Análisis Racers' Island: Crazy Racers

Gráficos

Teóricamente el juego tiene diez circuitos, que son diez variantes de trazada distintas de la isla en la que se desarrolla el juego, además podremos desbloquear un modo espejo, pero el problema es que todos los trazados son muy parecidos, parece que siempre hacemos lo mismo.

Para colmo el colorido del juego es pobre, y se ha optado por una decoración basada en diversos monumentos y edificios famosos del mundo, obteniendo un popurrí en el que nada cuadra cuando corremos en una pista llamada “Rusia” y pasamos al lado del arco del triunfo, o de una cabina de teléfonos londinense, el resultado ni funciona...

La monotonía será una constante en el apartado técnico del juego, pronto comenzaremos a odiar la isla en la que corremos, nos cansaremos de hacer siempre lo mismo, los power-ups no ofrecen ningún efecto destacado, lo único que podría salvarse es el diseño de los personajes, que, sin entrar en si son afortunados, al menos sí se distinguen bien estéticamente.

Ser un juego de WiiWare ya no es excusa para mostrar carencias tan graves en el apartado técnico, sobre todo después de ver maravillas como Jett Rockett o Dive: The Medes Islands Secret, por lo tanto Racers’ Islands: Crazy Racers muestra un acabado gráfico indigno de WiiWare. Para colmo, la sensación de velocidad es nula, lo podéis comprobar en el vídeo, más de uno se dormirá al volante de su coche, al ver que las tres vueltas no terminan de pasar.

Sonido

Ni siquiera el apartado sonoro puede salvarse, y es que es quizá el peor de todos, la música de los menús es un bucle de cuatro nota musicales que termina por desquiciar, la música de la carrera se te mete en la cabeza y deseas quitarle el sonido a la TV, con eso está todo dicho... Los efectos de sonido tampoco ayudan, nunca he tenido victorias tan amargas como en este título, ningún sonido alegre al ganar, silencio durante el recuento de posiciones... nunca parece que hayamos ganado o perdido.

Al igual que en el apartado gráfico, ser de WiiWare tampoco es excusa para este abominable apartado sonoro, en el que no puedo más que comentar lo detestable que resulta, todo un ejemplo de cómo no se debe ambientar un juego.

Duración

El juego propone tres modos de juego, carrera única, campeonato, en el que tendremos cuatro torneos por puntos, y Time trial, en el que intentaremos mejorar los tiempos de los circuitos, en principio parece una oferta que puede durar. Sin embargo, combinado con todo lo que hemos expuesto antes, y que los circuitos parecen siempre el mismo, obtenemos una duración en la que poco importan las horas de juego, porque sin duda nos cansaremos muy pronto de tenerlo en pantalla.

Cuando comprobamos sus pobres gráficos, los coches que se controlan igual, un gameplay que no termina de funcionar y que resulta aburrido y la escasa sensación de velocidad, decidiremos que es mejor no perder el tiempo en terminarlo y a buen seguro que la mayoría de los jugadores no aprovecharán todas las horas que podría ofrecer, una lástima.

Conclusión

Racers’ Islands: Crazy Racers prometía mucho antes de su llegada, sin embargo podríamos estar ante una de las grandes decepciones de WiiWare, insisto que no es injugable ni nada por el estilo, su problema es la monotonía, su falta de diversión y un apartado técnico que no está a la altura de WiiWare, y encima no es un juego barato, por 200 NP menos tenemos el Mario Kart 64 de la Consola Virtual, que sin duda es infinitamente mejor alternativa antes que Racers’ Islands: Crazy Racers.