Análisis Mount & Blade: Warband

(PS4, One)

Estás en: JuegosAdn > PS4 > Análisis > Mount & Blade: Warband (PS4, Xbox One)

Mount & Blade: Warband. Lanzados a la batalla

Lánzate a la batalla en un mundo abierto de ambientación realista que por fin llega también a PlayStation 4 y Xbox One

Plataforma analizada: PS4
16/09/2016 12:00
Dentro del género del RPG a día de hoy podemos encontrar prácticamente de todo. Refinado a lo largo del tiempo ha tocado prácticamente “todos los palos”, con un catálogo tan extenso dentro del mismo que probablemente si os preguntásemos sobre una temática en concreto englobada en él, rápidamente sacaríais un par de nombres de títulos que encajen con esa descripción. Sin embargo si os pedimos mencionar un par de juegos que conozcáis sobre este género que se basen en hechos reales sin acudir a ningún tipo de mitología, ciencia ficción o fantasía seguramente no recordéis ninguno u os costará hacerlo.

Por absurdo que parezca a lo largo de los años este género ha ignorado en gran parte la ambientación medieval realista para desarrollar historias en las que mejorar a nuestro personaje en un mundo en constante cambio con todas las posibilidades que nos podría ofrecer.

Allá por el 2009 salió a la venta en PC un título llamado ‘Mount & Blade’, de la mano del estudio turco Talesworld, que precisamente venia a hacer realidad la propuesta anteriormente mencionada. Con el paso de los años el título ha recibido un gran número de actualizaciones que han ido expandiendo su propuesta y finalmente se ha visto dispuesto a atravesar las barreras de la “master race” casi una década después.

El próximo 16 de septiembreMount & Blade: Warband’ llegará a Playstation 4 y Xbox One con una serie de mejoras respecto a esta versión original. En PC el título sigue con vida gracias en gran parte a su gran comunidad modder, algo que por el momento no podremos disfrutar en consolas de sobremesa. Teniendo factores como este en cuenta a lo largo de este análisis os contaremos cuales son los pros y los contras de esta adaptación que hemos podido jugar durante los últimos días.

Imagen asociada al video 35851

Adentrándonos en Calradia

El universo de ‘Mount & Blade’ nos traslada a Calradia, un mundo en el que habitan seis diferentes reinos no exentos de conflictos entre ellos. Cada uno representa a reinos pertenecientes a nuestra historia, (como los Mongoles, Vikingos o Teutones) cada uno con diferentes características de combate y organización, pero conocidos bajo otros nombres. La sociedad representada en el título es feudal, por lo que los territorios estarán dominados por diferentes lords que rendirán culto a un líder supremo que dependerá de cada facción.

La representación de esta sociedad medieval es bastante fiel ya que a la hora de adentrarnos en ella debemos tener ciertos valores a tener en cuenta. Nuestra experiencia puede ser completamente distinta, si, por ejemplo, elegimos ser mujeres encontraremos todo tipo de trabas que dificultaran nuestro deseos aventureros, pero a su vez contaremos con algunas ventajas a la hora de encontrar pareja. Sin embargo si escogemos un hombre noble en las primeras horas de juego ya podremos experimentar lo que es gestionar nuestro propio feudo y tropas. Las opciones disponibles son muy variadas y cada uno de ellas definirá nuestra historia de una forma u otra.

Como habréis podido imaginar en ‘Mount & Bladeno existe una trama como tal ya que nosotros mismos somos los que forjamos la historia de nuestro personaje, con una cantidad de variables muy extensa que podría modificar nuestro camino de formas muy diversas en cada una de las diferentes partidas que deseemos protagonizar.

Mount & Blade: Warband

Ascendiendo al trono

A lo largo de nuestro recorrido por Calradia tendremos una gran cantidad de posibilidades y objetivos, pero a fin de cuentas nuestros esfuerzos se centrarán en ganar renombre y relevancia en este territorio para así obtener más libertad para hacer lo que nos plazca. De esta forma nuestra forma de avanzar dependerá de nuestro dinero, nuestra notoriedad y nuestras relaciones con otros personajes.

Cada uno de estos tres aspectos están directamente relacionados, por ejemplo si nos casamos con personajes de alta sociedad ganaremos el beneplácito de los mandamases del reino, obteniendo así nuevas alianzas muy útiles para la conquista de otros territorios (que a su vez aumentan nuestra notoriedad). A su vez a esa misma persona la podrían estar cortejando otros pretendientes, por lo que también ganaríamos enemigos que podrían suponer graves problemas.

