Pro Evolution Soccer 2015

Un once sin apenas cambios en la pasada generación

Lo primero de lo que nos percatamos cuando empezamos a jugar a la demostración de Pro Evolution Soccer 2015 en las consolas de la ya extinta generación es que prácticamente nada ha cambiado. Obviamente se han solventado los graves problemas que adolecieron al juego del año pasado en su salida, especialmente fallos de programación o de concepción del juego. También se han añadido algunas animaciones y sutiles mejoras de jugabilidad, pero que cambian muy poco la experiencia con respecto al juego de 2013. Algo mejora, pero prácticamente nada.

En todos las plataformas, la demostración se inicia de la misma manera: elegimos idioma y directamente pasamos a elegir bando para jugar y uno de los equipos de la demostración: FC Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao, Juventus, Bayern de Múnich y Nápoles. Equipos muy importantes y variados que demuestran, además, cuáles van a ser las ligas importantes para el juego (ni presencia de la Premier). Es entonces cuando podemos acceder a las opciones tácticas del juego, no sin antes elegir una dificultad de juego entre las dos disponibles.

El parecido de los jugadores más famosos es notable; veremos el de los más humildes

La interfaz ha cambiado con respecto a la edición del año pasado, aunque no necesariamente para mejor. Aunque como siempre se tardará un poco en adaptarse a los nuevos menús, pero a primera vista parece que no son demasiado intuitivos y nos obligan a bucear demasiado entre ellos para editar alineaciones y tácticas de juego. Se sigue manteniendo el defecto de otras ediciones, que es que los menús parecen más pensados para un ratón que para un mando de consola. En cualquier caso, este apartado nos permite editar todos los aspectos de la plantilla.

Cuando llega el momento de ponernos realmente a los mandos, es cuando nos percatamos de que las sensaciones son muy similares a lo que hemos disfrutado, o sufrido, a lo largo de toda esta generación. Para bien y para mal, pues a pesar de la cantidad de críticas recibidas, a veces de forma desmedida, 'Pro Evolution Soccer' tiene una fórmula muy concreta con un par de puntos fuertes. El juego es rápido, directivo y ofrece espectáculo en todos los sentidos. No os extrañe acabar cualquier partido de esta demo con una buena cantidad de goles a favor y en contra. No será realista, pero es divertido y eso es innegable.

La lucha por el trono continúa

Los pases y los regates son sencillos, excesivamente efectivos (especialmente los pases en profundidad), y vistosos a pesar de que el juego tiene ciertas limitaciones técnicas. Las conocidas, vaya. Se ha depurado tanto la IA del contrario como los movimientos y reacciones de los porteros, conocido error de otras entregas. Hay nuevas animaciones allí y allá, pero nada realmente destacable. Las sensaciones son, como decimos, las de siempre, quizás como en las mejores ediciones de esta fatídica generación (vamos, como en 'Pro Evolution Soccer 2013' más o menos). Por la demo, el nuevo juego sigue estando muy lejos de su gran rival.