Sly Cooper: Ladrones en el Tiempo

Volveremos a caminar por los tejados para que no nos descubran.

Ya queda muy poco para la esperada vuelta del ladrón de guante blanco con más carisma del mundo de los videojuegos: Sly Cooper. Han sido ocho años de espera desde que apareciera la última entrega del zorro en la extinta PlayStation 2 en 2005, que ahora vuelve coincidiendo con el ocaso de PlayStation 3 de la mano de Sanzaru Games, encargados de la remasterización HD de la primera trilogía de la franquicia. El estudio californiano con este ‘Sly Cooper: Ladrones en el Tiempo’ toma el relevo de Sucker Punch, totalmente enfocados en la saga ‘Infamous’.

Sin más preámbulos os contamos cómo luce el juego, cuya versión final hemos podido probar unas horas en sus dos versiones, de PS3 y PS Vita. Hemos podido comprobar en primera persona las diferencias visibles del juego en ambas plataformas, que son muy pocas.

Como ya sabéis por las noticias que han surgido en los últimos meses, el juego fue retrasado a principios de 2013 respecto a su fecha inicial de 2012, para cuando se esperaba su salida. Los motivos del retraso son desconocidos, aunque algunos rumores apuntan a la espera de que las dos versiones estuvieran listas para su lanzamiento simultáneo.

Sly y sus amigos viajarán esta vez a través del tiempo.

Hemos podido probar con profundidad varios niveles que coinciden con el comienzo del juego en los que controlamos a Sly, Bentley y Murray. La historia comienza cuando el Latronius Mapáchibus, el libro donde están registradas todas las habilidades de los ladrones Cooper, empieza a cambiar su contenido poco a poco. Gracias a un sistema para viajar en el tiempo que ha desarrollado Bentley, la tortuga, Sly y sus amigos viajarán al pasado para ayudar a los antepasados de la familia Cooper y preservar el contenido original del libro. Nos podremos poner en la piel del propio Sly, Bentley, Murray, Carmelita Fox (la agente de Interpol) y los antepasados Cooper. El juego transcurrirá entre muchas épocas diferentes, como el Japón feudal o la Arabia de ‘Las mil y una noches’, aunque también visitaremos el presente.