Análisis Ride

Mucho por mejorar técnicamente

Uno de los aspectos críticos en un título de motociclismo como este es sin duda el control, con un comportamiento siempre más técnico y digamos complejo que el de los títulos de automovilismo. En este caso, el control es heredero directo de lo ya visto en las últimas entregas de 'MotoGP', donde la clave reside en tomar la trazada correcta y saber inclinar la moto en el momento adecuado para encarar la curva con garantías sin irnos al suelo o frenar más de la cuenta. El control sigue siendo igualmente ajustable respecto a lo visto en 'MotoGP', pues podremos modificar siempre antes de cada carrera una aceptable cantidad de parámetros para adaptarse a nuestra habilidad, seamos novatos o veteranos en este tipo de títulos. Si no queremos perder el tiempo activando desactivando parámetros, simplemente podremos elegir el tipo de conducción que queramos (Novato, Normal, SemiPro, Profesional...) y el nivel de la IA y así el juego ajustará la dificultad que nos encontraremos. Cuando nos empecemos a mover por la dificultad SemiPro veremos como el control deja de lado su cara más arcade para ponerlos las cosas bastante más complicadas, obligándonos a "trastear" en los componentes de nuestra moto para intentar sacar esas décimas de rendimiento extra que necesitamos para ganar.

Uno de los puntos más negativos que hemos encontrado desde un primer momento es el sistema de físicas de 'Ride', que hereda algunas de las taras de la saga 'MotoGP' presentando comportamientos ciertamente extraños en los pilotos cuando nos caemos al suelo, nos chocamos o la moto se nos encabrita. El juego echa muy en falta un comportamiento más realista y suave de los pilotos, por no hablar de las celebraciones, bastante robóticas. Tampoco nos ha terminado de convencer la IA de los demás pilotos, ya que en ningún momento muestran estrategias de carrera agresivas o se cierran en las curvas para que no les adelantemos; en algunos momentos parece que la dificultad radica en que sus monturas son siempre un poco más rápidas que la nuestra.

Con este último apartado enlazamos directamente a otro de los puntos débiles del juego, el apartado visual. 'Ride' peca de no aprovechar las posibilidades del hardware para el que ha sido diseñado; en el caso de la versión que hemos analizado, PS4. ha pasado un año y medio desde el lanzamiento de las consolas de nueva generación y ya va siendo hora de que todas las compañías den un salto adelante trabajando en apartados visuales más propios de las consolas que tenemos en casa y no de la generación anterior. 'Ride' se sitúa a medio camino entre los dos mundos, con un acabado de las monturas realmente depurado y con todo detalle, pero con unos entornos algo pobres en texturas, por no hablar del público, impropio de un juego de 2015.

Por otra parte, en las carreras se evidencian algunos problemas gráficos, como cierta inestabilidad en el framerate en ocasiones y cierto efecto de popping con algunos elementos del entorno apareciendo súbitamente en el horizonte. La iluminación es realmente plana y no consigue que el jugador se sumerja realmente en las carreras visualmente hablando presentando un asfalto poco realista. A ello se suma la falta de condiciones meteorológicas variadas o carreras nocturas, algo que también ocurrió en el caso de 'DriveClub', aunque este último lo terminó solucionando a base de actualizaciones. Veremos si Milestone trabaja a posteriori en ir mejorando su juego de motociclismo o lo deja olvidado.

No podemos dejar de lado que nos hemos encontrado con unos tiempos de carga antes de cada carrera realmente exagerados. Con tal cantidad de eventos diferentes en los que correr se echa en falta más agilidad a la hora de accecer a las carreras. Estos tiempos de carga inexplicables evidencian cierta falta de tiempo de desarrollo por parte del estudio, a lo que hay que sumar algunos despistes o soluciones de última hora como las ilustraciones en baja resolución de las motocicletas en sus respectivos concesionarios, algo que no acabamos de entender. 

En el apartado sonoro no hay mucho que destacar ya que las melodías no sobresalen respecto a lo visto en el género últimamente; no molestan pero tampoco están demasiado inspiradas. Cumplen su cometido sin más. Por otro lado, se han incluido varias narraciones al entrar por primera vez a cada una de las 8 categorías del modo Gira Mundial que nos explican de una manera realmente pomposa las particularidades de cada gama de motocicletas. Se ha intentado imitar -con poca fortuna- el trabajo hecho por Top Gear en 'Forza Motorsport', pero no se logra igualar el estilo de los británicos y ese particular sentido del humor en cada narración.

A medio camino de algo mucho más grande

Como conclusión comentar que tenemos la sensación de que 'Ride' podría haber llegado más alto con más tiempo de desarrollo y esmero (como nota decir que el juego fue anunciado el pasado mes de diciembre) en algunos de sus apartados. Se trata de un digno homenaje a todo el mundo del motociclismo, acercando a los videojuegos las motos de calle por las que muchos suspiran, con la posibilidad de personalizarlas y modificarlas hasta cierto punto, algo que gustará a los aficionados. Si nos atrae este apasionante mundo, decir que hay pocas alternativas que hayan decidido optar por un punto de vista tan amplio y detallado como el de 'Ride'; todo lo que encontraremos son títulos centrados en la competición y los campeonatos oficiales. Parece que la intención del estudio era traernos el 'Forza' o 'Gran Turismo' del motociclismo de una manera más modesta, pero la apuesta se ha quedado algo corta al final; no obstante el componente de coleccionismo inherente a este tipo de títulos está ahí, por lo que si de verdad las motos son lo vuestro, puede que colme vuestras expectativas si le dáis una oportunidad.