Pokémon: #FireMasuda, el hashtag de la vergüenza

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La polémica de Junichi Masuda debería servir para que muchos aprendiesen algo, algo mucho más importante que Pokémon.

04/07/2019 17:05
Ayer veíamos como Masuda era trending topic en Twitter, en referencia al creativo de Game Freak Junichi Masuda, uno de los máximos responsables de la saga Pokémon. Esa saga que tantas alegrías y tiempo de juego nos ha dado desde su llegada a Europa en 1999, siendo parte de la culpa de estos grandes recuerdos este señor que ahora es foco de frases lamentables.
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Hay que tener varias cosas en cuenta antes de opinar. Primero, si bien es cierto que Junichi Masuda es una persona pública, no menos cierto es que es una persona que nunca se mete en polémicas, no es conocido por sus salidas de tono y por supuesto, como cualquier persona que se lo ha ganado, se merece un mínimo de respeto personal y profesional. Muchos iluminados entienden más de videojuegos que este señor, co-responsable de una de las mayores sagas de entretenimiento de la historia... Por otra parte, es lícito protestar cuando algo no nos gusta, claro que sí.

#BringBackNationalDex y #FireMasuda, de la polémica a la vergüenza

No es criticable que alguien opine que el próximo Pokémon se ve mal, que alguien opine que Game Freak reutiliza demasiadas cosas en sus juegos o que Pokémon Espada y Pokémon Escudo deberían tener toda la Pokédex. Es muy respetable, siempre que se haga con ciertas normas de decoro, usar tus redes sociales y otros canales de información para mostrar tu descontento o para pedir que las cosas se hagan de otra forma -por ejemplo con un futuro parche post lanzamiento-. 

Lo que es una auténtica vergüenza, es que se utilicen estas redes sociales para, con varios hashtags, hacer campaña y pedir la dimisión de un profesional de una empresa privada, la cual gestiona y decide sobre sus juegos con cierta libertad. ¿Quiénes somos nosotros para pedir el despido de un profesional, con años de experiencia, que seguramente sustenta una familia de mayor o menor tamaño? Aun pudiendo equivocarse en sus decisiones, ¿no tiene derecho a hacerlo? ¿Por qué tenemos que usar las redes sociales como puñales cuando algo no nos gusta? Lamentablemente esto hoy en día es habitual y en esta ocasión le ha tocado a Masuda, pero no es el único caso. 

Junichi Masuda

Junichi Masuda

Y es que del terreno profesional, incluso del terreno lúdico -hablamos de videojuegos, algo que no son necesidad-, saltamos a terrenos personales y escabrosos, pidiendo la dimisión o el despido de una persona, acosándola en redes sociales sólo por ser la imagen de un proyecto, de una decisión que no gusta al 40%, 50% o 60% de los fans (el porcentaje es lo de menos). Ni siquiera existe el decoro de probar el producto final antes de pedir el despido de un productor o director. Ya hemos decidido meses antes de su lanzamiento.

Ni siquiera existe el decoro de probar el producto final antes de pedir el despido de un productor o director. Ya hemos decidido meses antes de su lanzamiento.

Pero los hashtags #BringBackNationalDex -este llevaba más tiempo y con cierto respeto- y #FireMasuda en donde ojo, no todo el mundo vierte opiniones despreciables -las hay muy respetuosos- se han degradado cada hora que pasa. Y es que incluso un usuario llamado Fusayo Asai y supuesto antiguo empleado de Game Freak, habría aprovechado para verter acusaciones de acoso sexual sobre Masuda. Historias que, por supuesto, no tienen ningún tipo de prueba ni hay imágenes de denuncias en las fuerzas de seguridad niponas, que es en donde se deben denunciar los casos que sí son reales. El post ya no está disponible, y menos mal. ¿En qué cabeza caben todas estas acciones?¿De verdad la comunidad de jugadores no puede ser respetuosa a la hora de quejarse de una decisión? ¿Merece Junichi Masuda este escarnio público y masivo? Mi opinión es que, quien piense que sí lo merece, me da mucha pena.

#RespectMasuda: una decisión polémica no es la excusa perfecta

Por ello, en mi humilde opinión soy más del hashtag #RespectMasuda, me guste más o menos una decisión tomado en el desarrollo de un videojuego que, repito, es un bien de muy baja necesidad. Pero ya que estamos daré mi opinión al respecto: comprendo que no se incluyan todos los Pokémon. Y lo comprendo por un motivo muy simple, creo que no todos los Pokémon son buenas creaciones. 

Seamos sinceros, en cuanto a competitivo, de los poco más de 800 Pokémon que actualmente han aparecido en videojuegos, sólo se utilizan entorno a 50 o 60 de forma habitual. Como mucho. Por otra parte, y repito que esta es una opinión personal de un jugador habitual pero no fiel a la franquicia, creo que de los 800 Pokémon existentes, sólo unos 400 tienen cierto carisma para incorporarlos de forma asidua a cada videojuegoque se lanza.

Pokémon Espada

Pokémon Espada y Pokémon Escudo

Hay Pokémon que no me dicen nada, no me transmiten nada y pueden ser perfectamente desechados en futuros títulos. Es evidente que la primera y segunda generación son Pokémon con carisma, pero en las últimas existen creaciones que... Un origami, un castillo de arena, un collar hawaiano, un llavero, una lámpara, unos engranajes o una bolsa de basura, por decir algunos. ¿De verdad son todos imprescindibles? ¿De verdad no podemos reiniciar en cierta medida la Pokédex? ¿Y si un día es necesario una hoja en blanco y resetear toda la licencia? No tengo nada contra ningún Pokémon en particular, pero hay que reconocerlo, no todos son igual de buenos.

La libertad de expresión no se puede usar como una espada y el anonimato de las redes sociales como un escudo.

En cierta medida, lo de las críticas irracionales pasa mucho. Cuando algo nos marca, cuando algo forma parte de muchas horas de nuestra vida, a menudo lo hacemos nuestro. Es un sentimiento lógico, de cariño a una licencia, personaje, Pokémon... esto tiene su lado bueno y su lado malo como marca. Pero tendemos a confundirnos y creer que algo es nuestro por derecho propio, cuando en realidad somos simples clientes -que no es poco-. Y cuando protestamos por una decisión que no nos gusta, lo cual es respetable, debemos recordar que esto es sólo un videojuego y que ningún Pokémon será nunca más importante que una persona.

No podemos defender comportamiento despreciables con el amparo de la libertad de expresión ya que, en ese caso, los únicos que atacamos la libertad de expresión somos nosotros. La libertad de expresión no se puede usar como una espada y el anonimato de las redes sociales como un escudo.