Retrocompatibilidad, el nuevo 'trending topic' en videojuegos

Microsoft marca el camino

La retro está de moda

La retrocompatibilidad con los sistemas actuales debe ser realizada por software ya que por hardware es completamente imposible. El constante cambio de arquitecturas en las consolas y la forma de programar han propiciado que la “retro” desaparezca o deba tomar un nuevo camino, es decir, por emulación. Por norma general, y debido al trabajo que esto conlleva, las compañías ensambladoras no tienen ningún interés en ofrecerla por hardware debido a un más que posible incremento de los costes, lo cual se traduce en una consola más cara. Insertar hardware de otras consolas en el PCB de la nueva máquina no es barato y eso lo pagan los usuarios. Con esto en mente, entra en juego la emulación por software, un concepto que ya hemos visto en Xbox 360 y que vemos repetido en Xbox One.

Microsoft se ha propuesto darle una nueva imagen a su plataforma y una de las ideas que ha concebido para ello es poder ofrecer a dichos jugadores la posibilidad de disfrutar de los grandes títulos que tuvo Xbox 360. Desde ya mismo, los poseedores de One pueden: o bien comprar juegos de Xbox 360 o bien usar los que ya tengan. Eso sí, la compatibilidad no es perfecta al 100%, pero Microsoft está trabajando para que así sea en el futuro y los jugadores puedan acceder a la mayor parte del catálogo de Xbox 360 o, por lo menos, a los títulos más llamativos.

Sony elige una opción inesperada.

Por el otro lado tenemos a Sony. Tras el sorprendente giro dado por Microsoft, era de esperar que la compañía japonesa hiciese exactamente lo mismo y ofreciese en su exitosa PlayStation 4 retrocompatibilidad con su antecesora. Lamentablemente, Sony ha visto un buen filón en las remasterizaciones de sus obras más insignes y no parece tener ningún interés en dar a sus usuarios lo que otros ya disfrutan. Bueno, no exactamente. Sí lo va a ofrecer, solo que con PlayStation 2… La sexta generación de Sony vuelve en forma de emulador para PlayStation 4, en contra de todo pronóstico y para alegrías de muchos y tristeza de otros.

Para rememorar tiempos mejores

Ofrecer la retrocompatibilidad en los sistemas actuales es una buena forma de ampliar el horizonte jugable que ya de por sí ofrecen PlayStation 4 y Xbox One, sobre todo si hay cierta escasez de juegos por parte de alguna. Evidentemente, un juego de hace 3, 5 o 10 años no es un sustituto adecuado para suplir la posible ausencia momentánea de los juegos dedicados a este sistema, aunque sirven para “matar el hambre”. El gamer clásico, ese que lleva toda la vida jugando y atesora  unan gran colección de juegos valora muy positivamente que las nuevas consolas ofrezcan retrocompatibilidad ya que así puede seguir disfrutando de los títulos que tiene en su “juegoteca particular”. Por supuesto, cabe la posibilidad de que ese gamer tenga la consola anterior y pueda enchufarla para seguir jugando a todas esas obras. Pero, ¿y si no la tiene por qué se ha estropeado o la ha vendido?

Wii U es retrocompatible de lanzamiento con todos los juegos de Wii.

El factor nostalgia suele ser muy poderoso, sobre todo cuando esta generación no está dejando satisfecha a la gente. Es constante escuchar a los usuarios que los juegos de ahora no se parecen a los de antaño; juegos que venían completos, sin parches días sí y día también para corregir las pifias que no se arreglan durante el desarrollo y sin DLC’s abusivos que nos obligan a tener que pasar por caja si queremos la obra completa. Por cosas como estas, la retrocompatibilidad juega un papel muy importante para captar la atención de los usuarios. Se está ofreciendo una opción que muchos valoran de forma muy positiva. Una opción que juega con nuestro sentimiento de “tiempos pasados fueron mejores”. Razón o no en este sentir os lo dejamos a vuestra opinión. Una cosa sí es cierta: si hay retrocompatibilidad, no la vamos a desperdiciar.