Para llegar a interesar a las damas primero deberemos ser personajes relevantes, en el caso de que seamos nobles tal vez no sea una tarea muy ardua, pero si empezamos desde abajo primero necesitaremos fondos para formar nuestro ejército. Los fondos se pueden obtener de diversas formas: haciendo trabajos para la comunidad, traficando con esclavos, participando en torneos o vendiendo nuestros botines de guerra, pero dependiendo de nuestras prácticas más o menos correctas algunos de nuestras tropas podrían llegar a rebelarse. En cuanto obtengamos unos buenos hombres podremos empezar a conquistar o asaltar poblaciones, de esta forma ganaremos el beneplácito de algunos o la enemistad de otros, pudiendo llegar a unirnos a ejércitos más grandes u ofreciendo nuestro voto de servicio a un lord. Si nuestro acto de servicio es bueno conseguiremos poco a poco nuestras propias tierras, gestionando diferentes recursos que nos ofrecerán varias ventajas en algunos ámbitos.

Mount & Blade: Warband

Estos son solo algunos ejemplos de la cantidad de posibilidades que se nos ofrecen para realizar nuestro ascenso con sus pros y contras. Nuestra odisea es altamente cambiante, pudiendo llegar crear nuestro propio reino independientemente de los seis que se ofrecen en un principio, pero los acontecimientos pueden dar vueltas de 180 grados si tomamos malas decisiones. La cantidad de posibilidades que nos ofrece el título para vivir nuestra propia aventura es abismal, convirtiéndose sin duda alguna en su mayor baza jugable.

Gestionando recursos

A la hora de crear a nuestro personaje, como en cualquier clásico de rol que se precie, tendremos una serie de parámetros que mejorar con cada subida de nivel que variarán nuestras diferentes aptitudes. Estos requisitos no solo afectan en nuestras habilidades en combate si no que otros aspectos como nuestro liderazgo, capacidad de saqueo o la moral de las tropas de nuestra compañía se verán afectados.

De esta forma lo que en un principio podría parecer un sistema bastante básico coge relevancia, en cuanto comencemos a reclutar tropas descubriremos que podemos configurar nuestro particular ejército a nuestro gusto. Cada uno de nuestros reclutas se le puede asignar una posición dentro del campo de batalla, dependiendo de su clase o configurando pelotones a nuestro gusto. De esta forma podremos convertir a nuestros soldados en arqueros, infantería o caballería con una gran cantidad de variaciones dentro de estas categorías.

Por desgracia para que nuestras tropas se encuentren en plena forma para entrar al combate necesitan estar motivados. Para subir este ímpetu necesitaremos tenerlos bien alimentados, derrotar a nuestros enemigos con frecuencia o ser buenos oradores. En el caso de los alimentos tienen fecha de caducidad, por lo que no podemos acumular demasiados o se echaran a perder y aunque gestionemos nuestro propio ganado nada nos garantiza perderlos en medio de una batalla. Aunque la moral este alta eso no significa que tengamos un pelotón indestructible, por lo que todos nuestros esfuerzos se pueden ver en vano debido a que nuestras preciadas y personalizadas tropas pueden morir con facilidad o ser capturadas, y recuperarlas precisamente no es una tarea sencilla.

Mount & Blade: Warband

Esta misma gestión de recursos se puede trasladar a nuestro personaje, el cual podemos equipar con una gran variedad de armas y equipamiento, tanto de corta como de larga distancia. Cada reino tiene sus equipamientos fetiches que dependiendo de cómo configuremos a nuestro personaje nos interesarán más o menos. Para su obtención simplemente podemos acceder a mercados, aunque dependiendo de nuestros conflictos se nos pueden prohibir la entrada a algunos de ellos, o recogiendo el equipo maltrecho de nuestros enemigos caídos. De esta forma podemos configurar guerreros pesados o ligeros, expertos en caballería o en ataques a distancia o simplemente en líderes que observan como su batallón va al frente.

Sistema de combate “realista”

A lo largo de sus diferentes presentaciones a este ‘Mount & Blade: Warband’ se le ha otorgado la cualidad de contar con un sistema de combate “realista”, en algunos de sus apartados es una afirmación que se podría aceptar con facilidad pero en este caso es necesario indagar un poco más en el asunto.

Dependiendo de nuestra arma tendremos diferentes tipos de ataque y guardia pero en general nuestras habilidades de combate se podrían describir de esta forma: ataque desde arriba, desde los laterales y estocada. El sistema de defensa es el mismo, simplemente deberemos cubrirnos en la dirección de la que nos procede el ataque, a excepción de los escudos. Donde se haya el problema aquí, desconociendo como funciona en su versión de PC, en lo increíblemente tosco y difícil de controlar de este sistema. Para realizar estas dos opciones usamos los gatillos traseros: apretamos, definimos nuestro ataque o defensa con el stick derecho (con el que también se controla nuestra cámara) y lo volvemos a soltar. Para cuando ya hayamos realizado la acción probablemente ya tendremos a varios enemigos encima y nosotros ni tan siquiera habremos realizado un impacto o una defensa.

