Análisis Ni-Oh - El Dragón del Norte

Nioh - El Dragón del Norte

A principios de este mismo año Nioh efectuó su lanzamiento en PlayStation 4 tras varios años en la sombra como un proyecto que se presuponía desechado. Para nuestra sorpresa la versión que salió a la venta a lo largo del pasado mes de enero ofrecía una experiencia pulida y de gran calidad que ofrecía una gran alternativa para aquellos amantes de los RPG de acción de corte más exigente. Por si solo ofrece una propuesta bastante extensa pero para los que les sepa a poco existe un pase de temporada que ofrecerá cuatro nuevos contenidos adicionales.

El primero de ellos recibe el nombre de "El Dragón del Norte" y nos ofrecerá una región inexplorada del archipiélago japonés con todo tipo de novedades. Tras haber completado el recorrido original como William abandonábamos tierras orientales para volver a tierra natal. Por desgracia la paz no dura demasiado en el shogunato de Tokugawa Leyasu y una nueva amenaza hace acto de presencia. El clan de los Date con su líder Masamune a la cabeza han sido controlados por el poder de la Amrita, planeando una rebelión que de nuevo desatará el caos. Con el objetivo de rescatar a nuestro compañero Hattori Hanzo y liberar a Japón de esta nueva amenaza deberemos volver a desenvainar la espada.

Winter is coming

En esta ocasión nuestro campo de batalla se sitúa en la región de Oshe localizada en la parte norte del país. Debido a sus condiciones está compuesta  por escarpadas montañas azotadas por una constante ventisca nevada. A lo largo de las mismas los Date han construido sus bases defensivas aprovechándose de la configuración geográfica y la climatología para dificultar su asedio. Los Yokai también han llegado a esta región del país y deberemos de nuevo enfrentarnos tanto a demonios como a humanos.

El contenido del DLC se nos desglosa como una nueva porción del mapa en la que iremos desbloqueando nuevos objetivos a medida que avancemos en el hilo principal de misiones. La serie de Desafíos que se nos ofrecen sigue una estructura similar a la del juego base, teniendo algunos que se configuran como un largo recorrido en el que al final nos enfrentamos a un jefe u otros con entornos reducidos en los que luchamos contra oleadas de enemigos. En número cumplen pero en cuanto a variedad no hay demasiada y repetiremos mismos recorridos con diferentes condiciones más de lo que nos gustaría.

A pesar de ello los pocos escenarios que vemos a lo largo de este están bastante bien diseñados y mantienen bien el nivel visto en el resto del juego. Tenemos varios caminos, rutas ocultas y secretos que descubrir para llegar a nuestro destino. Junto con esta nueva ambientación más invernal se nos ofrecen unos recorridos que si bien no plantean ningún cambio de tercio demasiado descabellado parecen la excusa perfecta para retomar nuestra senda del samurái.

Un arsenal mejorado

Uno de los mayores alicientes a la hora de jugar Nioh es su sistema de Botín con el podemos conseguir diferentes piezas de equipo divididas en rarezas, contando con propiedades únicas. Con este nuevo DLC y como era de esperar podremos conseguir nuevos sets que ofrecen más opciones a la hora de jugar a nuestro gusto. Principalmente destaca la inclusión de un nuevo tipo de arma llamada Odachi junto con nuevos espíritus guardianes. Esta Katana de gran envergadura escala con la fuerza y se especializa en el control de masas por medio de cortes verticales y horizontales. Cuenta con un amplio árbol de habilidades y como las categorías anteriormente conocidas ofrecen una profundidad de desarrollo ejemplar.

En cuanto a los enemigos nos encontramos una selección viejos conocidos con ligeros cambios y nuevas incorporaciones que no desentonan pero que apenas son dignas de mención debido a su reducido número. Entre los jefes finales se hacen más notorios los combates en igualdad de condiciones, ya que aunque existirán personajes con habilidades que nosotros no tenemos, serán duelos de uno contra uno en el que predomina el intercambio de golpes con espada. Exceptuando momentos puntuales esta es la tónica habitual y a pesar de parecer más justos, ya que en todo momento nos podemos llegar a imaginar cómo actuará nuestro enemigo, puede que también faciliten en exceso el avance.

Al menos los puntos en los que más destacaba Nioh en su fórmula principal siguen intactos y detalles como su exquisita ambientación se extienden. Al universo del juego se le añaden nuevos personajes históricos, nuevas piezas de mitología y localizaciones con base real. Diseñados con bastante gusto y fidelidad son capaces de despertar la curiosidad sin desentonar en el conjunto del bloque. El único punto en el que se queda un tanto fuera de lugar es en su banda sonora en la que apenas se ha arriesgado a componer nuevas pistas para acompañar.

Novedades sustanciales a un precio razonable

Junto con este primer DLC han llegado una serie de nuevas funcionalidades que a pesar de ser gratuitas merece la pena destacar. Tras meses de insistencia finalmente se han incluido los duelos entre jugadores, dividiéndose en enfrentamientos cara a cara o con un compañero. A la hora de la acción funcionan mejor de lo que uno se puede llegar a esperar y la victoria suele decidirse en base a la habilidad de cada jugador a lo largo de las rondas que los componen, como si de un juego de lucha se tratase. Además se han corregido una serie de fallos graves como el abuso de ciertas magias o la inclusión de la posibilidad de poder transformarnos en personajes femeninos.

Si hacemos un balance de lo que nos ofrece en conjunto "El Dragón del Norte" puede que se quede un tanto corto de contenido, sin embargo si se lo sumamos a la propuesta original nos ofrece un apetecible bocado de carne fresca que es difícil de ignorar si os gustó Nioh. Tras haber visto su final está claro que es parte de un conjunto compuesto por los tres próximos DLC. Si tomamos como ejemplo la estructura de este parece que pueden aportar novedades de peso, pero por el momento valorad si el contenido nuevo que os ofrece por si solo es suficiente por un precio en solitario que, por otro lado, es bastante aceptable.