Nuevas oportunidades para los noveles

Además de servir para recordar a los jugadores de toda la vida que “tiempos pasados fueron mejores”, el implementar la retrocompatibilidad en los sistemas actuales también sirve para que los jugadores más jóvenes puedan conocer todo aquello que se ha perdido. Nadie nace jugador y, desde luego, no empiezan antes de quitarse los pañales. Nos ponemos en situación con el ejemplo de un niño al que acaban de regalar una PlayStation 4, una Xbox One o una Wii U. Este nuevo gamer, que no ha tenido una consola hasta ahora, se ha perdido un buen número de generaciones y desconoce por completo que antes de estos juegos había cientos de miles más. No voy a entrar en el tema de: -“mejores o peores”-. Cada uno sabe la respuesta. Gracias a esta opción, ese jugador novel va a poner conocer que este mundillo guarda muchas joyas y su interés va a crecer.

¿Es que nadie piensa en los niños?

Para una compañía es de vital importancia que un usuario de este corte conozca no solo aquello que está ofreciendo en la actualidad, sino qué ha hecho en el pasado, cómo lo ha hecho y lo que se puede esperar en el futuro de ella. Ofrecer la posibilidad de conocer obras de gran importancia, exclusivas o no me es indiferente, es sinónimo de despertar interés en una persona que no está tan acostumbrada a este sector como puede estarlo un usuario tradicional. El jugador novato debe conocer hasta el más mínimo detalle y no dejarse llevar por las modas de: -“este juega a una cosa en concreto, pues yo también”-.  Por ellos la retrocompatibilidad es una opción que debería ser casi obligatoria. La historia del mundo del videojuego lleva décadas escribiéndose y todo el mundo debe ser consciente de lo que ha dado, está dando y dará en el futuro.

¿Es realmente necesario?

Ahora bien, siempre surge el eterno debate entre usuarios que quieren disfrutar de lo nuevo y usuarios que lo quieren todo. La retrocompatibilidad es una opción, no una obligación y, desde luego, no impide que juguemos a las novedades que vayan llegando para las plataformas actuales. No obstante, algunos pueden llegar a creer que añadirla es la excusa perfecta para no trabajar en nuevos proyectos y vivir del cuento. Evidentemente, esto no es así. Conseguir un emulador 100% funcional no es fácil, pero eso no implica que se dejen nuevos proyectos de lado. Para lo que sí sirve es para que las remasterizaciones dejen de dar la lata… La necesidad es un concepto relativo cuando estamos hablando de videojuegos. Con una nueva plataforma siempre queremos novedades, pero también poder mantener el catálogo de juegos de la anterior sin necesidad de seguir con la misma máquina. Las cosas se rompen o se venden para dar paso a lo nuevo. No siempre claro.

¿Es realmente necesaria la retrocompatibilidad?

Si se ofrece, el jugador gana en dos cosas: la primera es seguir disfrutando de los clásicos y la segunda es comodidad. En lugar de dos consolas tiene una, lo cual se traduce en menos espacio ocupado y menos líos a la hora de poner una y otra. Comodidad. Por supuesto, cada persona es un mundo diferente y puede estar en completo desacuerdo con esta opinión. Por eso, como siempre os pedimos con textos de esta índoles, nos gustaría saber vuestra opinión al respecto de la retrocompatibilidad. Tened en cuenta toda la amplitud del concepto como que es gratis, es opcional y no interfiere en el futuro de la consola. A esto habréis de añadir el siguiente punto:

Expansión del concepto

Xbox One ha apostado por Xbox 360 y puede que Xbox. PlayStation 4 apuesta por PlayStation 2 en lugar de PlayStation 3. Wii U apuesta por Wii, pero no por Game Cube. Como podemos observar, cada una apuesta por una consola y esto hace que nos preguntemos ¿por qué no con todas las plataformas que sean viables? Es difícil hacerlo, pero no imposible. Es cierto que hay que tener muchos factores en cuenta, como puede ser la disponibilidad de juegos antiguos o incluso el interés de los jugadores. No obstante, que las consolas actuales ofreciesen total compatibilidad con la sexta y séptima generación sería un valor añadido al sistema.