Es difícil acertar tanto en primera como en tercera persona, independientemente de nuestras capacidades de combate (siempre y cuando no nos bloqueen), haciéndose muy difícil ganar batallas en las que realmente sería necesario mostrar algo de habilidad contra a un enemigo superior. Si es difícil acertar a pie imaginaros a lomos de vuestra montura, convirtiéndose, por ejemplo, las competiciones de justa en una auténtica lotería.

Mount & Blade: Warband

En cuanto al uso de armas a distancia si podría considerarse más realista, ya que se incluyen dificultades como una menor precisión si estamos en movimiento o la necesidad de corregir la caída de las flechas si nos encontramos a grandes distancias. Todas estas aptitudes se pueden mejorar, pero siempre habrá desventajas si las condiciones del tiro son muy difíciles.

Para terminar cabe destacar que existe un modo multijugador en esta versión para hasta 32 jugadores que por el momento no hemos podido probar. En el crearemos nuestro personaje, elegiremos equipamiento y clase y nos enfrentaremos en diferentes modos de juego como asedio al castillo, captura o duelo a muerte.

Un apartado técnico cuestionable

Realmente llega sorprender que un juego lanzado este mismo año pueda llegar a estar tan anticuado. Incluso valorándolo como una adaptación de un título del año 2009 sigue estando bastante por debajo si lo comparamos a títulos como ‘Final Fantasy XIII’ o ‘Dragon Age Origins’ que salieron a la venta ese mismo año, de hecho no me tiembla la voz al decir que probablemente si miramos aún más hacia atrás siga estando por debajo a nivel técnico respecto a otros títulos de características similares.

A nivel de escenarios apenas ofrece variedad, ciudades, poblados y castillos todos rodeados de parajes verdes a excepción de una pequeña zona nevada del mapeado con un texturizado que deja mucho, pero mucho que desear. El diseño de personajes es igual de plano, todos comparten una serie de rostros predeterminados, sin ningún tipo de animación facial y que solo podremos llegar a reconocer por su nombre y equipamiento. Las animaciones tanto de estos como de nuestro protagonista son increíblemente toscas, rudimentarias y lentas tanto para el combate, como para el movimiento, como para la exploración.

Mount & Blade: Warband

A nivel sonoro apenas luce ya que no ofrece un repertorio demasiado variado ni extenso y en cuanto a nivel de diseño solo podríamos destacar ligeramente las diferentes piezas de equipo y armas.

Por desgracia para ‘Mount & Blade: Warband’ fácilmente se le podría clasificar como uno de los peores títulos a nivel técnico de la actual generación de consolas. Probablemente su estudio creativo no disponía de demasiados recursos para representar su obra, lo cual tampoco es condenable, pero lastra gravemente el título.

A pesar de no ser perfecto cuenta con buenas bazas

Simplemente tras jugar diez minutos a ‘Mount & Blade: Warband’ es fácil apreciar que esta no es una obra para todo el mundo. Últimamente esta expresión se usa en exceso pero realmente creo que pocos casos más adecuados para usarlo hay que este. Es altamente probable que por si algún casual llega a vuestras manos este título, sin saber que es lo que os vais a encontrar, antes de reclutar vuestro primer soldado ya esté criando polvo en una estantería de una tienda de segunda mano, ya sea por su poco vistoso apartado técnico o por su impreciso sistema de combate.

Sí sois capaces de ignorar estos dos aspectos en vuestras manos tenéis un mundo al completo en el que podréis interpretar vuestra propia historia. Muchos títulos prometen una premisa similar y pocos la cumplen, pero la libertad de elección y decisión que se nos ofrece en ‘Mount & Blade’ es impresionante. No son pocas las personas que lo definen como uno de los mejores juegos que han jugado y como sea capaz de atraparos no sería de extrañar que entraseis a formar parte de este club.

En cualquier caso si decidís darle una oportunidad y finalmente no os acaba gustando la perdida no será tan grave ya que sale a un precio irrisorio de lanzamiento si lo comparamos a otros títulos de dimensiones similares.

7

Lo mejor

Sociedad feudal bien definida

Libertad de elección y decisiones abismal

Excelente precio de lanzamiento

Lo peor

Anticuado a nivel técnico

El sistema de combate se pasa de tosco y no responde como debería

¿Cómo analizamos?