PlayStation 4. A la caza de Japón

Puño de hierro en Occidente

Sony ha comenzado la octava generación de consolas con muy buen pie, aunque no gracias al catálogo de exclusivos que está brindando. La campaña de marketing realizada por los nipones y los errores cometidos por sus más directos rivales ha propiciado que PlayStation 4 lidere en Occidente con puño de hierro y sin oposición alguna. A día de hoy, las ventas de la consola de Sony se sitúan por encima de los 25 millones de unidades vendidas en casi dos años de vida y a precio de lanzamiento, lo cual otorga más valor a lo que está consiguiendo Sony. Merecido o no lo dejamos a vuestra opinión, pero no cabe duda alguna de que Sony está construyendo un camino que nadie puede seguir en la actualidad. Después de una generación en la que Sony ha visto como se le subían a las barbas, los japoneses han despertado.

Sabedores de que el grueso de ventas de una consola está en territorio occidental, la compañía ha orquestado un plan de ataque basado en potenciar su consola con juegos third party, contenidos exclusivos y también en ofrecer una consola ligeramente superior a la de la competencia directa (Microsoft) y bastante más que lo ofrecido por Nintendo. El resultado no ha podido ser más óptimo para Sony, aunque todavía queda mucha generación y la compañía sabe que dormirse en los laureles es algo que se castiga muy severamente. Occidente es de PlayStation 4, pero si no tienes nada que ofrecer a corto plazo vas a ver cómo tus rivales se aproximan gracias a sus apuestas exclusivas. Microsoft, sin ir más lejos, tiene un final de año bastante interesante y que podría ayudarla a mejorar su situación de imagen y ventas. Sony, por el contrario, no tiene mucho y puede pasarle algo de factura.

Con 2015 ya capitulando y dejando pobres sensaciones en lo que a títulos exclusivos se refiere, la atención de los usuarios poseedores de una PlayStation 4 debería estar ya en 2016. El próximo año se presenta bastante interesante para Sony gracias a proyectos como 'Uncharted 4', 'Horizon Zero Dawn', el largamente esperado 'The Last Guardian' y alguna que otra sorpresilla que hay escondida. Con estos juegos y una ligera bajada en el precio base de la plataforma, Sony tiene en su mano dar un nuevo golpe en Occidente y poner tierra de por medio con su rival más directo. Eso sí, delante tiene a una compañía que no se va a amilanar y lo va a dar todo como lo es Microsoft y a otra que va a presentar una plataforma que bien podría suponer un antes y un después como Nintendo NX, la nueva consola de la gran N y de la que no sabemos nada todavía.

Puño de goma en Oriente

Mientras que en territorio occidental Sony lidera sin problemas, no se puede decir lo mismo en Asia. La situación de PlayStation 4 presenta algunos cambios dependiendo de la zona en la que nos fijemos. En Occidente manda con puño de hierro. En Oriente es todo lo contrario, manda con puño de goma. De hecho, no manda. Las cosas como son. En su país de origen, la plataforma de Sony está muy por debajo de lo que vemos en Europa o América. PlayStation 4 es la cara y la cruz de una misma moneda aunque, por suerte para Sony, las bajas ventas que atesora en Japón no afectan para nada el rendimiento de una plataforma que va camino de convertirse en la más vendida de la generación. Además, el hecho de que sus rivales no mejoren sus ventas también ayuda a estar con cierta tranquilidad. Oriente ha perdido poder.

Japón se ha convertido en territorio hostil para las consolas tradicionales gracias a la rápida proliferación de los smartphones y los títulos que las diferentes desarrolladoras niponas crean para estos. Juegos fáciles, baratos y que no requieren mucho tiempo de dedicación son ahora mismo el principal interés de un público, sobre todo el que trabaja, que no tiene un espacio para el ocio muy extenso. Los juegos para smartphones venden más porque son de fácil acceso y no requieren muchas horas de dedicación, algo que en Japón escasea. El tiempo es oro. Es una sociedad diferente a la nuestra, con un estilo de vida más ajetreado y cuyo tiempo de ocio es incomparable al nuestro. Por supuesto, no es en el 100% de los casos. Ante una situación así, los smartphones han proliferado de forma exponencial y han evolucionado para adaptarse a las exigencias de aquellos que buscan tiempo para echarse unas partidas.

Evidentemente, cuando algo sufre un aumento significativo esto repercute de forma negativa en un producto ya establecido. Las plataformas de sobremesa y portátiles se han visto solapadas en Japón por los smartphones y han caído en una rutina de bajas ventas que hace unos años no imaginábamos. Especialmente preocupante es la situación de las sobremesas, donde sólo despunta Wii U y es por tema de tiempo. Las plataformas de Nintendo y Sony, salvo en lanzamientos de gran interés para el usuario nipón, apenas consiguen mantener un ritmo saludable. Sangrante es el tema de Xbox One por esos lares, donde vemos un gravísimo batacazo. Es obvio que Microsoft no tiene nada qué hacer en esas tierras. Si Sony, compañía japonesa, no despunta en Japón como debería, una empresa extranjera como Microsoft menos todavía. El público japonés es muy especial. Todas sufren en mayor o medida en Japón y la solución está lejos de llegar.

Recuperando sensaciones del Tokyo Game Show

Portátiles y sobremesas tienen ante sí una situación difícil de afrontar por el tema de los smartphones y los juegos dedicados que estos recibe. Ante algo así ¿cómo se puede reaccionar para darle la vuelta a la tortilla? Las consolas tradicionales tienen un serio problema ya que son incapaces de igualar la accesibilidad que ofrece un smartphones y la gran cantidad de juegos que estos tienen de inicio. Compañías de gran fama a nivel mundial como Konami, Square Enix, Capcom o Level-5 han aportado su granito de arena para hacer que estos se conviertan en algo más que una opción. Cada Tokyo Game Show que hemos visto pasar ante nuestros ojos ha hecho especial hincapié en este tipo de proyectos, aumentando el interés de los jugadores y dejando a las consolas tradicionales en un segundo plano. Una compañía externa debe ver dónde puede invertir según el mercado.

Si las consolas de toda la vida han caído en barrena en Japón, lo más normal es que las Third Party apuesten por otro tipo de dispositivo. Tokyo Game Show se ha convertido en un evento donde el smartphone campa a sus anchas sin oposición, lo cual le ha servido para entrar con fuerza en el mercado. ¿Se puede revertir la situación? Por supuesto. El primer paso es volver a conseguir que el Tokyo Game Show vuelva a ser la feria que era antaño, es decir, una feria dedicada a los juegos japoneses destinados a las consolas actuales. Aunque este año no ha sido especialmente prolífico, se ha visto cierta mejoría gracias a Sony y los numerosos proyectos que ha presentado junto a otras compañías para la plataforma PlayStation 4. Por supuesto, Sony no hace esto por el bien del mercado del videojuego tradicional, aunque se puede ver afectado de forma positiva.