RAGE

Nueva lección del maestro

Por ello se nos ha hecho, que menos que rara, la sensación obtenida tras jugar las primeras horas del modo historia de la gran apuesta de Bethesda para el presente mes de octubre. Y esque dicha sensación no ha podido ser más positiva.

Un título que rompe moldes técnicamente hablando, con unos modelados, escenarios o efectos que parecen de otra generación, con una sublime banda sonora perfectamente adaptada a cada momento, o con un prometedor apartado jugable que pone a nuestra disposición todo tipo de opciones. ¿Pero podíamos pedir menos de Id Software?

Los creadores de Doom parecen estar dispuestos a dar una nueva lección de como despuntar en todos los apartados de un género que, incluso se podría decir, que ellos mismos lo crearon.

Una burla a un género estancado

Este título, que podría pecar de amarillista u ofensivo, no tiene otra intención que dejar clara la idea que se le pasa a todo el mundo por la mente cuando le preguntan por la calidad técnica de juego en cuestión. Id Software no tiene porque temer a "bestias" técnicas de la talla de Uncharted 3 o Gears of War 3, da la cara sin ningún pudor. Y no es para menos.

Con una espectacular cinemática que nos ponía los pelos de punta tanto por la calidad de ésta como por lo que se nos narraba, nos hemos adentrado nada más probar el juego en un mundo creado como pocas veces habíamos visto antes.

Los escenarios del juego os quitarán el habla al poseer un campo de visión realmente sobrecogedor, ultradetallado, con una arquitectura post-apocalíptica perfectamente recreada, una iluminación a la altura de la que admirábamos en nuestras batallas en Helghan o un sistema de partículas, sobre todo en lo que al polvo se refiere, que es sublime.

Sólo unos tiempos de carga en determinadas texturas "apreciables" ensuciaban el resultado, pero suponemos que ni con la impresionante instalación que exigirá el juego es posible mostrar algo así sin problemas en las actuales consolas de sobremesa.