música de la intro y el menú, a pesar de tener un toque "D'Nash", es bastante buena.

El resto de músicas están al nivel del conjunto. En definitiva, el apartado sonoro está a la altura de las circunstancias, no solo por los 40 temas sino también por la cantidad de efectos durante las batallas o mientas paseamos por los menús. 

Diversión

Aquí nos plantamos ante una terrible disyuntiva. El juego es tremendamente adictivo, y nos picará a conseguir todos los personajes ocultos y a dominar todas las técnicas. Tenemos modos de juego que vienen a completar la experiencia offline: dentro del apartado desafío encontraremos los modos Supervivencia, Contrarreloj y Prueba. Los dos primeros son obvios, pero en este último se nos obligará a conocer todas las técnicas del jugador escogido y ejecutarlas contra un rival.

Los tres modos disponen de dos niveles de dificultad y también de una curva de dificultad bastante buena, aunque algo elevada, ya que los primeros golpes son simples pero en breve comenzarán las casi imposibles combinaciones (algo más sencillas si contamos con el Arcade Stick) que nos traerán de cabeza. Digamos que el pique para pasarse estos minijuegos es grande, y en el modo historia no pararemos hasta desbloquear todos los clips de cada personaje y así conocer la historia al completo.

Mantiene el vicio que tenia antaño, pero tiene más duración por lo costoso y no realmente por lo largo, pues el juego se ve más bien escueto en cuanto a longitud y variedad. Es algo que se traspasa a los personajes, aunque se agradece que las pocas novedades del plantel no rompan la armonía de la tipología de personajes de la saga.

El problema viene dado por la engañosa dificultad, que enmascara tras una complicación old-school un planteamiento de combates a ratos cansino. Algunos personajes nos repetirán una y otra vez el mismo ataque, con lo que deberemos aplicar trucos sucios como el salto-patada-salto-patada-(...) o las llaves sin dejar levantarse al rival.

No solo será Seth el que nos saque de nuestras casillas (y mucho), sino que por ejemplo enfrentarse a Zangief de forma legal será un auténtico suplicio, pues a la mínima que nos acerquemos a él, dispondrá de una ventaja para hacernos una indefendible llave que nos quitará mucha vida. Esta dificultad de la que hablo no es de la que te pica hasta conseguirlo. Sí, inicialmente lo hace, pero cuando te das cuenta de lo injustos que son algunos combates nuestro pique no tardará en convertirse en frustración.

Existe un equilibrio roto por ciertos personajes algo desequilibrados dentro del conjunto. De hecho, a niveles altos o eres un cabezota o harás lanzamiento de Street Fighter IV por la ventana de la habitación y posiblemente acabes mentando a todo el árbol familiar del señor Ono (el creador, que quede claro). 

Multijugador

El juego para dos personas tiene dos vertientes: la offline y la online. Para el offline solo disponemos de un modo, el Versus. Serán simples combates donde solamente se nos marcará cuantos combates seguidos hemos ganado. Es un modo que ofrece unos cuantos combates con amigos, pero que tampoco nos enganchará toda la tarde. En el online tendremos el mismo dilema: solo un modo que si bien es viciante, no es lo suficientemente longevo.

Siempre es más intenso luchar contra una persona y rememorar aquellos piques en la recreativa, pero la parte mítica acaba teniendo un efecto narcotizador, que te hace olvidar que estar jugando al juego de lucha más mítico y técnico de la historia, con lo que pasa a aburrirte (a la larga). [gametrailers]44358[/gametrailers] En general, digamos que el multijugador, tanto online como offline, es un añadido interesante que ofrece ciertas horas de pique, pero que no alarga en demasía la ya de por si corta vida del título. 

Conclusión

Se ha creado, como bien pretendían, una formula evolucionada del SFII: World Warrior. Pero se trata de un título tan conservador que, de haberse mejorado, pulido y adaptado más a los tiempos que corren, habría sido mucho mejor.

Hay ciertos aspectos que son acertados al mantenerse: las 2D, los personajes clásicos, la dificultad, etc. Pero la mala adaptación del mando, las pocas incorporaciones y los escasos modos de juego, así como el desequilibrio causado por algunos combatientes, consiguen que este clásico que podría haber deslumbrado sencillamente sea un gran título, uno de los mejores juegos de lucha 1vs1 actualmente (por no decir el mejor), pero con riesgo a ser superado por algún otro título esta misma generación.

Sin ir más lejos, Tekken 6 promete una renovación tanto técnica como de modos de juego y personajes tan grande que podría superar a Street Fighter IV. Vale, el sistema de combos de Street Fighter es mucho mejor, ya que posee menos pero más sencillos de recordar. Pero hoy en día se valoran altamente cosas como la variedad de modos. Digamos que Street Fighter IV es un título algo chapado a la antigua para los tiempos que corren.

Con esto no quiero decir que Street Fighter IV sea malo; de hecho tiene una gran cantidad de virtudes. Viciante, frenético, con un carisma inigualable. Continúa siendo complejo, con unos combos divertidísimos de ejecutar y un encanto que, sin saber porqué, te atrapa sin que puedas evitarlo. Al tenerlo en tus manos, no pararás hasta desbloquear todos los personajes. Un vicio, pero que podría haber llegado mucho más lejos.